Sin embargo, autoridades sanitarias federales advirtieron contra cualquier complacencia ante un “estancamiento” en el alza de infecciones e instaron a los estados a agregar unidades de cuidados intensivos y fortalecer su fuerza laboral médica.
Los estados norteños de Delhi y Haryana extendieron por una semana los confinamientos, que debían acabar el lunes.
El ministro principal de Delhi, Arvind Kejriwal, dijo que la tasa de casos positivos en comparación con las pruebas generales realizadas se había reducido al 10% desde un 30% a principios de mes.
“No queremos perder los avances que hemos logrado durante la semana pasada, así que vamos a extender el confinamiento otra semana”, dijo Kejriwal a los periodistas.
El estado sureño de Kerala, que anunció previamente una extensión del encierro, también introdujo restricciones más estrictas en algunos distritos el sábado. Advirtió que las personas que no usen mascarillas cuando sea necesario o que violen los protocolos de cuarentena podrían ser arrestadas, con drones utilizados para ayudar a identificar a los infractores.
El gobierno dijo que enviará 5,1 millones de dosis adicionales de vacunas contra el COVID-19 a los estados durante los próximos tres días.
Aunque India es el mayor productor de vacunas del mundo, solo 141,6 millones de personas han recibido al menos una dosis, o cerca del 10% de su población de 1.350 millones, según datos del Ministerio de Salud.
El país ha vacunado completamente a poco más de 40,4 millones de personas, o el 2,9% de su población.