La guerra gringa contra los chapitos; golpazo a Cuén; las danzas del Químico

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FRANCISCO CHIQUETE
Tiempos duros parecen avecinarse para nuestro estado. La decisión estadunidense de ir contra los chapitos y sus operadores podría abrir la brecha para romper el precario equilibrio sobre el que se basan nuestros niveles de seguridad.
El gobierno mexicano ya no podrá decidir ante sí mismo la aplicación de su política de “abrazos, no balazos”. Tendrá que atender los requerimientos expresados ya en una larga lista de presuntos traficantes de fentanilo y ello por supuesto, generará tensiones y enfrentamientos que no sólo tendrán resultados negativos entre los involucrados, sino en todo el tejido social.
Un elemento de peso es que las capturas o los escapes de estos personajes abrirán huecos que otros querrán llenar y para ello darán batallas de sangre y fuego. Y por si fuera poco, otras organizaciones podrían venir a tratar de apoderarse de plazas y rutas que por mucho tiempo han ambicionado.
Es un panorama difícil.
Pero antes que llegue ese futuro, que esperemos se conjure, hay otras realidades muy actuales, como el discurso prepotente e intervencionista del fiscal estadunidense Merrick Garland. Dijo que venían por sus acusados, dejando la lucha contra el fentanilo en territorio mexicano, como si fuese su campo de acción, sin poner atención en su propio espacio nacional.
Un discurso indignante que sin embargo nos hizo un efecto de lamentación al escuchar a ese funcionario de los Estados Unidos diciendo a las víctimas de los narcotraficantes, a los familiares de agentes caídos y ciudadanos victimizados, que no olvidarían sus tragedias e irían por los victimarios. Qué ganas de que hubiera sido el gobierno mexicano quien lanzara esa proclama o una parecida, pero no. Lo que oímos fue preocupación por los del otro lado de la línea legal.
ENTRE CEJA Y OREJA,
EL FREGAZO A CUÉN
Fue un golpe directo, explícito e intencionado a la mandíbula: el coordinador nacional del esquema adelantado de la campaña pro Adán Augusto, descalificó a Héctor Melesio Cuén Ojeda, cuando anunció que el único coordinador estatal de esa tarea en Sinaloa es el diputado rochista Ambrosio Chávez.
Cuando se hizo la designación, Cuén intentó una defensa retórica: qué bueno que haya otro y que venga todavía otro más, todos podemos trabajar juntos. Pero ahora ya le dejaron claro que no, que puede seguir participando, pero como un ciudadano más, ya no como coordinador estatal.
Por cierto, sin mencionarlo, también parecen echarle flit a Gilberto Ojeda Camacho, quien muy recientemente había sido destapado como coordinador de lo mismo. Habrá que esperar a que se aclare el asunto.
Cuén había mantenido firmes las esperanzas de seguir con el respaldo del secretario de Gobernación ante el embate del poder morenista de Sinaloa, pero el dirigente nacional de la organización “Ahora es Augusto”, Arturo Ávila, despejó las dudas. Cuén puede sumarse, pero como un ciudadano más, dijo.
Como ya se ha comentado aquí, lo más seguro es que la Ley Orgánica de la UAS sea reformada y se modifiquen los mecanismos de elección de rector, directores, consejeros y demás autoridades. Lo más seguro es que con eso echen fuera de las estructuras universitarias al Partido Sinaloense, y le restrinjan no sólo las fuentes de recursos, sino la posibilidad de influir sobre el estudiantado y la plantilla laboral para conseguir militantes o activistas.
Una cosa sin embargo deberá ser analizada a fondo: ¿en manos de quién va a quedar la institución? Porque la sociedad hoy está muy al pendiente y seguramente no aceptará que un morenista o un rochista sea el nuevo dueño de la franquicia universitaria, si no se garantizan los cambios de fondo que se ofrecen.
POR LA ANIQUILACIÓN
La estrategia del estado es que el debate por la Universidad quede a cargo del Congreso y no del gobernador, quien ya acusaba desgaste por su estilo frontal de manejar los asuntos.
La cosa es que el encargado, Feliciano Castro Meléndrez, ha resultado muy buen fajador y muy mal parlamentario. Sus ataques no están basados ni en la viabilidad legal de las decisiones legislativas, ni en las concepciones sobre la democracia o la participación equilibrada. Todo lo que ha hecho es amenazar al rector Jesús Madueña con meterlo a la cárcel.
Es tanto su afán, que según corre por los mentideros, el gobernador Rubén Rocha Moya ya está pensando en mandarlo al penal de Aguaruto, no como huésped, sino como director.
NO CONECTAN SUS DICHOS
CON SUS NOMBRAMIENTOS
Algo está pasando con los personajes de la cuarta transformación, que constantemente caen en notorios traspiés. En esta semana, el secretario de Gobernación, Adán Augusto López, fue al senado de la República y declaró que ya no se podría designar a los consejeros faltantes en el Instituto Nacional de Acceso a la Información. Esta tarea es del Poder Legislativo, pero el segundo en la estructura del Poder Ejecutivo fue y adelantó decisiones que son tarea de los senadores.
En Sinaloa, el gobernador Rubén Rocha Moya, que habría ofrecido ya no hablar del conflicto con la UAS, aseveró que no hay una orden de aprehensión contra el rector Jesús Madueña Molina. Hasta donde se sabe, las susodichas órdenes las otorga el Poder Judicial, y las administra la Fiscalía General de Sinaloa, entidades ambas, autónomas respecto del Poder Ejecutivo Estatal.
Como veremos más adelante, lo del INAI, su falta de consejeros, es una decisión del presidente, y lo del gobernador es producto del enojo por el ruido que le han metido al conflicto, pero tanto Augusto como Rocha deben considerar que sus expresiones vulneran la separación de poderes y la autonomía de organismos como la Fiscalía y el INAI.
Tanto uno como el otro son personas conocedoras de las estructuras del gobierno y de la teoría que presuntamente las regula, pero el ejercicio del poder les ha llevado a borrar las fronteras. Se ve que la condición de gobierno con amplio respaldo social les genera una comodidad que hoy es placentera, pero les hace dejar un rastro de pequeños negativos que pueden llegar a acumularse.
EL MALDITO DINERO
El presidente Andrés Manuel López Obrador dice que no se necesita un instituto como el de Acceso a la Información Pública y que su desaparición permitiría el ahorro de mil millones de pesos que podrían ir directo a la gente.
¿De veras se puede desaparecer al INAI sin que pase nada? Ante la danza de las cifras que han corrido en derredor de obras cono el AIFA, Dos bocas y el Tren Maya, la primera reacción fue reservar la información, no sólo del dinero, sino de los permisos, plazos, contratos y demás.
Por muy molesto que pueda resultar el hecho de gobernar bajo el acoso de los medios, no se puede dar marcha atrás en derechos tan importantes como el de saber cómo se toman las decisiones y los efectos éstas generan. La estafa maestra, la casa blanca, las toallas de Fox y muchos otros ejemplos de corrupción fueron denunciados y en alguna medida detenidos gracias al acceso a la información. Por más que se insista en que “callaban como momias”, los medios y muchos ciudadanos que utilizan esos mecanismos, han sido importantísimos para mejorar la marcha del país. En cambio Adán Augusto dice que la inoperancia del INAI es el mejor de los mundos.
Por cierto el presidente al anunciar la desaparición de la Agencia Noticiosa Notimex, dijo que ya no se necesita porque ahora está La Mañanera. Es una muestra clara de la concepción unipersonal del poder. Una agencia informativa es mucho más que la voz del jefe del ejecutivo, por más poderosa que sea. Es un instrumento del Estado Mexicano en su conjunto, con capacidad para divulgar cosas de interés colectivo, para investigar asuntos que le importan a toda la nación, para dar voz a los grupos, creadores y sectores que no la tienen. Ese conjunto no puede ser sustituido con una perorata unipersonal.
EL BAILE DE LOS TIEMPOS
Hace un año, durante la semana de la moto, Luis Guillermo Benítez Torres, en plenitud de su delirio de poder, bailaba frenéticamente al son de los grupos famosos que su gobierno pagaba “para promover al turismo”.
Hoy no hubo chamarra de cuero, paliacate, triciclo de alta gama de los que le daban a escoger en préstamo. También desaparecieron las solícitas, guapas y jóvenes asistentes que le acomodaban los lentes, le limpiaban la frente y recogían las virutas expulsadas por su boca.
Pero no está tan mal. Si ya no danzó con la Sonora Dinamita, hoy trae a la fiscal Sara Bruna bailando a su ritmo, un cadencioso danzón en que el afamado proceso legal que le crearon, se mueve apenas dentro del espacio de un ladrillo, retrasando un mes, quince o más días, las cadencias que al final habrán de llevarlo a la exoneración, porque en esta Cuarta Transformación ya le hallaron el modo a la impunidad legalizada.
A nivel local, al Químico Benítez lo están encausando por Ejercicio Indebido del servicio público, un delito que aún comprobada su responsabilidad, no se considera grave, y permite seguir el juicio en libertad, y luego librar la cárcel con una caución. Todo ello a despecho de la lluvia de millones de pesos -cientos de millones de pesos- que andan volando en las cuentas públicas y en los célebres acuerdos privados.
Pero no es el único caso. Al director del Instituto Nacional de Migración Francisco Garduño, finalmente le abrieron causa por la muerte de cuarenta indocumentados ocurrida en una cárcel migratoria de Ciudad Juárez.
Pero ¿sabe usted de qué lo están acusando? ¡Efectivamente! De Ejercicio Indebido de la Función Pública. La única diferencia es que al Químico lo obligaron a dejar la Presidencia Municipal primero, y lo corrieron de la Secretaría de Turismo después, mientras que a Garduño le permitirán seguir en su puesto mientras llega el momento en que lo encuentren culpable, si lo encuentran.
Garduño, como el Químico, ha presumido ser amigo de YSQ.