Con un espectáculo musical que puso en juego todas las pasiones humanas, el pasado jueves, veinte jóvenes y virtuosas voces del bel canto nacional, cerraron una intensa semana de entrenamiento vocal bajo la especializada guía del reconocido maestro Enrique Patrón de Rueda.
La Galería Ángela Peralta se cimbró a partir de las 19:00 horas con la actuación de “las voces maravillosas”, que tenemos en México, -como lo afirmó el maestro Patrón-, acompañadas al piano por el maestro Andrés Sarre.
Durante el evento, Enrique Patrón corrigió, gesticuló, recomendó y detuvo la interpretación de sus pupilos, cada vez que lo estimó necesario.
Esta dinámica emocionó al público y lo acercó a las exigencias técnicas y artísticas que deben vencer los cantantes para avanzar en el difícil mundo de la ópera.
La galería se llenó más allá de su capacidad; las sillas fueron insuficientes y algunos asistentes permanecieron de pie, embelesados ante el caudal de voces que dieron vida a diversos personajes e historias del drama musical.
Fue en este lugar, donde los alumnos tomaron el curso para desarrollar sus habilidades vocales, perfeccionar su voz y desempeño escénico. Algunos cantantes tomaron el curso como preparación para participar en el próximo Concurso Nacional de Canto “Carlo Morelli”.
Dio la bienvenida, el reconocido director de orquesta e impulsor de la ópera en México, Enrique Patrón de Rueda, quien presentó el primer número de la noche, un poderoso trío integrado por la mezzosoprano Laura Guerrero; la soprano Karen López y el tenor José Miguel Valenzuela
Karla Álvarez, Mariana García, Carla Hernández, Manuel Bernal, Guadalupe Aguirre, Paloma Segarra, José Lara, José Miguel Valenzuela, Héctor Valle, Carolina Espinoza, Karen López, Eimy Osuna, Oscar Velázquez, Rosa Muñoz y Angélica Alejandre, salieron airosos y desencadenaron los más diversos sentimientos con cada una de sus interpretaciones.
Ellos provienen de Mexicali, Torreón, Chihuahua, Hidalgo, Colima, Tijuana, Ensenada, Culiacán e incluso del Taller de Ópera de Bellas Artes en el Distrito Federal y cimbraron la sala con la interpretación de complicadas pero bellas piezas, de reconocidos autores, entre ellos: Wolfgang Amadeus Mozart, Giuseppe Verdi, Vicenzo Bellini, PyotrIlyich Tchaikovsky, Richard Strauss, Giacomo Puccini y Georges Bizet.
Fue un espectáculo musical extraordinario donde la expresividad corporal y la belleza de la voz se desbordaron junto a las notas del piano para atrapar la vista, el oído, la sensibilidad y la imaginación del público.
Enérgico y a veces bromista, pero siempre fiel a su pasión por la ópera, en todo momento el maestro Enrique Patrón encontró la forma correcta de puntualizar y corregir las fallas de los cantantes y a su vez, reconoció el gran talento congregado en el escenario.
El cierre de la velada fue intenso y sacudió a los espectadores con la interpretación de la Cabaletta Sempre Libera de La Traviata de Verdi en la voz de la soprano Angélica Alejandre y el tenor Andrés Carrillo. La joven atrapó al público con su voz aguda, clara y brillante y demostró por qué fue seleccionada para participar en Operalia, el certamen de canto internacional fundado por el mundialmente reconocido tenor Plácido Domingo.
Al finalizar el concierto el público aplaudió de pie al elenco y elogió los conocimientos musicales del maestro Enrique Patrón, quien agradecido, invitó a seguir apoyando la ópera, un género que para gozo de muchos sigue vivo, a pesar de más de 400 años de historia.