LA SUPREMA CORTE Y EL CORTE DE DEL SUPREMO

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ELIO EDGARDO MILLÁN VALDEZ.

          López obrador, es un presidente de fusta y fuste, que trata de imponer el cambio de régimen por la vía de la fuerza. Hay que decirlo: Sus propósitos son nobles y correctos. Pretende acabar con los privilegios y la corrupción, pero tienen un hándipac que aboya  sus buenas intenciones, se trata ni más ni menos, en el cómo concretarlas. Estos cómos están haciendo crujir a las instituciones, pues si no se ajustan al modelo y la ruta que plantea el presidente, serán ajustadas o eliminadas.

En este zipizape la Suprema Corte ha recibido una tunda de denuestos que el presidente y sus allegados le han propinado. Se les ha dicho por lo menos: “Que no quieren renunciar a sus privilegios. Y estos estiletes los han lanzado, justo cuando la Corte solamente está revisando si la propuesta por AMLO y aprobada por el Legislativo, es legal o no. Hasta ahora la Corte no está defendiendo sus privilegios -que los tiene- simplemente están sopesando si los tabuladores salariales que ha impuesto el nuevo gobierno están apegados o no a la Constitución

CUIDADO, MUCHO CUIDADO.

           Pero esos improperios contra la Corte son una caricia de seda, si se toma en cuenta lo que Ricardo Monreal, Presidente del Senado y Mario Delgado, presidente de los diputados, han expresado en son de amenaza: “Que no harán caso a la Suprema Corte”, lo que conducía al gobierno en funciones a un desacato. Algunos como Salgado Macedonio- también de MORENA- ha sugerido que si está institución autónoma se atraviesa en su camino, “Hay que hacerla a un lado, nombrado a nuevos magistrados”. ¡Cuidado!

Si ello ocurriera el país quedaría a merced de un solo hombre, pero también se vulneraría la carta magna que rige nuestra vida democrática, con todos sus asegunes e imperfecciones, pero es aún perfectible; no lo sería si se manda la diablo esta institución. Hoy son días que condensan años. No tienes de la bañera el agua sucia junto con el niño, porque nos estaríamos precipitando a regirnos por el código de la Ley de la Selva.