DEA acumula historial de anomalías en México

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Lucha anticrimen. Secuestros, usurpación, intervención de comunicaciones y portación de armas, entre las irregularidades. 

La presencia en México de los agentes de la DEA (Administración para el Control de Drogas de Estados Unidos) acumula un historial de acciones fuera de la ley, entre las que se encuentran secuestros, usurpación de funciones e identidad y hasta intervención ilegal de comunicaciones.

“La DEA tiene un sistema de espionaje en la embajada de Estados Unidos y además en (su oficina en) El Paso (Texas) y controla e intercepta comunicaciones históricamente”, sostuvo en entrevista Carlos A. Pérez Ricart, investigador del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE).

Las irregularidades en las que funcionarios de la corporación han incurrido en territorio nacional incluyen también portación irregular de armas para su protección, antes de que esto estuviera regulado, y su participación en operativos en los que se hicieron pasar por militares mexicanos.

El caso más reciente del que se tiene conocimiento es el del general Salvador Cienfuegos, ex secretario de la Defensa Nacional, a quien la DEA le intervino sus comunicaciones privadas.

De hecho, en la acusación contra el militar, el Departamento de Justicia de Estados Unidos señaló que mensajes de Blackberry que habían sido interceptados por la DEA al ex titular de la Sedena probarían presuntamente que éste recibió sobornos por ayudar a la organización de los Patrón Sánchez, encabezada por Juan Francisco Patrón Sánchez, El H2, quien trabajaba para el cártel de los Beltrán Leyva.

Otro caso de irregularidades cometidas por agentes de la DEA fue el de Víctor Vázquez, funcionario de esa agencia estadunidense, quien en territorio mexicano participó activamente en la captura del líder del cártel de Sinaloa, Joaquín El Chapo Guzmán.

Videos que salieron a la luz durante el juicio contra el narcotraficante ante una corte de Nueva York demostraron que el agente estadunidense se vistió con un uniforme de la Marina mexicana y portó un fusil de uso exclusivo de las fuerzas armadas, en febrero de 2014, durante una misión oficial.

Otro caso que ha sido bien documentado es el del secuestro del médico jalisciense Humberto Álvarez Machain por parte de un grupo de policías mexicanos y agentes de la DEA, quienes en contubernio lo llevaron ilegalmente a Estados Unidos, hace 30 años, para someterlo a juicio —del que fue declarado inocente— por presuntamente participar en el asesinato del agente especial Enrique Kiki Camarena.

En junio de este año, se entrevistó a Álvarez Machain, quien volvió a negar cualquier responsabilidad en ese caso.

Información por MILENIO