En la revisión anual a México, expertos del Fondo Monetario Internacional explicaron que un camino gradual en el retiro de apoyos monetarios puede ofrecer un balance positivo sobre la recuperación económica. Sin embargo recordaron que como el país otorgó uno de los apoyos fiscales más débiles en el choque inicial de la pandemia lo que favoreció un incrementó de la población en pobreza al aumentar el desempleo.
En la revisión anual que realizaron técnicos del FMI en México, la tercera que recibe la administración de Andrés Manuel López Obrador reconocieron que el Banco de México enfrenta un dilema para dirigir la política monetaria en medio de una economía donde prevalece la holgura y con la presión al alza de la inflación.
Los técnicos del organismo destacaron que la recuperación del empleo tras la pandemia y el gran confinamiento es de menor calidad que el previo al choque. En este contexto, la caída en la renta disponible que se presenta en un periodo de inflación al alza, puede agravar la situación de los hogares.
“El subempleo con salarios castigados será mucho más persistente en el tiempo que en otras recuperaciones post recesión, pues se han depreciado al mismo tiempo el capital humano y la oferta de empleos, generando menor productividad por trabajador”, resaltaron.
Para ayudar en las consideraciones de la Junta de Gobierno de Banco de México que esta semana divulgarán su penúltimo anuncio monetario del año, los expertos del Fondo Monetario detallaron que resulta menos costoso endurecer la política monetaria para facilitar un ajuste más ordenado en la formación de precios que correr el riesgo de que la inflación se vuelva más persistente en el tiempo.
“Endurecer la política monetaria podría limitar la posibilidad de que los aumentos de precios sean más duraderos; también podría contribuir a anclar con más firmeza las expectativas de inflación”, explicaron.
Inflación transitoria y fijación de precios
En el análisis, los especialistas del FMI reconocieron que el cambio en el sesgo de la política monetaria, de acomodaticio a restrictivo, creará costos en la producción y hasta sacrificio en la generación de empleos.
Pero acotaron que “son costos relativamente modestos en comparación con los que motivaría buscar un nuevo anclaje de la inflación”.
El tema de la inflación y su transitoriedad fueron profundamente revisados en la visita de los expertos a México. Reconocieron que un camino gradual en el retiro de apoyos monetarios puede ofrecer un balance positivo sobre la recuperación económica.
Sobre todo concediendo que el origen de la presión inflacionaria se encuentra en la reapertura de actividades económicas y los cuellos de botella en las cadenas internacionales de suministro.
Sin embargo recordaron que como México otorgó uno de los apoyos fiscales más débiles en el choque inicial de la pandemia lo que favoreció un incrementó de la población en pobreza al aumentar el desempleo.
Estas condiciones sugieren que el costo social de la inflación será mucho más alto.
Empleo de baja calidad
En la revisión a la que tiene derecho México al ser miembro del FMI conforme lo marca el Artículo IV del Convenio Constitutivo, los técnicos del organismo reconocieron que la recuperación del empleo tras la pandemia y el gran confinamiento en el país es de menor calidad que el previo al choque.
“El subempleo con salarios castigados será mucho más persistente en el tiempo que en otras recuperaciones post recesión, pues se han depreciado al mismo tiempo el capital humano y la oferta de empleos, generando menor productividad por trabajador”, resaltaron.
En el diagnóstico del mercado laboral, que fue presentado a la Secretaría del Trabajo, Luisa Alcalde, explicaron que la recuperación de los empleos se completó a expensas de la calidad de la oferta. Esto significa que los trabajadores se reintegraron con empleos mal pagados y sin prestaciones.
Y señalaron que este deterioro de la oferta de trabajo podría estar vinculado al impacto más duradero de una economía que se recuperó sin el apoyo fiscal de las autoridades durante la etapa más severa de la pandemia, en el Confinamiento del segundo y tercer trimestre del año pasado.