La taekwondoín María está de regreso al tatami

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La taekwondoín terminó con la incertidumbre de si volvía o no al tatami: quiere competir en el Campeonato Mundial y se ilusiona con París 2024.

Luego de no clasificar a los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, el futuro de María del Rosario Espinoza se convirtió en una incógnita. La posibilidad de que se retirara del tatami estuvo latente, pero la triple medallista olímpica ha parado en seco cualquier rumor al respecto.

En entrevista, la atleta confirmó que continuará en el alto rendimiento con el objetivo primario de competir en el Campeonato Mundial de Wuxi, China, en abril de 2022; además, María del Rosario tampoco oculta la ilusión que le genera el asistir a sus cuartos Juegos Olímpicos, por lo que no descarta para nada contender por ir a París 2024.

“Teníamos campeonato del mundo este año, y lo cancelaron, y ahora lo que queda es esperar fecha para el evento más importante y el certamen en el cual se irá el enfoque del entrenamiento. Si el próximo año hay Campeonato del Mundo sí lo tengo considerado”, mencionó Espinoza.

De competir en la siguiente justa mundial, María estaría en su novena participación en este tipo de certamen, donde ya ha logrado tres medallas: una de oro en Pekín 2007, una de bronce en Muju 2017 y una de plata en Manchester 2019.

“Ya perdí la cuenta de qué campeonato del mundo sería para mí. En el Mundial el objetivo es estar dentro de las medallas o ganarlo, y ese es el objetivo y reto, y estar en ese evento siempre me pone muy contenta, que puedo poner en México en lo más alto”.

La ilusión de París 2024

El camino a París 2024 será más corto debido a la pandemia. Por esta razón, María del Rosario –que cumplirá 34 años en noviembre– se ilusiona con la idea de competir en otra justa olímpica, aunque tal como se ha manejado durante toda su carrera, prefiere ser cauta y llevarlo día a día.

“Como deportista ya viví tres Juegos Olímpicos, y el hecho de vivir unos cuartos es una ilusión y es algo grande para mí; siempre que puedo representar a México y, sobre todo, en unos Juegos Olímpicos es de verdad una gran ilusión, pero también soy consciente de cómo va a reaccionar mi cuerpo, de cómo va mi motivación, por lo tanto, prefiero ir paso a paso”, dijo la histórica atleta mexicana que tiene en su palmarés una medalla de oro en Pekín 2008, un bronce en Londres 2012 y una plata en Río de Janeiro 2016.

María ya tiene 18 años en el alto rendimiento, pero aún mantiene esa motivación por continuar entrenando y compitiendo, y así lo hará hasta que el aspecto mental y físico se lo permita.

“Yo estoy muy contenta de todo lo que me ha brindado el deporte, de todo lo que me ha enseñado el taekwondo y siempre la motivación va a ir dependiendo de cómo me vaya sintiendo en los entrenamientos y en las competencias, por lo que ahora no quiere hacer una planeación a largo plazo, sino que ir paso a paso”, enfatizó.

Y el 2023 será un año crucial para el deporte amateur, ya que se juntarán dos competencias oficiales del ciclo olímpico, los Juegos Centroamericanos y del Caribe en Panamá y los Juegos Panamericanos en Chile, por lo tanto, María también ve qué posibilidades tiene de aguantar ese ritmo de competencia en este ciclo que culmina en París 2024.

“El 2023 será complicado para todos, ya que se realizarán los Centroamericanos y Panamericanos; hay que adaptarse a todas las modificaciones que se han hecho por el covid y será complicado para todo el mundo”, mencionó la deportista, quien en el ciclo pasado no estuvo en los Centroamericanos de Barranquilla 2018, ni en los Panamericanos de Lima 2019.

Futuro como entrenadora

Al quedar fuera de los Olímpicos de Tokio 2020, tras perder la evaluación con Briseida Acosta, María Espinoza no se tiró en la hamaca, sino que decidió apoyar en los entrenamientos a los tres deportistas mexicanos que compitieron en los pasados Juegos Paralímpicos, y donde Juan Diego García obtuvo el metal dorado.

Espinoza estuvo entrenando con Daniela Martínez, Francisco Pedroza y García en las instalaciones del CNAR, después viajó con el equipo a Tokio para transmitirles su experiencia y aconsejarles cómo enfrentar un evento de tal magnitud.

“Estoy contenta, sin duda para mí fue otra faceta, además de una motivación el hecho de ver cómo se desempeñó todo el equipo. Fue padre ver la bandera en lo más alto y escuchar el Himno Nacional, me trasladó de nuevo a mis primeros Juegos Olímpicos, donde obtuve el oro. El objetivo que tenía era transmitirles toda la experiencia que tengo en los Juegos, y eso fue un gran reto”, dijo la atleta, quien apoyó a la entrenadora nacional Jannet Alegría.

Así vivió María Tokio 2020, desde la banca; por ahora dejará de lado esa faceta para continuar con su camino deportivo y donde París 2024 podría ser la opción para, ahora sí, decir adiós al tatami.

Información por MILENIO