*Graciela nos la cuenta a su manera
*Amuletos que permiten lo positivo
Graciela es una vendedora ambulante, con un puesto semifijo, frente al Bancomer y a un costado de Catedral; una mujer menuda, del sur del país, muy trabajadora y defensora de la artesanía mexicana. Nos cuenta la historia de uno de sus amuletos de venta; el “Atrapasueños”, que tiene de todos tamaños y colores, muy bonitos, pero la leyenda lo es más.
Algunos comentarios de otras personas nos dicen que es uno de los amuletos más conocidos y usados para cuidar nuestros sueños; son objetos elaborados por artesanos con tradiciones indígenas y que están compuestos por un aro sobre el que se teje una red con hilos y se decora con cuentas y plumas.
Según la creencia, estos interesantes objetos tienen el poder de filtrar los sueños permitiendo únicamente el paso de los positivos, los negativos se quedan atrapados en sus redes y desaparecen con los primeros rayos de sol, sin embargo, otras historias dicen que los buenos son los que quedan en la red y van deslizándose hacia abajo a través de las plumas hasta llegar a la persona que duerme.
Graciela nos dice el “Atrapasueños” viene de una leyenda que atrapa las pesadillas o lo malo y se quedan en las redes; otros que lo bueno se queda y desecha lo negativo a través de las plumas. Dice que las plumas de diferentes aves se llevan lo malo de los sueños. Deben ser colocados al pie o arriba de la cama.
Dice que para su venta tiene de varios tamaños y colores, que pueden ser incluso en modo de llaveros. Cuestan estos objetos desde 35 pesos hasta 80 pesos.
Finalmente, Graciela aprovecha la entrevista para pedirle a la gente que cuando compren artesanía mexicana que no le “regateen” al vendedor porque es su modo, honesto, de vivir. Que valoren el trabajo.
