El psicólogo de perros Stanley Coren estableció seis categorías según la inteligencia de los canes.
En la obediencia o en la indiferencia de una mascota no interviene tanto su actitud, sino su raza. Así lo indica una investigación basada en el comportamiento de los perros y su capacidad para responder a una orden.
De acuerdo al especialista canino Stanley Coren, autor del libro ‘The Intelligence of Dogs’, existen razas que pueden aprender y retener con mayor facilidad una orden y cuentan con más capacidad para ser amaestrados.
El investigador ubicó 79 razas de perros en seis categorías y distinguió las más inteligentes de las menos astutas. Conozca los canes pertenecientes al sexto grupo, que suelen ser menos obedientes.
Las razas de perros menos inteligentes y obedientes
Al final del ranking se ubican los perros que necesitan entre 30 y 40 repeticiones para adquirir un aprendizaje, los que tienen respuesta lenta, bajo nivel de obediencia y entrenamiento, según la investigación de Coren.
Tienen una esperanza de vida de entre 10 y 18 años.
Es una raza de perros mediana y pequeña y suelen ser bastante desobedientes. Pueden llegar a comprender nuevos comandos después de repetirles de 80 a 100 veces.
Basset hound
Esta raza hace parte de los sabuesos, compartiendo con ellos características como las orejas largas y tener una esperanza de vida de 10 a 12 años.
El Basset Hound obedece el primer comando durante un 25 por ciento del tiempo, pero puede ser peor. La insistencia y la paciencia es clave en el entrenamiento de estos canes
Mastín
Puede vivir de 8 a 10 años y se caracteriza por ser un perro guardián. Es reconocible por su peso y altura, que está entre los 50 y 70 centímetros.
“Es fuerte y elegante, de porte bonachón y noble. Es un perro pacífico, pero valiente y defensor del territorio”, recopila la página ‘Toppercan’.
Pequinés
El Pekinés data del Imperio Chino, época en la que perteneció a la realeza.
Una de sus características más prominentes, igual que la del Shih Tzu, es su pelaje y su tamaño, que lo catalogan como un perro elegante y con ‘caché’.
Bloodhound
También conocido como perro de San Huberto, por su origen belga, hace parte de los sabuesos.
Es importante por su gran tamaño y tiene un muy buen olfato, característica utilizada para la caza. Es dócil y amigable, lo que lo hace también poco astuto.
Borzoi
También se le conoce como Galgo ruso y se remonta a los años 1000, cuando se le apreciaba por ser cazador por sus largas extremidades.
Aun así, suele ser despistado y poco obediente.
“El simpático y fácilmente adiestrable Borzoi tiene dos caras de carácter: En la casa, suele comportarse como un miembro de la familia tranquilo y gentil”, recopila el blog especializado en mascotas caninas ‘Dogbible’.
Chow-chow
También tiene un pelaje extremadamente bello y nariz chata, como el Pequinés. Al igual que el Shih Tzu, surgió en China y era empleado para ser guardián de los templos.
Para 1865, de acuerdo a lo que reseñan distintos medios, la reina Victoria de Inglaterra recibió uno como regalo y eso llevó a su popularización en Europa y América.
Bulldog
Requiere de muchos cuidados a raíz de sus características físicas, específicamente las arrugas, su peso y su nariz chata. Es un perro muy familiar, por lo que le encantan los niños.
También suele ser muy testarudo, por lo que no obedece fácilmente.
Basenji
A estos canes, a los que se les suele conocer como ‘los perros que nunca ladran’ por una curiosa característica de la raza.
“Aquí hay muchos matices, pero sí que es cierto que en cuanto a la anatomía de la zona de fonación tiene unas particularidades diferentes del resto de razas”, aclaró a ‘La Vanguardia’ el veterinario Joan Rubiralta.
Es decir, el sonido que sale de su boca es diferente del sonido típico de los perros cuando ladran.
Sabueso Agano.
Desde su surgimiento, en Afganistán, Pakistán y de India del norte, fueron entrenados para la caza de liebres.
Razón por la cual, son considerados como independientes y desconfiados con respecto a los extraños.