La limpieza y desinfección de entornos y objetos de contacto son fundamentales para evitar el contagio por Covid-19, advirtió COEPRISS

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* La transmisión del Covid-19 se presenta de persona a persona y por contacto con superficies y objetos contaminados por lo que la sana distancia debe ir de la mano de la higiene personal y la limpieza del entorno con agua y jabón y la desinfección con cloro o alcohol de superficies y objetos de contacto, subrayó el comisionado Jorge Alan Urbina Vidales

Culiacán, Sinaloa a 5 de abril de 2020.-

La Comisión Estatal para la Protección contra Riesgos Sanitarios de Sinaloa (COEPRISS) subraya que para romper la cadena de transmisión de la enfermedad por SARS-CoV-2 (Covid-19) es fundamental limpiar y desinfectar adecuadamente hogares, lugares de trabajo (oficinas, locales comerciales y tiendas de autoservicio), espacios públicos, estaciones y unidades de transporte público e instalaciones hospitalarias. “El distanciamiento social no es suficiente por sí solo si no desinfectamos correctamente nuestro entorno y las superficies que pudieran estar contaminadas para destruir el virus”, advirtió el comisionado Jorge Alan Urbina Vidales.

“Sabemos que el virus se transmite de una persona enferma, con síntomas leves o incluso asintomática a una persona sana y por eso es importante el distanciamiento social para romper la cadena de transmisión, sin embargo otra forma de contagio es a través de áreas y objetos contaminados, por lo que se puede contraer la enfermedad al tocar un pasamanos, el botón de un elevador, manijas, mesas, sillas, teclados, mouses, celulares y objetos personales, entre otros. Es decir cualquier objeto contaminado por el virus”, enfatizó.

Urbina Vidales reconoció que se desconoce el tiempo que el SARS-CoV-2 es capaz de permanecer en superficies inanimadas, sin embargo, otros coronavirus pueden permanecer hasta 9 días por lo que es importante resaltar que la prevención de las enfermedades respiratorias, incluyendo el Covid-19, requieren de medidas de higiene personal y de la desinfección del entorno. “Es necesaria la higiene de manos, el evitar tocar nariz, ojos y boca para evitar la autoinoculación, así como realizar una adecuada limpieza y desinfección de superficies como pilares fundamentales para evitar el contagio”, dijo.

“Estas medidas disminuyen la velocidad de transmisión o contagio, reducen la sobredemanda de servicios de atención médica y el número de casos; su propósito central es aumentar la protección a los grupos en mayor riesgo y vulnerabilidad como las mujeres embarazadas, personas mayores de 60 años cumplidos, personas con enfermedades crónicas cardiopulmonares, inmunodeprimidas y con obesidad mórbida, entre otras”, apuntó.

Conforme a los criterios contenidos en las obras “Proceso de prevención de infecciones para las personas con Covid-19 (enfermedad por SARS-CoV-2)” y “Lineamiento general para la mitigación y prevención de Covid-19 en espacios públicos cerrados” emitidos por la Secretaría de Salud en febrero y marzo de 2020 destacan la importancia de la desinfección de superficies en el ámbito doméstico, público y hospitalario.

RECOMENDACIONES DE LIMPIEZA Y DESINFECCIÓN

Jorge Alan Urbina Vidales destacó la técnica de limpieza de los tres baldes en la cual se emplea el arrastre por medios húmedos y precisó que el tallado/fregado/trapeado es la acción más importante, ya que provoca la remoción física de los microorganismos. “La técnica consiste en tres tiempos: lavado y tallado con agua jabonosa y/o detergente, enjuagado y secado, y desinfección con solución clorada”, dijo.

Para esta técnica se utilizan tres baldes (cubetas), tres trapos/jerga/microfibra y solución detergente preparada en el momento y solución desinfectante con solución clorada preparada al momento, y escobilla para inodoros.

En el caso del ámbito hospitalario los carros de uso para el acondicionamiento, el desplazamiento y manejo de los elementos deberán estar debidamente equipados con vestimenta del operador, guantes resistentes tipo doméstico exclusivos para esta actividad, cubrebocas, bata de tela o desechable impermeable cuando esté disponible y calzado antiderrapante.

Para este proceso, explicó, se llenará un balde con agua tibia y detergente en cantidad suficiente para que haga espuma, otro con agua limpia y un tercero con solución clorada. En principio se limpiarán con la solución de detergente el equipamiento, paredes, aberturas y todos aquellos elementos que sean necesarios. Se enjuagará luego con el agua limpia y se secará. Finalmente, se realizará la desinfección por contacto directo aplicando sobre las superficies solución clorada y se dejará secar. Los pisos se limpiarán aplicando la misma técnica.

Urbina Vidales afirmó que se recomienda no mezclar detergente con solución clorada y en caso de utilizar productos de doble acción (detergente/desinfectante) no es necesario el proceso de desinfección posterior. “La solución de detergente y el agua deben ser renovadas entre una habitación y otra, y tantas veces como sea necesario. Los elementos utilizados en la limpieza deben conservarse limpios y en buen estado, de lo contrario deben descartarse”, advirtió.

Luego precisó que los trapos de piso, paños para limpieza o jaladores deben ser lavados luego de su uso con agua caliente y desinfectados. “Los trapos de pisos limpios deberán quedar extendidos hasta el próximo uso. Los baldes después del uso una vez lavados y desinfectados se colocarán boca abajo”, señaló.

El comisionado sostuvo que una desinfección rutinaria consiste en revisar cada habitación del paciente para identificar las superficies de contacto frecuentes como perillas, barandales de cama, teclados, teléfonos, superficies de mesitas y estas superficies deben desinfectarse diariamente mínimo una vez por día, e idealmente una vez por turno. “Se puede utilizar para la desinfección un paño impregnado con solución clorada o con alcohol al 70 por ciento”, señaló.

Puntualizó que para la preparación de la solución clorada, una manera sencilla de hacer el cálculo es con un vaso de cloro doméstico en 10 litros de agua, lo cual equivaldría a 1000 ppm de cloro al 5% y una dilución muy cercana, 925 ppm al 4%. “Podría utilizarse también una cucharada grande que equivale a 10 mililitros en un litro de agua”, comentó.

Explicó que la limpieza de superficies en las instalaciones de atención a la salud debe tener en consideración una mayor atención a las superficies de alto contacto como barandales, apagadores y manijas de puertas.

Urbina Vidales precisó que en cualquier área la limpieza debe efectuarse con el siguiente orden: iniciar desde las zonas menos sucias progresando hacia las más sucias y de las más altas a las más bajas. En general, la limpieza debe ser realizada con movimientos en una sola dirección, para no volver a ensuciar las áreas que ya han sido limpiadas.