En el último año, los denominados influencers han tomado gran notoriedad en distintos ámbitos mostrando a través de sus redes sociales, hábitos comunes en su vida diaria y su desenvolvimiento en aspectos como la moda, viajes o trabajo.
Es tal el peso que han ganado, y el reconocimiento que obtienen con solo subir una imagen, que quizá muchos estarían dispuestos a hacer cualquier cosa con tal de tener millones de seguidores.
Tal fue el caso de Johanna Olsson, quien de ser de las influencers más queridas y envidiadas por sus millones de followers, ahora es la más odiada por los usuarios.
Según su Instagram, la inglesa con más de 500 mil seguidores, parecía tener una vida interesante e ideal con viajes, ropa de lujo y belleza. Sin embargo, recientemente se descubrió que usaba programas de edición de imágenes para hacer fotomontajes y así engañar a sus seguidores haciéndoles creer que se encontraba de viaje.
No fue que se supo la verdad hasta que varios de seguidores comenzaron a notar que algo extraño se veía en los contornos de sus manos y cabello. Sin embargo, fue gracias a una foto mal editada que toda la polémica explotó.
La influencer tomó toda esta controversia con humor y declaró: «Vivo en Londres pero nunca viajo. Simplemente estoy en casa photoshopéandome a mí misma en otros lugares.
Información de: Vanguardia