Inventó un embarazo para engañar a novio

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De acuerdo a la versión de la madre del joven engañado, la novia de este, de 18 años de edad, inventó un embarazo y posterior muerte del bebé; en esta farsa participó el dueño de la funeraria Gallardo, con domicilio en El Nayar, Durango.

De acuerdo a la señora María de los Ángeles Esparza, mamá de Édgar Olague, el joven fue engañado por su pareja Aylin Burciaga quien, después de haberse visto descubierta, lejos de arrepentirse incluso se burló de lo sucedido.

En su domicilio ubicado en El Pueblito, la señora María de los Ángeles narró que Édgar y Aylin tenían poco más de un año de novios, por lo que llegó el momento de hablar de unirse en matrimonio y formar una familia.

El joven le comunicó, tanto a su mamá como a su novia, que se iría a Estados Unidos a trabajar para juntar dinero para poder casarse.

Fue en el mes de diciembre del año pasado cuando Édgar se fue al vecino país del norte de donde es residente para comenzar a trabajar; los dos primeros meses del siguiente año no le fue bien, no consiguió empleo, sin embargo, eso no lo detuvo hasta que lo logró.

La señora María de los Ángeles comentó que para el mes de febrero Aylin le comunicó a su pareja que estaba embarazada, y Édgar a su vez le dio la noticia a la mamá y pronto toda la familia ya lo sabía, por lo que desde ese momento comenzaron a hacer los preparativos para la llegada del bebé.

Édgar, con la ilusión de formar una familia y de ser padre, le mandaba dinero a su pareja, al menos cien dólares por semana, recurso que le estuvo mandando durante nueve meses; incluso ella le mandaba imágenes del ultrasonido cada mes, afirmándole que todo iba bien, y así pasó todo el proceso del embarazo.

La joven nunca se apareció en la casa donde vivía Édgar a pesar de que se le invitó varias veces con la finalidad de que conociera el cuarto que iban a tener.

Platica la señora María de los Ángeles que durante los meses del embarazo tanto ella como sus demás familiares hicieron el esfuerzo para comprar infinidad de cosas para el bebé, como ropa, pañales, la cuna, cobijas, entre otras.

Cuando se llegó la fecha del supuesto parto, todo cambió.

El parto estaba programado entre el 29 de septiembre y el primero de octubre, y Édgar pidió permiso en su trabajo para estar aquí el día del nacimiento del bebé. Llegaría el 28 de septiembre por la tarde.

Ese mismo día, la señora María de los Ángeles sintió una angustia sin saber el motivo, hasta que en la tarde le entró una llamada de Jaquelín, amiga de Aylin, quien le dijo que el bebé ya había nacido, pero sin vida.

“Yo me enojé mucho con ella, le dije que por qué no me había avisado para acompañarla a la clínica, me dieron puros pretextos, les pregunté que en dónde había sido el alumbramiento y me dijeron que en el Hospital General 450, pero que ya habían sacado al bebé”, ahí fue donde le vinieron las dudas.

“Ya más tarde me estuvieron llamando muchas veces, que si ya iba a la casa porque ya estaban ahí los de la funeraria, yo no tenía cabeza en ese momento, estaba entre la tristeza y el dolor, además estaba pensando en cómo hacerle para velar al bebé, pensando en comprar qué darles a quienes nos fueran a acompañar, muchas cosas que pasaron por mi mente en esos momentos”.

“Mi hijo me habló cuando venía en camino que Aylin ya le había dicho que el bebé había nacido muerto, y hasta me dijo ‘mamá no se apuré, ya no se puede hacer nada’”.

Una vez que la señora llegó a su casa, ya estaba ahí la carroza de la funeraria Gallardo junto con su dueño, la cajita donde estaba el bebé y la muchacha.

“Cuando entraron a la casa, muy apresurados, tanto Aylin como el dueño de la funeraria, lo único que querían era que les recibiera la caja, que pagara el servicio para después irse de inmediato, pero primero les dije que lo quería ver, al principio los dos se negaron, pero yo me aferré hasta que lo obligué a que abriera la caja y dónde fue mi sorpresa que no había nada de bebé, que era un muñeco, manifestándome en ese momento el dueño de la funeraria que no era la primera vez que lo hacía, y que nunca lo habían cachado”.

Después de la escena y de la desilusión, la señora María de los Ángeles pidió la presencia de la Policía, acudiendo elementos de la Dirección de Seguridad Pública Municipal, quienes se la llevaron detenida para después ponerla a disposición de las autoridades correspondientes.

La familia afectada acudió al día siguiente a la Fiscalía General del Estado, con la finalidad de interponer denuncia por fraude más lo que se acumulara, sin embargo, al no poder acreditar en ese momento los tickets de envío, puesto que Édgar no venía preparado para ello, sino que llegó a la capital del estado con la ilusión de ser papá, y al encontrarse o toparse en la Fiscalía con una serie de trabas y obstáculos, decidieron por dejar las cosas de lado.

Cabe mencionar que Édgar entró en un cuadro de depresión muy profundo, por lo que hubo la necesidad de acudir al médico y someterse a un tratamiento, crisis que duró o aguantó varios días, hasta que se regresó a Estados Unidos, en donde ahora sigue su vida normal.

 

Información de: Periódico Victoria