*Fue un temido jefe del narcotráfico
*No estoy orgulloso de su violencia
No me siento orgulloso de la violencia que generó mi padre en Colombia; “es una historia que no se debe repetir”, dice Sebastián Marroquín, hijo de uno de los capos de las drogas más poderosos del mundo en la década de los 80s., Pablo Escobar.
El ahora arquitecto, escritor de libros sobre la vida y triste historia de Escobar, ofreció una conferencia magistral esta mañana en el Centro de Usos Múltiples de Mazatlán (CUM), en donde estuvo como invitado especial el alcalde porteño Edgar González y el empresario Amado Guzmán; el anfitrión de este evento fue el arquitecto Raúl Ricardo Villavicencio, director general de Encanto Desarrollos. También estuvo José Gámez, director comercial del Pueblo Bonito-Emerald Bay y cientos de jóvenes estudiantes de secundaria, preparatoria y universidad.
Durante una hora, en donde Marroquín, se apoyó con fotografías de su padre, su familia, las lujosas propiedades de Escobar, además de videos, reiteró que toda esa violencia y esa narco cultura, de la que hoy algunos jóvenes la repiten, no debe suceder más porque traen la ruina y la destrucción de muchas familias.
El hijo de Pablo Escobar hizo un repaso de todo lo que vivió al lado de su padre, un aparente empresario exitoso, pero con la verdadera cara de un jefe criminal que se enfrentó a los gobiernos y mató a funcionarios, entre ellos al ministro de Justicia.
Escobar hizo un imperio del narco terror, incluso en su enfrentamiento con el Cártel de Cali que estuvo a punto de costarle la vida a Sebastián, a su hermana y su señora madre, luego de una explosión de una poderosa bomba en uno de los edificios de su padre.
Por todo ello, dijo Marroquín, mi tarea es desmitificar a mi padre y que no lo sigan viendo con “glorificación” y de “un hombre exitoso”, sino como el delincuente que fue y que ese no es el camino para los jóvenes para llegar a una vida de éxito.
Reconoció que su padre tuvo mucho dinero, lujos, propiedades que nadie más tuvo, pero al final terminó muerto; muchos otros jefes del narcotráfico también terminan igual o presos de por vida en las cárceles.
Indicó que cuando el imperio de terror de su padre se desmoronaba, llegaron a estar escondidos con millones de dólares en la habitación pero con padre porque no podían salir del escondite a comprar lo necesario, “parecíamos dueños de todo, pero dueños de nada”, subrayó.
Al final de la conferencia, los jóvenes le tributaron una estruendosa, pero cálida ovación y aplausos a Marroquín, quien se vio sumamente emocionado porque sintió que su mensaje le llegó a muchos jóvenes presentes. El arquitecto Villavicencio agradeció la conferencia y destacó los grandes valores de Sebastián, contrarios a los de su padre.
Villavicencio habló de la paz, la seguridad y la educación para el camino del éxito y del bien. Luego habló de Mazatlán con su gran desarrollo y una de las mejores ciudades del mundo para vivir.
Finalmente, con la presencia de Amado Guzmán, en ese podio, se entregó un cheque simbólico por la cantidad de poco más de 356 mil pesos para la Asociación Encauza que ayuda a personas con padecimientos de cáncer.
Por último, Sebastián se vio muy “apachado” de muchas personas, adultos, jóvenes y mujeres que deseaban la “selfie” para la historia.