Ganó Claudia

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Por: Miguel Gómez Ochoa

Desde las últimas horas del domingo es todo lo que hemos escuchado los mexicanos, la abrumadora victoria, y golpe sobre la mesa, de Claudia Sheinbaum sobre la pobrísima candidata de la oposición, Xóchitl Gálvez. He de admitir que para mí es muy complicado describir a una persona, siempre he batallado con la simple tarea de describirme frente a un desconocido, por eso siempre me sorprende tanto (para bien y para mal) lo fácil que lo hacen con los políticos, tacharlos de ‘x’ o ‘y’ con mínimas acciones o tildarlos de “derecha” o de “izquierda” sin siquiera entender los conceptos.

A qué voy con esto, cuando escuché el primer “ganó Claudia” por supuesto que venían de los medios oficialistas y los alineados al régimen <>, quienes con solo el 15% de las actas contadas ya confirmaban su inevitable victoria. No tardó mucho en repetirse el mensaje en los demás medios de comunicación, en los no tan alineados y ya al final cuando había más de 5 millones de votos de distancia, los de oposición; pero es curioso cómo cada uno carga con una imagen distinta de una misma persona.

Los medios internacionales, nos felicitan a los mexicanos, pues ganó una Claudia ambientalista, científica, socialdemócrata y judía (cosa que pasaría por alto en cualquier parte del mundo, pero siendo México el segundo país con más feligreses católicos del mundo, es curioso por no decir más); los medios oficiales dicen que ganó una Claudia fiel a López Obrador y su cuatroté, comprometida con el pueblo de México, humilde y austera. Por el contrario, los medios de oposición dicen que ganó una Claudia comunista, militarista, dócil al presidente, corrupta y negligente. Aún no sabremos la verdadera cara de Claudia Sheinbaum, sino, hasta entrado su gobierno, ahí ya conoceremos si es una Claudia que apostará por las energías limpias, que castigará a los corruptos y perseguirá la impunidad, una Claudia que aprovechará su mayoría calificada para pasar las reformas estructurales que México necesita, una Claudia que apoyará la ciencia, el arte, la educación y el deporte, una Claudia del pueblo y no de unos cuantos; porque si llega a ser una Claudia militarista, una Claudia que no de apoyos a los necesitados, una Claudia que sea negligente en cuanto al desabasto de medicamentos, una Claudia que no ponga los intereses de los ciudadanos por encima del empresariado, sabremos que al final fue una más del montón.

Esperemos no sea una académica más de cafetería, de tarjeta de crédito sin límite y sin realmente conciencia social, que sus programas sociales estén destinados a quién los necesita, no tengo ilusión, pero sí seré el primero en reconocer sus victorias y el primero en manifestar sus errores. Y a la oposición, organícense, dejen de intentar lo mismo, vivimos en un México donde el 50% de la población es pobre, quítense el clasismo sistemático con el que fundaron sus partidos, vean al pueblo, discúlpense por el pasado y comprométanse por el futuro, porque ayer existieron gracias a ellos, y el que hoy no estén, también es gracias a ellos. La oposición es necesaria, son los contrapesos ideológicos que necesitamos para tener perspectiva del gobierno en turno; pero tienen que encontrarse y después volver, aunque sea con la frente marchita.

Por último, nosotros como sociedad civil, leamos, hay que estar informados y participar de forma activa en pro de nuestra comunidad, al final el gobierno está conformado por gente como nosotros, dejemos de lado los aplausos y felicitaciones por logros mínimos. Critiquemos, señalemos, y condenemos los actos incorrectos, dejemos de lado la apatía, por eso han hecho con nosotros lo que quieren, porque no pedimos más, merecemos más. Éxito a esta nueva administración, porque si le va bien, a nosotros nos irá mejor.