*Busca trabajo; habla poco el inglés
*”Hay Alfonso para rato”, dice
Alfonso Magaña Gradilla, mejor conocido como “Alfonsina”, sin decirle a nadie ni siquiera a su familia, regresó el lunes pasado a su casa y la sorpresa en el hogar fue enorme y de gran satisfacción por confirmar que Alfonso es otro; el personaje agresivo se diluyó para dar paso al verdadero Alfonso de carácter amable, sencillo y orgulloso de tener una noble familia que lo quiere y respeta mucho.
También para el equipo de Sinaloa en Línea, quien ya esperaba la reintegración total a la vida social y cotidiana de “Alfonsina”, fue una agradable sorpresa tocar la puerta de su casa y el primero en salir fue Alfonso. Su hermana Alejandra estaba en frente, en un abarrote.
En sus primeras palabras, Alfonso dijo que lo recibieron con mucha alegría y con sorpresa, aunque para él la vida es así, algún día tendría que regresar con sus seres queridos. Agregó que hasta los vecinos están sorprendidos de verlo, muy diferente.
Alfonso nos presentó a dos de sus pequeñas sobrinas: Aitana y Ángela. Indicó que en estos cuatro días la vida transcurre como cualquier otra y que ha visto la televisión y platicar mucho con su familia y vecinos.
Apuntó que está en espera de un trabajo y que tiene, de momento, la propuesta de trabajar de cajero en una frutería, aunque tampoco descarta la de lavaplatos, con un amigo.
Precisamente en esto del trabajo, nos confesó que habla un poco de inglés y que hasta podría ser recepcionista en un hotel de la Zona Dorada.
Alfonso dijo que lo más bonito que le ha sucedido luego de casi un año de encierro en la Casa una Luz en el Camino, por la rehabilitación, es “estar de nuevo en su casa, porque soñaba estar en ella y en libertad” y que ahora que tenga trabajo va ayudar en la manutención de la misma.
Finalmente y en un tono alegre, contento, dijo que “hay Alfonso para rato” y mandó un mensaje a la gente, a los jóvenes que no se droguen: “sigan mi ejemplo; no se droguen, es mejor vivir sin droga y quererse uno mismo”.
