“Nadar no solo es un deporte: es un pasaporte a la vida”, opina el deportista que forma parte de la delegación mexicana.
El nadador Gustavo Sánchez Martínez forma parte de la delegación mexicana que viajará a Tokio, Japón, para representar a nuestro país en los Juegos Paralímpicos, que se realizará del 25 de agosto al 5 de septiembre con la misión de superar las preseas logradas en Río 2016, donde México ganó 15 medallas: 4 de oro, 2 plata y 9 de bronce.
Gustavo comenzó a nadar desde los tres años, “para mí la natación no solo es un deporte que ayuda a fortalecer el cuerpo: es un pasaporte a la vida”, señala en entrevista.
Aunque esta actividad comenzó como terapia, con el paso del tiempo, se convirtió en una forma de vida, “mis papás se dieron cuenta que todo lo quería hacer dentro del agua, hasta comer y dormir en la alberca”, detalla sonriente.
Deportistas, su inspiración
A los seis años ingresa a Pumitas, en Ciudad Universitaria, en donde su maestro, Juan Manuel Díaz Nava, le observa cualidades para nadar de manera competitiva, por lo que, a partir de ese momento, comenzó a construir un camino lleno de éxitos, haciendo del podio su lugar preferido en las competencias a las que asistía y por las que la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade) lo condecoró en 2009 con el Premio »Luchador Olmeca».
El nadador comenta que otros deportistas paralímpicos fueron su motivación para convertirse en atleta de alto rendimiento, “porque los veía competir, ganar medallas y me decía, yo también puedo ganar alguna presea; ellos fueron el detonante de todo esto”.
Falta de apoyos, talón de Aquiles
Respecto a las dificultades a las que se ha enfrentado indica que, debido a la pandemia por covid-19, no ha podido entrenar como quisiera, así que se ha tenido que adaptar, “ha sido un cambio radical, pero por más que entrenes en casa, nunca va a ser lo mismo que entrenar 700 o mil metros en la alberca; o sea entrenar como estás acostumbrado. Pero hay que seguir, no podemos parar”, apunta Sánchez Martínez.
Otra de las dificultades a las que se enfrenta diariamente son los traslados, porque hay muy poca infraestructura para personas con discapacidad en México. No obstante, considera que se ha avanzado no solo en la Ciudad de México, sino en todo el país “aunque nos pongan mil barreras tenemos que seguir adelante”, puntualiza.
Asegura que, como deportista de alto rendimiento, la falta de patrocinios es una de las principales dificultades a las que se enfrenta, “cuando aún no eres seleccionado, la familia es la que tiene que pagar absolutamente todo”.
Por lo que, tener el apoyo de Citibanamex es muy importante, “porque me ha tratado como persona, no como un producto”, asevera. También dice que ese apoyo lea da seguridad para entrenar «en campamentos nacionales e internacionales; se ponen tu camiseta”, señala. De ahí la importancia de que otras empresas se sumen, porque “así crecería más el deporte paralímpico”, finaliza.
Información por MILENIO