María Elena Ríos Ortiz fue atacada con ácido en septiembre pasado; tiene afectaciones en el 90 por ciento de su cuerpo; su atacante sigue libre.
Invadida por la impotencia de ver a su hermana postrada desde hace tres meses en la cama de un hospital, rompe el silencio para denunciar la lentitud con que las autoridades de justicia de Oaxaca investigan al culpable del daño físico y sicológico con el que vive su hermana María Elena después de que fue atacada con ácido el pasado 9 de septiembre en la ciudad de Huajuapan de León, Oaxaca, y que le dejó afectaciones en el 90 por ciento de su cuerpo.
María Elena es una joven oaxaqueña originaria del municipio de Santo Domingo Tonalá perteneciente al distrito de Huajuapan de León, tiene 26 años y es comunicóloga social pero su pasión es tocar el saxofón, instrumento musical con el cual tiene sueños aún por cumplir pero por ahora lucha por salvar su vida de esta violencia que sufrió hace 90 días.
La hermana (quien solicitó el anonimato) tiene miedo por lo que le pueda ocurrir a ella y a sus familiares por sus declaraciones, pero no titubea al exigir que María Elena requiere una atención especializada que no se le ha podido brindar en el Hospital Civil “Aurelio Valdivieso” debido a que de las dos operaciones que le han practicado para incrustarle injertos de piel, su cuerpo los ha rechazado.
Está desesperada porque las autoridades de Oaxaca encabezadas por el gobernador Alejandro Murat y la Fiscalía de Oaxaca no han hecho nada para ayudarlas, no les cree; ahora prefiere pedir ayuda a nivel federal, y que sea la Secretaría de Salud o de Gobernación e inclusive el propio presidente Andrés Manuel López Obrador los escuchen y sepan que su hermana María Elena es la primera mujer en Oaxaca en sufrir daños severos por una agresión con ácido y la cuarta a nivel nacional pero no está siendo atendida dignamente con servicios médicos de calidad.
“Mi hermana requiere ser atendida, trasladada, necesitamos que la vean especialistas de alto nivel, estamos muy angustiados porque aquí en Oaxaca la han abandonado a su suerte todas las autoridades y no le han dado la atención debida, nos tienen olvidados y lo peor es que nos sentimos amenazados, ella ha recibido amenazas estando hospitalizada, nos dieron 15 días de medidas cautelares, que ya vencieron, estamos desprotegidos y tememos por nuestra vida”, dijo.
Del hombre que la agredió no se sabe nada, la hermana dice que según la Fiscalía General de Justicia de Oaxaca hay avances en la investigación pero hasta ahora todo sigue impune.
Del autor intelectual, la familia de María Elena Ríos Ortiz supone pudiera ser un exdiputado priísta, pero prefirieron omitir su nombre por miedo a represalias por lo que piden de forma tajante y urgente se investigue a esta persona.
“Mi hermana no toma, no fuma, su único vicio si es que pudiera llamarse así es la música. La mañana del 9 de septiembre un señor llegó, tocó la puerta, ella abrió y le arrojó el ácido a su cuerpo, nosotros pensamos que fue el exdiputado y empresario, pero por ese poder que tiene creemos que las autoridades de Oaxaca lo están protegiendo, por eso pedimos ayuda”, comentó.
La hermana no sabe qué más decir, su corazón está dolido cada vez que pronuncia la palabra justicia porque se siente impotente y con rabia de la lentitud de las autoridades en la investigación. Su hermana ya declaró, pero no hay justicia y lo que ahora abunda es “la impunidad”.
De acuerdo a las cifras de Consorcio Oaxaca, durante la administración de Alejandro Murat (de diciembre de 2016 al 10 de diciembre de 2019) han sido asesinadas 373 mujeres, de las cuales 158 ocurrieron después de la Alerta de Género. Asimismo, 44 de los feminicidios han sido cometidos en la región de la mixteca.
Fuente: Aristegui Noticias