*’Una de las cosas que me ha dejado la vida es ser agradecida’
*Fiel al lugar que le ha dado para vivir
María de Refugio Sánchez Lizárraga, conocida como La Cachimba, personifica el espíritu trabajador y dedicado que caracteriza a las personas del Parque Bonfil.
A sus 54 años, La Cachimba es un verdadero ejemplo de resiliencia y amor por su comunidad, proveniente de una familia con raíces en la pesca, María de Refugio encontró su camino hacia el Parque Bonfil hace 16 años, donde por casualidades del destino llegó a trabajar a esta zona.
Algunos años después, logró establecer su propio negocio de comida, a pesar de no haber vivido de la pesca durante sus años de matrimonio, ella siempre se sintió atraída por la vida y la cultura de este lugar único.
Desde el primer día en que abrió su puesto, ha sido acogida con los brazos abiertos por la comunidad local, su cálida atención y su excelente sazón rápidamente la convirtieron en una favorita entre los clientes, lo que le permitió adquirir su propia casa y ganar reconocimiento en la zona.
«Aquí he encontrado de todo, amistades, enemistades, pero siempre te das a respetar y te respetan», mencionó.
A pesar de que su apodo, La Cachimba, surgió inicialmente como una burla, María de Refugio supo convertirlo en una marca distintiva que la ha llevado a ser reconocida y admirada por muchos.
«Una de las cosas que me ha dejado la vida es ser agradecida con las personas que en un momento me han dado su mano, además aquí eh conocido a mucha gente, españoles, rusos, colombianos», expresó, y así reflejó su actitud de gratitud y aprecio por las oportunidades que ha recibido.
Con fe en Dios y un amor inquebrantable por su comunidad, María de Refugio se levanta cada día con determinación y gratitud, ya que como mencionó, nunca se va con las manos vacías, pues siempre saca lo suficiente para subsistir, además su puesto de comida en Parque Bonfil ofrece una variedad de deliciosos platillos, desde desayunos hasta mariscos, siempre con el mejor sazón y el trato más amable.
Ubicada en el Parque Bonfil, C. Del muelle, esquina con Puerto Topolobampo, La Cachimba espera ansiosa cada día para recibir a sus clientes con una sonrisa y una comida deliciosa.
Su historia es un testimonio inspirador de perseverancia, trabajo y amor por la comunidad.
