Hacemos una ardua selección a prueba del ‘swiftie’ más exigente. ¿Estás de acuerdo con las elegidas?
uede sonar manido, pero todo lo que toca Taylor Swift, se convierte en oro. No importa si la de Pensilvania lanza un disco sorpresa de la noche a la mañana o si prueba suerte en el rap. Nueve discos y 56 ‘singles’ mediante, es considerada la artista más influyente y rentable de nuestra época. Un título que revalidan infinidad de premios musicales que van desde el Grammy al mejor disco del año —premio que ha logrado en tres ocasiones— hasta el Brit Global Icon Award —galardón que solo poseen tres figuras masculinas: Elton John, Robbie Williams y David Bowie hasta la fecha— y el MTV Video Music Award por ‘Bad Blood’. Y es que si la carrera mediática de la intérprete ha destacado por algo, es por haber roto infinidad de techos de cristal y logrado hacer de la crítica y público una conjunción ganadora. Y como telón de fondo, una vida privada plagada de titulares y parejas sentimentales que han elevado su figura en apenas una década al rango de icono, así como mil y una disputas mediáticas de las que siempre sale airosa. Memorable es su eterno rifirrafe con Kanye West y Kim Kardashian que te resumimos aquí.
Asimismo, sus sencillos nunca suelen dejar a nadie indiferente dado que los géneros musicales que encontramos en su discografía resultan una amalgama poco común: country, pop, electropop e indie conviven armónicos en una lista que hoy hemos intentado resumir en sus 10 mejores canciones. Las definitivas que, si no has escuchado todavía, has de meter hoy mismo en tu ‘playlist’ pop donde guardas tus joyas del género musical. El repaso abarca desde sus primeros discos (mención especial merece ‘Fearless’, de 2008, de la que rescatamos felices aquel ‘Love Story’ que la catapultó a la fama), pasando por ‘Speak Now’, trabajo de 2010 que más pistas cuela en el ránking, hasta su última era de tintes indie que abandera con ‘Folklore’, trabajo que le ha dado las mayores alegrías recientes a la cantante y que entraña varios mensajes ocultos que te contamos en el ‘review’ del disco. Seas ‘hater’ confeso o ‘Swiftie’ acérrimo, estarás de acuerdo en que estas piezas bien merecen un hueco en la biblioteca musical del crítico más sibaritas.
1.-‘AUGUST’ (‘Folklore’, 2020)
Cuatro minutos y poco más componen esta canción de Taylor, la octava de ‘Folklore’, que, como muchos fans consideran, es el culmen de la perfección lírica y melódica. Con ella, Taylor dio un paso más en sus habilidades narrativas y, en lugar de contar una historia personal o autobiográfica mediante una canción, compuso tres temas para el disco que giraban en torno a un triángulo amoroso ficticio y cuyos personajes presentaban su perspectiva en una de las tres canciones. Como ya hizo en ‘All too Well’ al rememorar todas sus anécdotas con el actor Jake Gyllenhaal, o en ‘Cornelia Street’ al conectar ese lugar con su pareja, esa relación de ideas sucede ahora con el mes de agosto, en el que, aun sabiendo que tendría un final y que no le pertenecían a ella todos esos momentos, la chica sin nombre del triángulo disfrutó como pudo de la ilusión y la magia que creyó ver en el chico que llama James. Y otra vez, Taylor nos partió el corazón.
La quinta canción de un disco tan intenso como ‘Red’ no podía no ser devastadora. Nunca fue ‘single’ (qué sorpresa, Taylor), pero no hizo falta para que ‘All too Well’ se haya convertido en un clásico de la tragedia ‘swiftie’ que pasará a los anales de la Historia de su discografía. Escrita junto a Liz Rose, colaboradora habitual de los primeros discos de Taylor, comentaron que originalmente la canción duraba entre 10 y 15 minutos y se fue recortando por motivos obvios (¿nos regalarán la versión megaextendida en la reedición del disco?). Agradecemos, parcialmente, no tener a nuestra disposición la versión original porque ‘All too Well’ ya es capaz de destrozar a cualquiera con sus 5 minutos y medio de duración. Gyllenhaal, sobre el que habla la canción según investigaciones semioficiales de la comunidad ‘swiftie’, también debe agradecer que no existan más minutos.
Pocas cosas en la discografía de Taylor son tan adictivas como el estribillo de esta canción y la energía que desprende, con perdón de muchísimos otros temazos. Una vez más, Taylor nos sumerge en el inicio de la relación, cuando tal vez ni siquiera se puede llamar relación, y, de nuevo, sin la idealización ni el romanticismo empedernido de ‘Enchanted’, más adolescente e inmadura. 9 años después, dentro de ‘Lover’, podemos encontrar este retrato de las mariposas iniciales y de esos miedos que nos invaden cuando no sabemos realmente hacia dónde se dirige un rollo que nos encanta, cuáles son las líneas que el otro está cruzando (o no) o qué está pensando mientras nuestros amigos nos advierten que tengamos cuidado con no estrellarnos (otra vez). ‘Cruel Summer’ es, como el título avisa, pop veraniego, fresquito y te engancha tanto como ese ‘crush’ o ese ‘affair’ veraniego del que no quieres despedirte. Atención al puente de esta canción porque es el definitivo para coronar a Taylor como la alcaldesa de Bridge City, una expresión que ella misma ha utilizado alguna vez para describir su pasión por diseñar puentes absorbentes.
Como es típico de Miss Swift, algunas de sus joyitas más especiales nunca fueron ‘singles’. Este es el caso del tema que dedicó a la calle neoyorkina en la que alquiló un apartamento entre 2016 y 2017 y que parece que presenció algunos de los mejores momentos de los inicios de la relación entre Joe Alwyn, su chico, y ella. Aunque no vinculamos esta canción a la energía, el colorido y el optimismo que se nos viene a la cabeza al pensar en la era ‘Lover’, podemos encontrar en ‘Cornelia Street’ un ‘Enchanted’ más maduro y crecido, menos cursi y con imágenes más concretas y mundanas. Igual de dramática y entregada, eso está claro, que para algo es Taylor Swift, pero totalmente acertada al imaginarse que jamás podría pasear por esa calle, que tan buenos momentos brindó a la pareja y que les vio nacer, si algo malo les ocurriera. Ouch.
La magia, la ingenuidad y la inocencia de esta canción son absolutamente incomparables. Este tema es una metáfora preciosa de esas mariposas en el estómago que sientes después de la primera cita con alguien que te gusta de verdad y que a menudo se mezclan un poco con los murciélagos que te hacen preguntarte si esa persona va a sentir o siente ya lo mismo o si igual no. La cuestión es que, una vez más, la letra no puede dejar indiferente a nadie en el retrato casi adolescente que hace de ese comienzo (o comienzo platónico) de una relación. Es más, es literalmente imposible que no te rompa un poquito por dentro ese angelical “please, don’t be in love with someone else / please, don’t have somebody waiting on you” (“por favor, que no estés enamorado de otra persona / por favor, que no haya nadie esperándote”).
Aunque pertenezca a una era tan distinta y alejada en el tiempo de ‘Fearless’ y ‘Speak Now’, la canción ‘Getaway Car’, muy diferente musicalmente de las anteriores, por supuesto, sigue haciendo uso de unas metáforas y una narración de las que es imposible despegarse. En mitad del golpe en la mesa pop que significó ‘Reputation’, todos nos imaginamos a Taylor, guapísima y con el pelo rubio oxigenado, en la MET Gala de 2016 justo al inicio de lo que vendría a convertirse en Hiddleswift, su breve, pero aparentemente intensa relación con Tom Hiddleston. Taylor se visualiza junto al actor huyendo a lo Bonnie and Clyde en un coche de su relación con el DJ Calvin Harris, aunque, posterior e irónicamente, Joe Alwyn, su actual pareja, se convertiría en su siguiente “Getaway car” para huir de Tom. ¿Que todo esto son solamente especulaciones swifties? Así es. ¿Que encajan como un guante? Pues también. ¿Que esta es una de las canciones favoritas de los fans de ‘Reputation’? Indudablemente.
Todos los ‘swifties’saben que las canciones más dolorosas, vulnerables y dramáticas Taylor las deja siempre en el quinto puesto de sus discos. Si en ‘Ours’ todavía no nos queda claro si se refería a su relación con John Mayer, 13 años mayor que ella, con esta canción desde luego no nos cabe duda alguna. Según Taylor, John era un poquito bipolar y según se levantara, la trataba de una u otra manera y, la verdad, ¿quién no va a identificarse con esta dinámica tan tóxica y recurrente? Si Katy Perry abordó esta situación de manera más cómica en ‘Hot & Cold’, Taylor lo hizo en ‘Speak Now’ con una letra que, como podría esperarse, no sentó muy bien a John, que le contestó con ‘Paper Doll’, donde anunció que Taylor era como “22 chicas en una”. Larga vida a las referencias.
“The stakes are high, the waters rough, but this love is ours” (“es mucho lo que está en juego, las aguas están revueltas, pero este amor es nuestro”). Como en ‘Love Story’, Taylor vuelve a insertarnos en medio de una relación que no todo el mundo aprueba a través de una canción tan sencillita como entregadísima, intensa y romántica, marca de la casa Swift.
Aunque forme parte del segundo disco de Taylor, ‘Fearless’, muchos descubrieron a Swift con esta fantasía narrativa, obviamente inspirada en Romeo y Julieta, que todavía, a día de hoy, es difícil de olvidar. Nosotras, en 2021, nos quedamos con su propia versión libre de ataduras discográficas y lanzada bajo sus términos. Este temazo, pegadizo, cursi y adorable, nos introdujo de lleno en el mundo de Taylor y nos presentó muchos de los conceptos y sentimientos que distinguirían su carrera durante tantos años: la temática amorosa como eje central, el narrador intensito en primera persona, la combinación country/pop y el sentimiento de tener delante de nuestras narices la entrada del diario de cualquier adolescente americana que sueña con pirarse de su aburridísima ciudad pequeña de la mano de su príncipe azul. ‘SO CUTE’.