LA CARA VERGONZANTE DEL PASEO COSTERO.

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– Cerca de treinta negocios, lotes, edificios y baldíos muestran su fachada grotesca hacia el malecón.
– Esto, solamente en el tramo de Olas Altas y Ángel Flores hasta Avenida Playas Gaviotas y Avenida Gaviotas.
– Lugares emblemáticos de la diversión y de la gastronomía lucen abandonados.
Algunos de estos espacios fueron emblemáticos en la vida nocturna de nuestra ciudad, en otros se hicieron grandes negocios y, en uno que otro vivieron familias poderosas.
Se suman a la lista espacios vacíos que lo mismo crían fauna nociva que contribuyen con ahínco en afear la imagen del paseo costero.
En el tramo que comprende los cruces de Ángel Flores y Olas Altas hasta Playa Gaviotas y Avenida Gaviotas existen treinta negocios, lotes, edificios y baldíos que muestran la cara horrenda del paseo costero, en estos tiempos donde nuestra ciudad se esfuerza por mostrar un rostro más moderno y próspero, más amable a la vista.
De toda esta larga lista, quizá el más significativo siga siendo el local y las casas abandonadas donde antes se ubicaron la discoteque Frankie ‘ Oh y las dos propiedades aledañas; cuya ubicación satelital es 23º 13.738 N y 1060 26.878 O; las cuales por más que quieran disimularlas con mamparas publicitarias siguen siendo perceptibles.
El antiguo Toro Bravo, el lote baldío enseguida de Universidad de Occidente; donde antes era Mariscos Jerónimos, y el abandonado local donde se asentaba el Mundo Bananas, son de los más relevantes espacios de la zona turística que generan una mala imagen visual y también se han convertido en centros de refugio para personas malvivientes o con taras mentales, fauna nociva y acumuladeros de basura.
Estos negocios acumulan adeudos con la Comuna en relación al pago de sus contribuciones, concretamente el impuesto predial, por el orden de los 5.3 millones de pesos; algunos con adeudos que datan de hasta ocho años, aunque no se fiscalizan, debido a que la Ley solamente permite contabilizar en los rezagos hasta cinco años.
Fenómenos como el retiro de cruceros, la movilidad comercial hacia otras áreas de la ciudad, concretamente a la zona norte y de La Marina, fueron determinantes para que muchos negocios e incluso desarrollos habitacionales condominales como los ubicados en Playa Norte fueran abandonados por falta de rentabilidad y de créditos bancarios para su culminación.
Hoy, Mazatlán con su nuevo despertar no ha generado el suficiente interés empresarial para rescatar este tipo de espacios.
Los lotes baldíos ubicados en zonas especificas del paseo Costero siguen abandonados, no por falta de interés comercial, sino por la voracidad de sus propietarios que le apuestan a la engorda de los mismos y con el amparo de la laxitud legal que no cuenta con mecanismos suficientes para mantenerlos limpios y en buen estado a pesar de que generan costos a la ciudad.
Son pocos los locales y espacios que han sido rehabilitados: las antiguas Hamburguesas Norma de la familia Becerra se convirtió en un centro de guisos de carnes, el Canucks en marisquería, el Palomar se regeneró; el antiguo Restaurante Forg’s que marcó toda una vida y tendencia en los ochentas es ocupado en la actualidad por las oficinas de la secretaria de Turismo, las de Comunicación Social y las de Obras Públicas.
Siguen en el deterioro el antiguo Mundo Bananas; centro de reunión de la juventud arguendera en los noventas; el lote ubicado frente a la Muralla China de la zona dorada, se vio envuelta en conflictos lñegales por haberse vendido al mismo tiempo a dos grandes empresas como lo edran Panama y Sanbors.
El Navy Club, el local que fue centro de reuniones gays en los ochentas y noventas, parodiando al Toro Bravo, denominado La Vaca Mansa esta destruido por el paso del tiempo y la falta de mantenimiento.
En el paseo de Playa Norte sigue soñando sus viejas glorias del arrabal y malevaje el Bum Bum y Las Yardas, La Tapatía se ha ido al igual que Las Marías por avenida del Mar y Ferrusquilla, y, que decir de los Mariscos Jerónimos, que años antes era la menudería 24 horas favorita de los que nos trasnochábamos en las juergas juveniles.
En algunos lugares, pocos por cierto, ha llegado la transformación como en la vieja plaza aledaña al Seguro Vieja que una vez albergó al Patio, donde se acaba de colocar la primera piedra de lo que será unan torre condominal.
Hay espacios que siguen esperando su recuperación y, otros que se suman al derrumbe de viejas glorias.
Ahí tenemos el caso del legendario local de Guillermo Nelsón y Playa Norte; donde las discusiones actuales son si invertirá “un poderoso grupo de Los Mochis” o será gasolinera; hablamos del Camachín, marisquería de la que sólo queda en pie…. el Camichín.