Turning Red es la nueva película de Pixar, la cual llegará el 11 de marzo del 2022 a Disney Plus, y nos cuenta la historia Mei Lee: una niña de 13 años que se debate entre ser la hija obediente que su madre quiere que sea o el caos propio de la adolescencia, problemática a la cual se le suma un extraño cambio, cada vez que se emociona se convierte en un panda rojo gigante.
Y al respecto de esta trama, Julia Cho -directora de Turning Red, a quien quizá también reconozcan por el emotivo cortometraje Bao– reveló en una conferencia de prensa que la inspiración del relato surgió de su relación con su mamá:
«Una de las cosas con las que conecté desde el inicio con Domee Shi -co guionista de la película-, es que ambas crecimos muy apegadas a nuestras mamás, y queríamos hablar sobre la relación que forjamos con estas dos mujeres muy fuertes, y la transición de ser un niña cuya madre es todo tu mundo, a una mujer joven que está tratando de aprender a ser independiente, y lo aterrador que es eso».
¿Un conflicto adulto?
Dicho esto, Julia Cho reveló que si bien su protagonista vive estos cambios a los 13 años, tanto ella como la co guionista del filme Domee Shi, enfrentaron esta experiencia a una mayor edad:
«Nosotras nos enfrentamos a esto en nuestros 20’s y Mei lo está haciendo a sus 13 años, sin embargo experimenta los mismos dilemas de tener que encontrar una nueva relación con su mamá, donde siga siendo parte de su vida pero también pueda explorar su faceta independiente».
La inspiración detrás de la animación
Curiosamente, la edad de la protagonista de Turning Red no sólo define la narrativa a nivel de guión sino también de estética, la cual ha sido calificada como linda y fornida, esto debido a la complexión robusta de sus personajes, y con respecto al estilo de animación Domee Shi comentó lo siguiente:
«Amo ese tipo de estética que ya vieron en Bao, queríamos volver a explorarla, porque se siente como el estilo perfecto para contar la historia de Mei Lee a través de sus ojos, mostrar la manera en que ve al mundo y las personas. Queríamos crear este mundo que se sintiera diseñado por una niña de 13 años».
Dos mundos coluden
Curiosamente, la animación de Turning Red también recoge por momentos la estética del anime -caricaturas japonesas-, y al respecto Domee Shi detalló algunos ejemplos que podremos ver en la cinta:
«Estoy muy orgullosa por como luce la película y la manera en que el equipo creativo estuvo emocionado sobre combinar la animación occidental y oriental, unir los estilos del anime y Pixar para contar esta historia. Nadie en el crew sabía que eran los ojos de Sailor Moon y porque goteaban sudor cuando intentaba esconder su cuaderno de bocetos de su madre. También tenemos un típica escena del anime donde un moco sale de su nariz y se queda como congelado».