“Tenemos que terminar a tiempo y por eso la importancia de las empresas que están a cargo de la construcción del Tren Maya. Celebro que se va avanzando de acuerdo al programa y voy a regresar porque es obvio que me importa mucho esta obra”, indicó López Obrador.
El Tren Maya, uno de los proyectos emblemáticos del presidente, tendrá una inversión estimada de 5 mil millones de dólares para más de 1.500 kilómetros de extensión en los cinco estados del sureste: Tabasco, Campeche, Yucatán, Chiapas y Quintana Roo.
Tras el arranque de la obra en junio pasado, el mandatario prometió que el ferrocarril entrará en operación a más tardar en 2024, antes de que termine su gestión, que inició en diciembre de 2018.
“Tenemos poco tiempo y es compromiso del Gobierno que encabezo no dejar obras inconclusas, mucho menos obras de esta magnitud, de esta dimensión”, aseveró.
La obra ha recibido críticas de grupos indígenas y ambientalistas que cuestionan el impacto que tendrá en las reservas arqueológicas y naturales de la zona.
Pero también ha obtenido el apoyo de organismos como ONU Hábitat, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC), y la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
El presidente ha presumido la creación de 80 mil empleos este año en la construcción del ferrocarril.
“Se trata, entre otras cosas, de la inversión del Gobierno Federal más importante para el sureste de México y es una de las inversiones públicas de más cuantía en los últimos años, en las últimas décadas”, afirmó.
Información por EFE