Por fin, una noticia fuera de la política, pandemia o economía nacional, el fútbol mexicano de primera división llega Mazatlán; muchos dirán que de una forma deshonesta o comprando su entrada a la Liga MX, pero ¿podemos juzgar a una directiva por no considerar a la afición? Sinceramente yo creo que no, hay pocos equipos en México que sí sería impensable desterrarlo de donde son, ya que las ya difuntas Monarcas nunca dejaron de ser un equipo chico, un equipo local con la que únicamente un título en su haber, su mudanza no representa nada en la historia futbolísitica, si lo vemos de manera objetiva. (Siempre que alguien menciona todos los equipos del país se olvidan de este o de Puebla).
Sin embargo, lo que sí nos muestra es lo que ya todos sabemos, a los dueños les da igual los jugadores, los directivos, la afición y la mística del equipo, solo les importa la retribución económica, por otro lado ¿no es eso el fútbol, entretenimiento? No estamos hablando que al River lo están mandando al barrio de la Boca o que las Chivas se mudarán a Santa Úrsula, sino, un equipo sin trascendencia se vendrá a una ciudad experimento, que si no funciona en 5 años se irá a cualquier otro destino que al Sr. Salinas Pliego se le acomode de mejor manera a sus planes.
Yo como amante del fútbol y mazatleco ya estoy listo para cada 15 días para ir a ver los partidos que, a nosotros como afición, se nos presenten; y de verdad espero que la sociedad mazatleca y sinaloense se apropie de la mística del equipo como todas las demás aficiones, como si se trátase del béisbol. Yo sé que somos un pueblo beisbolero y nos encanta, entendamos o no el deporte, ir al Teodoro Mariscal a comer salchichas asadas, tomar pacífico y a reírnos del Benny; solo espero que estas tradiciones de igual forma se forjen con el bolompié mazatleco.
Los invito a ser afición apasionada, a dejar todo en la cancha y callar a todos los que dicen que Mazatlán no merece un equipo de primera división. Somos una gran ciudad, podemos ser una gran barra y hacer un cambio increíble dentro de la Liga, de corazón le deseo lo mejor a la directiva, a los jugadores, a la afición y al equipo, y espero que no pase mucho para poder levantar una copa aquí en Mazatlán.
Por supuesto, y porque soy alguien educado, le deseo la pronta resignación a toda la afición del equipo de Michoacán.