El Carnaval de Mazatlán es una fiesta familiar. Desde 1898, los ajustes realizados entonces al programa de nuestra máxima fiesta procuraron efectivamente la participación abierta de las mujeres, los niños y los adultos mayores, para garantizar una convivencia festiva de todo el grupo familiar en las distintas actividades: lo mismo en las apasionadas contiendas por las coronas, en los carros alegóricos, en las comparsas, que en los festejos callejeros.
La tradición de los reinados nació de esa orientación. Por eso, hasta la fecha, si, como dice el mito, las jóvenes mazatlecas quieren ser reinas, sigue siendo una decisión familiar la determinación sobre si participan o no como candidatas. Parte de esa usanza ha sido admitida como asunto de la vida familiar de muchos apellidos, que la han vuelto una práctica. Un buen número de familias consideran un honor el ver involucrado a uno de sus miembros en las contiendas por los tronos carnavaleros. Por eso también, la del Carnaval de Mazatlán es también una historia de familias.
En los árboles genealógicos de veintiocho familias mazatlecas están colgadas alrededor de noventa coronas de los distintos reinados carnavaleros. Los título de Reyes y Reinas del Carnaval, Reinas de los Juegos Florales, Reinas del Carnaval Infantil y de Reyes de la Alegría son ostentadas en hasta cuatro generaciones diferentes. Es el caso del linaje carnavalero López/Farriols que ya abarca tres de ellas del árbol genealógico.
En 1970 Libia Zulema López Montemayor, llegó de Guasave como candidata a reina del Carnaval, que entonces se promovió como de todo Sinaloa y que llevó por tema “El mayor espectáculo sobre la tierra (las comedias musicales”. SGM Libia Zulema I obtuvo la corona en un concurso de los que empezaron a estilarse por esas fechas. Su figura creció en popularidad cuando a los pocos meses fue proclamada reina de la belleza mexicana bajo el título de Señorita México, siendo la primera sinaloense en alcanzar esa distinción.
Más tarde dos de sus tres hijas de apellidos Farriols López participaron en las contiendas por las coronas carnavaleras. En 1990, en el carnaval denominado “Si lo supiera Versalles”, Libia Zulema Farriols López obtuvo el reinado de Los Juegos Florales de Mazatlán; aunque, debió fungir como representante de la fiesta por la ausencia en todas las actividades posteriores a las fechas oficiales del festejo, de quien había obtenido el reinado del Carnaval.
Diez años después, durante “El Carnaval del Milenio”, Pamela Farriols López concursó y ganó la máxima corona, completando la segunda generación de reinas de la misma línea familiar, como SGM Pamela I.
Daniela Farriols López, la única hija de Libia Zulema López Montemayor, quien no participó en las contiendas como candidata, aportó la primera reina de la tercera generación de la familia, cuando en 2016 en el carnaval denominado “Mazatlántida. La alegoría que surgió del mar”, Daniela Tostado Farriols se convirtió en SGM Daniela I.
Cincuenta años después de la coronación de SGM Libia Zulema I, otra de sus nietas, se convierte en Libia Zulema II, Reina del Carnaval de Mazatlán 2020 “Somos América. Pasión, alegría y esperanza”.
El Carnaval de Mazatlán vive pues en el corazón de las familias mazatlecas: unas porque participan activamente, por tradición o herencia, en la lucha por los reinados; pero, en general, en los de todas las demás familias, porque enseñamos y aprendemos en los hogares que la fiesta del Carnaval es de todos, desde los niños hasta los abuelos.