* Desde hace diez años se preveía el desarrollo que se viene para Mazatlán.
* Hay una sociedad apática e individualista, donde todos piden chichi.
Hablar con Humberto Rice García; más que un encuentro con su historia personal, es hablar con una persona que tiene una visión certera de lo que ha sido, es y podría ser Mazatlán.
Dueño de una impresionante trayectoria empresarial y pública, en el servicio público; Rice García nos comparte como en el año del 2003, siendo todavía delegado de Banobras en una reunión celebrada en las instalaciones de Canaco compartió la percepción de que se avecinaba una inversión de hasta 53 mil millones de pesos.
“Nadie creyó que venía el desarrollo, y ha venido en largura y todavía requerimos mucho más para verdaderamente estar preparados”.
Por ello, al ex presidente municipal de Mazatlán y ex diputado federal, le resulta verdaderamente impresionante que, otros lugares estén más preparados que Mazatlán para atender lo que se viene ya que le sigue haciendo falta inversión y a pesar de estar un poco mejor que antes realmente, todavía no nos hemos preparado para lo que se viene, enfatiza.
Rice García, empresario inmobiliario y descendiente de una familia con alta prosapia en la industria naval, estima que nuestra sociedad local sigue siendo muy apática, ya que hay una tendencia marcada al individualismo que no existe en otros lugares donde los grupos demuestran inteligencia para la inversión, confluencia de capitales y desarrollo.
“Ya es tiempo de que los mazatlecos se convenzan de que su ciudad tiene un futuro grandioso” enfatiza.
“Ahora parece ser que todo mundo pide ayuda, como vulgarmente se dice piden chichi, que los armadores, que los pescadores, que los vecinos. Todo mundo está pidiendo que el estado les resuelva las cosas, cuando somos responsables; si es que la agricultura fue mal pues nos fue mal porque no nos aseguramos ante una contingencia; entonces no prevemos las circunstancias que nos pueden suceder.”
El ex delegado del IMSS hace un llamado a los ciudadanos y a los inversionista a hacer conciencia y trabajar bajo un objetivo común y a olvidar la queja permanente como la que se está dando entre transportistas que se andan quejando de que no hayan la puerta con tanto trabajo.
Ejemplificó diciendo que antes las obras de pavimentación se pagaban al ciento diez por ciento; el cien por ciento del costo de la obra más el diez por ciento de la administración que tenía la entidad que hacía la pavimentación y, en la actualidad ahora se les regala el ochenta por ciento y no quieren pagar la diferencia.
No se quiere ni pagar el predial pero si se quiere luz, seguridad pública y agua, por ello se debe de hacer conciencia de la responsabilidad ciudadana, no nada más del gobierno, ya que hemos convertido al país donde solo queremos darle estimulo al derecho y no a la responsabilidad, concluyó.