El pasado jueves 18 tuve la oportunidad de expresar en el H. Congreso del Estado un posicionamiento acerca de la agresión que están padeciendo las familias sinaloenses mediante los altos cobros que realiza la Comisión Federal de Electricidad (CFE). Y es que, con la aprobación de las reformas estructurales propuestas por el presidente Enrique Peña Nieto, el pueblo creyó que iba a mejorar la situación económica de millones de familias mexicanas. Con el paso del tiempo, sin embargo, se ha evidenciado que estos cambios, y sobre todo la reforma energética, no fueron planeados para beneficiar a los sectores más desprotegidos de la sociedad.
En diciembre de 2013, cuando el H. Congreso local discutió la reforma energética enviada por el Congreso de la Unión, en los 18 municipios de la entidad se aplicó una encuesta para conocer la opinión de la sociedad acerca de los cambios propuestos. De 27,717 ciudadanos que se expresaron, el 75.83% rechazó rotundamente la propuesta planteada por el presidente Enrique Peña Nieto.
Como se recuerda, el gobierno federal vendió la idea de que las reformas, principalmente la energética, favorecerían la economía de los ciudadanos pues, se argumentó, las tarifas de la gasolina ya no subirían cada mes, pero lo que ocurrió fue que en enero las aumentaron de un solo golpe; también que no se incrementaría el precio del gas, no obstante este no ha dejado de elevarse, al menos el de consumo doméstico; y, sobre todo, que bajarían las tarifas eléctricas, y lo que hoy expresan miles de ciudadanos no se corresponde con esta promesa.
En Sinaloa se aplican las tarifas 1D, 1E y 1F. Se supone que la tarifa 1F es la más económica, y requiere de ciertas condiciones para aplicarla, tales como para uso exclusivo del sector doméstico, para localidades cuya temperatura media mensual en verano sea de 33ºC como mínimo, que existan registros de estos rangos durante tres o más años de los últimos cinco, además de otros aspectos.
Un hogar con tarifa 1F tiene como consumo máximo al mes hasta 2,500 kilowatt/hora (kWh), pero no todos los kWh tienen el mismo precio, y aquí está precisamente el engaño de la CFE. El precio del kWh va incrementándose de acuerdo con ciertos rangos hasta llegar al tope de 2,500. El error en que vivimos los usuarios es creer que todos los 2,500 kWh tienen el mismo precio.
Como bien lo sabemos, Sinaloa está expuesto a padecer altas temperaturas durante la mayoría de los meses del año. En la última década se han registrado cerca de 9 a 10 meses de calor, pero este es aún más intenso de marzo a octubre. Por esta razón, año con año la población emprende arduas batallas contra las altas tarifas eléctricas. En mayo de 2014, el director general de la CFE y el gobernador de Sinaloa se vieron obligados a firmar un convenio mediante el cual se acordó aplicar la tarifa 1F para todo el estado, y que fue para el periodo del 1 de mayo al 31 de octubre de 2014. El viernes 12 de junio se registró en Sinaloa la temperatura más alta en todo el país: 46.1ºC y una radiación solar nivel 12, por lo que permanecer más de 30 minutos bajo el sol en esas condiciones es mortal, como ya se demostró desgraciadamente con el fallecimiento de tres personas por el golpe de calor.
Ahora bien, debido a lo intolerable del calor, se ha registrado un aumento del uso de los aires acondicionados. Sin embargo, la CFE ha elevado injusta e irracionalmente los cobros en los recibos de la luz, incluso a ciudadanos que carecen de estos aparatos. Usuarios de la CFE de todo el estado han demostrado, con recibo en mano, que después de pagar de 500 a 600 pesos, ahora les están cobrando de 5000 a 8000 pesos. Ahí están los ejemplos de las colonias República Mexicana, Toledo, Las Coloradas, sindicatura de Jesús María, de igual modo los pobladores de Leyva Solano, en Guasave y no se diga las familias de Ahome. Estos cobros los ha puesto en la disyuntiva de comer o pagar los recibos.
Como diputados locales y regidores del cabildo de Culiacán, hemos atendido alrededor de 433 casos en Culiacán, 40 familias de Jesús María y las comunidades de San Lorenzo, Emiliano Zapata y Baila. No obstante, el único logro alcanzado es la firma de convenios para pagar en parcialidades el monto tan elevado que se les está realizando. Por ello, aproveché la tribuna para invitar a mis compañeros diputados para que el H. Congreso del Estado se exprese y actúe en torno a los siguientes puntos:
a) Se convoque y exhorte a la CFE y al Gobernador del Estado para que se firme un convenio similar al de mayo del año 2014 y permita la aplicación generalizada de la tarifa 1F en todo el estado.
b) Que inmediatamente se realice un estudio sobre las condiciones climáticas del estado para que, con base a ello, la CFE defina de manera justa las tarifas de consumo eléctrico en Sinaloa.
c) Solicitar a la CFE que la tarifa 1F sea de un solo precio: de 0.809 pesos por kWh hasta los 2500 kWh, como lo anunciaron el 4 de enero de este año, para que realmente se vea la disminución de las tarifas eléctricas.
d) Que ante los numerosos reclamos de la sociedad debido a los altos montos de los recibos de luz, el H. Congreso se solidarice e implemente acciones de atención y asesorías a los afectados, e incluso que a través de las Comisiones Permanentes indicadas participe en estos reclamos sociales.
e) Que el personal de Protección Civil del estado y los municipios ubiquen espacios y momentos de condiciones críticas de temperatura y radiación y eviten que la población realice actividades que pongan en riesgo su vida.
Es importante destacar que Sinaloa ha estado en calma, pues las manifestaciones se han realizado con respeto, en comparación con otros estados; sin embargo, no apostemos a que la paciencia de los ciudadanos se agote y las expresiones cambien de manera radical.