Los abogados utilizan todas sus argucias para frenar al contrario
Entre jaloneos de los abogados enviados por las dirigencias nacionales de PAN y PRI, el recuento de votos del Distrito XX avanzaba con muchas dificultades, al grado que cerca de las tres de la tarde apenas se había rebasado la décima casilla, para desesperación de simpatizantes de Acción Nacional, que encabezados por la lideresa Hildegarda Vázquez, mantenían un pequeño plantón a la puerta del edificio en que están las oficinas distritales.
Si el PRI empezó quisquilloso exigiendo un puesto de supervisión en la puerta de lan bodega en que estaban guardados los paquetes electorales, el PAN brincó de la defensa de la legalidad del proceso a la impugnación implícita.
El magistrado Guillermo Lizárraga Martínez empezó condescendiente al permitir que un priísta vigilara la puerta de acceso a la bodega, pero luego enfrentó la inconformidad del propio priísta, a quien se le había emparejado uno del PAN, que se apuntó sin permiso, según la queja.
Pero eso era apenas un primer escarceo.
Conforme el abogado tricolor reservaba votos que a su juicio podían pasar de nulos a válidos para la candidata Maribel Chollet, el abogado panista endurecía el discurso, al punto de advertir al magistrado: usted está beneficiando a la Coalición Transformemos Sinaloa, tendremos que llevar esta situación ante el Tribunal”. El magistrado no se inmkutó. Sólo le hizo saber que su pronunciamiento ya había sido recogido para que constara en actas.
Eduardo Ismael Sierra, el abogado panista, empezó destacando la legalidad de las cosas. Pidió se formalizara un testimonio de que la puerta de la bodega en que estaban los paquetes electorales se encontraba encintada y que los sellos estaban firmados por los miembros del Consejo Distrital y representantes de partido.
Pero cuando las maniobras legales de su contrincante parecieron prosperar, Ismael Sierra hizo constar que las cintas de los paquetes no estaban firmadas, lo que podría ser motivo de desconfianza..
No era el único dolor de cabeza para el magistrado. En uno de los paquetes que se abrieron, el magistrado terminó de contar uno a uno los noventa y siete votos obtenidos por una de las coaliciones, cuando el abogado priísta, Ricardo Salazar Leyva, le pidió solícito: “¿los ontamos otra vez? Después de un receso, al iniciar el recuento de la décima casilla, el magistrado pidió atención “no nos vaya a pasar lo de hace rato”.
Si bien diez casillas fueron abiertas en coinco horas, el ritmo no se garantiza como para terminar este mismo día, pues conforme avanzan las cosas, los abogados hacen más observaciones. Si el PRI llevada nueve o diez boletas a lo largo de varias casillas, el del PAN reservó diez casos en una sola.
Cuando terminen el recuento de los votos correspondientes a 29 casillas, el magistrado denerá llevar el paquete de los votos dudosos para sompeterlo a la consideración del pleno del Tribunal Estatal Electoral.