La pandemia y vivir con tu agresor

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Desafortunadamente la desigualdad social se ha hecho notar más en esta cuarentena, donde el privilegio de hacerla en casa es el más deseado, y que no todos la vivimos igual, a pesar de hacerla así. México es el país más feminicida del mundo, tristemente aproximadamente 6 mujeres son asesinadas al día con indicios de violencia sexual, y la pandemia no ha detenido esto, sino, todo lo contrario; ya que las demandas de acoso, agresión y violación nada más han aumentado.

Esta columna va dedicada a todas las mujeres que tienen que vivir esta cuarentena con su agresor: no están solas. Desafortunadamente no conozco todos los casos ni está en mi poder ayudarlas a todas, pero lo que sí puedo hacer es visibilizar ese sector que ha sido olvidado durante la pandemia. La esposa, madre, hija, nieta, hermana, sobrina, trabajadora o prima que está sufriendo y no puede escapar; los centros de apoyos están cerrados por la pandemia o saturados, las líneas de ayudas son ineficientes y el uso de la fuerza coercitiva se ha demostrado que no funciona.

Sé que no tenemos instituciones confiables y que la impunidad en México es cosa de todos los días, pero las invito a denunciar y a hacer todo lo que esté en sus manos por sobrevivir, me encantaría que la historia o las alternativas fueran distintas pero el Estado y sus dirigentes, que han tomado la agenda en contra de la violencia hacia la mujer y la han botado a la basura, no han hecho un esfuerzo real en ayudarlas; solo nos queda una sociedad civil organizada lista para exigir y actuar.

Los invito a la reflexión de sus privilegios, de su suerte y en caso de no tenerla acercarse a la persona que más confianza le tengan, porque es mejor 15 días de Covid-19 y sobrevivir a no saber si serás una más en lista de nombres de las que ya no regresan. Fuerza. Y a todos los hombres, agresores o no; los invito a la deconstrucción de sus masculinidades tóxicas, a sus actuar agresivo y a buscar ayuda, existen múltiples líneas telefónicas de ayuda para evitar la violencia intrafamiliar, sesiones de respiraciones; ojalá y no sea demasiado tarde. Mucha suerte a todos, un día más es un día menos.