En el mundo ha empezado una fuerte militancia en contra de la tiranía de los pantalones y en favor del uso de polleras (faldas) para hombres. Un diseñador argentino, de apellido Toledo, afirma que las polleras son algo muy estéticas y asimismo sensuales y cómodas. ¡Y son más prácticas para rascarse los huevos! Yo tengo una de jean y me encantaría otra con tela de traje”.
Además algunos de los argumentos del por qué los hombres deben usar falda tienen propósitos terapéuticos: la compresión de los testículos por el “tiro” del pantalón afecta la fertilidad de los varones y, por si fuera poco, deja poco espacio para que circule el aire y ello provoca permanentes infecciones y rozaduras en salva sea la parte, amén de que la falda permite mayor holgura para hacer trabajos que ni los negros quieren hacer, Fox Dixit.
PERO LA PELEA POR LA FALDA TIENE UNA LARGA HISTORIA.
En la década de los 60, empezó un rechazo hacia lo establecido por las iglesias y con las instituciones contaminadas por ellas en Occidente. Hombres y mujeres lucharon por imponer una moda unisex: pretendían, igualitarios como eran, acabar con las diferencias: las mujeres querían usar ropa masculina y lo lograron. Pero los hombres se quedaron cortos: sólo usaron pantalones aterciopelados, camisas y corbatas floreadas y el cabello largo. Pero no llegaron más allá quizá porque les atemorizó que les dijeran hombresitas, como a veces les dijeron mujercitos a las feministas que “osaron” ponerse pantalón.
Para completar esa tarea inconclusa, ha nacido un movimiento mundial que va a fondo en favor de las faldas para los hombres. El movimiento que impulsa este aggiornamento se llama “The Bravejearts”, cuyo manifiesto es el siguiente: “Somos un grupo de hombres que disfrutamos de la libertad, la comodidad, el placer y la apariencia masculina de las kilts o de cualquier otra prenda masculina sin bifurcaciones” Nuestro propósito es liberar a los hombres de la tiranía de los pantalones impuesta por la sociedad Occidental.” (www.kiltmen.com)
Los Bravehearts también recomiendan, faltaba más, dónde comprar “polleras” diseñadas especialmente para hombres. Porque no se trata de asaltar el ropero de sus mujeres, sino de adaptar las faldas a las exigencias del cuerpo del hombre, más allá de la orientación sexual. En los Estados Unidos, por ejemplo, se ha extendido el término “utilikilt”, que son faldas aptas para trabajar, porque son más cómodas que un pantalón de carpintero.
ALGUNAS EXPRESIONES QUE JUSTIFICAN LA FALDA
Los movimientos en pro de la falda para hombres recurre a la historia para demostrar que no siempre el hombre se calzó los pantalones para ostentar su testosterona: por ejemplo los vikingos, los romanos o de Mel Gibson en Corazón Valiente. También recurren a los escoceses y a sus hermosas Kilti, faldas, porque con ese atuendo que calzan un poco arriba de la rodilla se les ve muy orondos tocando sus gaitas, tomando Whisky en los bares o dándose de “picoretes” con sus parejas en las plazas públicas. (Vea al final la nota al final).
Amigas, queridas, déjenme hacerles tres preguntas:
¿Si su “pioresnada” llegara le vestido con una falda, se iría con él al antro a bailar al son de la banda?
Señora, le pregunto con todo respeto: ¡Cuál sería su reacción si su marido se le apareciera un peregrino día con una faldita a medio muslo?
¡Cree usted que el equipo de Sinaloa en Línea debería salir a reportear con una falda azulita?
Liberal como soy, creo que los hombres deben usar falda si así lo prefieren. Sólo me preocupa que sus piernas no estén educadas todavía para usar “decentemente” esa prenda, como si lo están las mujeres, tan educadas que generan piernas y muslo un excitante juego en el que esconden, hasta donde pueden, el oscuro objeto del deseo.
Y esta falta de educación a muchos enfaldados les haría enseñar el fondongo al sentarse, al agacharse y también al caminar, sobre todo cuando pusieran botas vaqueras con tacón de pata chiva, y eso se vería poco estético, por decir lo menos…