LA FUERZA DEL QUÍMICO NO ES UNA FUERZA MORAL, ES UNA FUERZA DE CONTAGIO?

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ELIO EDGARDO MILLÁN.

El 16 de marzo Químico Benítez dijo para el mundo y sus alrededores: “Hasta el momento en el municipio no se ha confirmado ningún caso de coronavirus, al encabezar la segunda reunión del Comité Municipal de Salud, que está en sesión permanente ante la contingencia que se vive al nivel mundial. Después anduvo regodeándose, que si ocurriera un brote tomaría medidas, pero entretanto le daría rienda suelta proyectar eventos; por ejemplo, abrir el 10 mayo los restaurantes para que las “mamacitas” no fueran a regañar a sus retoños ese día, pues cometerían un pecado de lesa maternidad. (No dijo tan elegantemente, pero así lo dio a entender, además porque Mazatlán se cocía aparte. Álgame la virgen!

Y precisamente por ingravidez vírica de este puerto canta’or, jarocho y aparentemente buen escenario para sus legítimas aspiraciones políticas, como dice los demagogos, le revivieron las ganas se seguir teniendo el privilegio de man(a)dar, para poder reelegirde como presidente municipal si el dedito de su hacedor no le dice que él es el “bueno”. Y con esos sueño que se le ha convertido en su pesadilla, se fue a repartir despensas a granel-de poco monto y poco monto- acompañado de sus incondicionales y la “prensa buena” para que tomara buenas foros que no parecieran a él. Total anduvieron por santamaría y todo el mundo haciendo filantropía electoral, haciendo caso omiso de las medidas sanitarias, hasta que el virus “que no existía, según los otros datos de Benítez” lo puso en cuarentena a él y a su grey.

Pero en este caso el pez por su boca y su poca mollera muere, lo que necesariamente debe festinarse; pero si debe condenarse el número de personas que fueron contagiando. Y lo digo como hipótesis tanto porque prácticamente media administración municipal se enviró de Covid-19. Y lo digo también porque a partir de la campaña electoral del quimiquín, como le dicen sus amigos, el número fue subiendo exponencialmete hasta llegar a una cantidad de contagios que casi le respiran en la nuca a Culiacán, como ocurre a veces en las carreras de caballos.

EL QUÍMICO Y LA RUTA DE PESTE.
Ahora que ha llegado la escalada del coronavirus a nuestra ciudad, aparte del castigo divino que recivieron el Químico y sus huestes por andar haciendo roncha electoral, la COFEPRIS denunció Luis Guillerno I por incumplir las disposiciones sanitarias y realizar 30 eventos masivos que pudieron haber propagado los contagios de Covid-19; además fue acusado por diputados locales ante la institución indicada. El vocero de los legisladores enfatizó el 9 de mayo, que los integrantes de la Comisiones Unidas de Seguridad Publica y de Salud y Asistencia de la 63 Legislatura, acordaron solicitar al alcalde acatar las recomendaciones legales de salud mientras dure la contingencia sanitaria por la pandemia, debido a que Benítez Torres anunció en esas fechas la reapertura de establecimientos de comida.
Por su parte Rafael González Sánchez, miembro de PT, sustentó su denuncia contra el Químico por las acciones y por incumplir las medidas decretadas por el gobierno federal y estatal para prevenir la propagación del Covid-19, y por tanto deberían atenderse las acciones de sana distancia para mitigar la propagación, expuso el petista. De igual forma detalló que del 15 de marzo al 15 de mayo, el alcalde mazatleco y el secretario del ayuntamiento, José de Jesús Flores Segura, realizaron 30 eventos masivos, por lo que incumplieron con la normatividad establecida e hicieron caso
Pero a la mañana siguiente el que le puso la carne al asador fue el abogado Luis Antonio Aguilar Colado, ex director de Gobierno y del Departamento Jurídico del actual gobierno, al acusar a su “compadre” Benítez Torres de “delincuente” porque es un foco de infección a ciencia conciencia, sobre todo cuando es un químico que sabe de la agresividad y virulencia de las enfermedades”. Los mazatlecos no vamos preguntarnos como antaño qué vamos hacer con los pobres o como en esta era de lucidez moral científica: Qué vamos hacer con los ricos. Lo patá salá nos cuestionaremos qué demonios vamos hacer con el químico, sin mayúscula.