*Tres horas y media de duración
*Poca gente en el Malecón
Un desfile largo, tedioso, con poca alegría y desairado por los mazatlecos, fue lo que se vivió esta mañana en el 109 aniversario de la Revolución Mexicana con el tradicional desfile del 20 de noviembre. Duró poco más de tres horas y media, incluso la mayoría de los funcionarios del gabinete del alcalde de Mazatlán, Luis Guillermo Benítez Torres, dejaron al “jefe”, salvo las autoridades que estaban en el templete principal frente al Hotel La Hacienda.
El inicio de la marcha de los más de tres mil participantes, de poco más de 40 escuelas, desde secundarias hasta universidades públicas y privadas, comenzó a las 8 de la mañana, una vez que llegó el alcalde Benítez Torres, acompañado de la presidenta del DIF, Gaby Peña Chico, para encabezar la ceremonia y recorrido de los contingentes .El desfile comenzó a la altura del Monumento al Pescador siguió por el Malecón hasta bajar por la avenida de Los Deportes, frente al Acuario.
Como siempre, La Marina se lució con distintos equipamientos, sobre todo de ayuda y apoyo a la población; presentaron también grupos de élite de combate a la delincuencia, como los caninos para detectar droga y estupefacientes.
Los cadetes de la Escuela Náutica con sus tablas acrobáticas y pirámides llamaron la atención, al igual que los bomberos.
La mayoría de las escuelas y universidades llevaron sus bandas de guerra, porristas luciendo sus “minis” y bastones en mano bailando la melodía de preferencia; algunas escuelas llevaron sus propias bandas musicales que fue parte del colorido y la poca alegría que se sintió.
Incluso, hubo órdenes al inicio del desfile y al paso de los contingentes de la Secretaría de Seguridad Pública que en sus patrullas y motopatrullas llevaban a menores de diferentes escuelas a quienes les pidieron que sonrieran al pasar frente al alcalde Benítez Torres y demás autoridades, entre ellas mandos de La Marina y del Ejército Mexicano, así como el titular de la SSP.
No hubo nada sobresaliente en este desfile porque hasta los servicios de emergencia, como la Cruz Roja, no le pusieron “calor” a sus simulacros de accidentes.
La descubierta la iniciaron patrullas de Seguridad Pública, le siguió el DIF, después La Marina y enseguida los elementos de la policía preventiva y los demás contingentes. Cerraron el desfile un mosaico revolucionario de la sindicatura de El Recreo y tres jinetes montados en briosos caballos, uno de ellos una guapa “Adelita”, los otros eran varones.