“El Charro de Huentitán” vuelve a cantar en vivo después de su retiro de los escenarios; develó su estatua en la Plaza de los Mariachis.
Guadalajara se le entregó por completo a su ídolo, don Vicente Fernández. Ayer domingo el Centro Histórico vivió una movilización como pocas veces pasa, primero con el desfile 2019 de las Fiestas de Octubre y después por la develación de una estatua de “El Charro de Huentitán” en Plaza de los Mariachis para celebrar cerca de 50 años que honran su trayectoria y de paso poner el nombre de Guadalajara en alto, para luego culminar con un concierto que ofreció en la explanada del Instituto Cultural Cabañas a manera de agradecimiento para su público que lo ha seguido por tantos años; esta hazaña es un hecho histórico, porque desde un “Azteca en el Azteca” (abril del 2016), el cantante de 79 años no había vuelto a presentarse en vivo después de su retiro.
Desde temprana hora el público que acudió a verlo en concierto estuvo haciendo fila para tener un mejor lugar, eran las 14:30 horas y ya había decenas y decenas esperando su momento de estar lo más cerca posible de la estrella, desde Plaza Tapatía. En torno a la Plaza de los Mariachis también había público expectante queriendo ver a “Chente” cuando llegara a develar su estatua minutos antes de las 18:00 horas.
Vicente Fernández agradeció a las autoridades del Estado por este homenaje que le realizaron, también dijo que no estaba del todo terminada la escultura de su efigie a cargo del artista Jorge Frausto Arias, hecha de bronce silicio, de aproximadamente 2.70 metros de altura, considerando al caballo y al jinete que representa “Chente”, con un peso aproximado de 800 kilos. Su costo es de dos millones 610 mil pesos, IVA incluido.
“Le faltaron algunos detallitos, pero se va a terminar. Yo creo que es una escultura bastante bien charra y quiero felicitar a Jorge el escultor que todavía andaba trabajando (en la estatua)”, por lo que Vicente Fernández pidió un aplauso para él.
Durante el acto de develación recordó el legado de José José, por lo que le pidió al público un minuto de aplausos para “El príncipe de la canción”. “No se me olvida las veces que cantamos juntos a dueto y las giras en Estados Unidos. Mi gran amigo que yo creo que sufrió más ahora que murió que en vida con lo que está pasando”.
Dijo luego que mientras su garganta aguantara él cantaría a su público, que en la explanada del Cabañas ya lo esperaban, pero la gente de Plaza de los Mariachis no podía quedarse sin escucharlo y entonó a capela su tema “Mujeres divinas”.
Familiares y amigos estaban acompañando a “Chente”, entre ellos Vicente Fernández Jr. y sus nietos Sissi y Vicente IV, estos últimos expresaron en entrevista la emoción de que su abuelo fuera reconocido con esta escultura.
“Es súper importante, súper orgullosos, estamos muy emocionados. Él también está muy agradecido”, dijo Sissi, quien recordó que desde hace aproximadamente dos meses Vicente estuvo trabajando con el escultor y que él mismo le sugirió al artista que su figura estuviera a caballo y que también fue su idea ofrecer un show para su audiencia.
Luego de la develación, prosiguió el concierto. Cerca de las 19:00 horas, personal del Ayuntamiento de Guadalajara había notificado que en la explanada se contabilizaban al menos 45 mil personas. Y luego se notificó que del Teatro Degollado al Cabañas al finalizar el concierto eran al menos 65 mil personas.
“Chente” había compartido que en el escenario lo iban a acompañar músicos de cinco mariachis, él porto un traje de charro verde, previo a su salida sonaron los acordes de “Guadalajara”. Por ahí se encontraba su nieto Alex Fernández quien también ya se lanzó como cantante.
Vicente abrió con “Mujeres divinas”, “Que te vaya bonito” y “Estos celos”, en todo momento se manifestaba agradecido con su público que fue a acompañarlo. Otras canciones que interpretó Vicente fueron “Hermoso cariño”, “Las llaves de mi alma”, “De qué manera te olvido” y “Por tu maldito amor”. El show culminó cerca de las 19:39 horas y duró aproximadamente 54 minutos.
Luego de las declaraciones que ofreció a Gustavo Adolfo Infante donde comentó sobre un posible trasplante de hígado, y que mencionó el temor de que la donación fuera de alguien homosexual o con alguna adicción, “El Charro de Huentitán” se redimió.
“A veces uno habla… yo iba inconsciente cuando el problema ese, yo iba sedado y dije, pero yo tengo muchos amigos gays y me siento muy orgulloso porque al fin y al cabo todos somos humanos, y eso, manda allá arriba, no nosotros; unos nacen otros se hacen, pero al fin y al cabo son seres humanos”. Destacó que quería ofrecer sus disculpas en público y no en una cámara como alguien se lo había propuesto.
Al final de esta gran fiesta, “Chente” y su público celebraron con fuegos artificiales.
Fuente: Informador