*Es tradición llevarle flores ante eventos climatológicos
*Protectora de pescadores
Hace más de cinco décadas, en 1972, la emblemática figura de la Virgen de la Puntilla llegó a la ciudad costera de Mazatlán de la mano del primer obispo de la localidad, Miguel García Franco.
Inicialmente, esta representación religiosa se convirtió en un símbolo de bendición para los pescadores y sus viajes marítimos.
Durante años, los habitantes de Mazatlán ven en la Virgen de la Puntilla una fuente de protección y guía para los hombres del mar.
Las misas en su honor y las ceremonias de bendición se convirtieron en parte integral de la comunidad pesquera local. Sin embargo, con el transcurso del tiempo, esta figura religiosa adquirió una nueva dimensión en la vida de los habitantes de la región.
Conforme los fenómenos climatológicos, particularmente los huracanes, comenzaron a afectar a Mazatlán y sus alrededores, la devoción hacia la Virgen de la Puntilla evolucionó.
La gente comenzó a ver en ella una protectora no solo de los pescadores en sus travesías, sino también un refugio espiritual contra los elementos naturales.
Hoy en día, la Virgen de la Puntilla ha adquirido el rol de guardiana contra huracanes y eventos climatológicos extremos.
Es una tradición arraigada que cuando se pronostica la llegada de un evento climático de este tipo, los lugareños acuden a su santuario con flores y ofrendas, buscando su protección y amparo ante la inclemencia del tiempo.
