La madre exigía justicia por su hija Rubí a las afueras del Palacio de Gobierno de Chihuahua cuando fue ejecutada a quemarropa
El pasado 16 de diciembre se cumplió una década desde que Marisela Escobedo fue asesinada en un plantón a las afuera del Palacio de Gobierno del estado de Chihuahua, mientras exigía justicia por el feminicidio de su hija Rubí
“Ella hasta el último momento creyó que le iban a hacer justicia, creyó en las autoridades, en el gobierno mexicano, en el mismo gobierno que ayudó para que la asesinaran” contó Jessica Fraire Escobedo en una conferencia de prensa digital que se hizo por los diez años del asesinato.
En los últimos mensajes con vida de su madre se lee que “ya se iba a acabar” su lucha porque iría por el feminicida de Rubí. Su hija recalcó que la mujer murió por pedir justicia y eso no impediría que siguieran buscándola luego de su asesinato.
La lucha de Marisela Escobedo comenzó en agosto de 2008, cuando su hija Marisol Rubí Frayre Escobedo fue asesinada por su pareja, Sergio Rafael Berraza, quien además desapareció el cuerpo de la joven de 16 años.
Escobedo realizó una investigación alterna a la de las autoridades y logró dar con el paradero del presunto feminicida que se encontraba en el municipio de Fresnillo en Zacatecas. Incluso obtuvo el testimonio de una persona a la que Berraza le había informado sobre el hecho
El hombre confesó su delito y hasta dio a conocer el lugar en el que había incinerado el cuerpo de Rubí. Sin embargo, y pese a todas las pruebas, Berraza fue absuelto por los jueces.
Entonces fue cuando Escobedo comenzó una asidua lucha para exigir justicia por su hija. Logró que le declarara culpable, pero, entonces, el feminicida se dio a la fuga.
La mujer no paró de investigar sobre el caso y dio nuevamente con el asesino de su hija, quien se había enlistado con “Los Zetas”, uno de los grupos del crimen organizado más fuertes del país.
Habían pasado dos años del feminicidio de Rubí y, a pesar de que Marisela entregó a las autoridades toda la información que recabó, el hombre continuó en libertad.
Llena de indignación y haciendo uso del derecho legítimo a manifestarse pacíficamente, Marisela Escobedo instaló un plantón a las afueras del palacio de gobierno de Chihuahua, donde pernoctaba constantemente.
El 16 de diciembre de 2010, Marisela Escobedo fue asesinada de un disparo a quemarropa por un hombre que descendió de un vehículo durante la noche.
Una cámara de la zona grabó el momento en que fue asesinada. Otra ola de exigencia despertó en México con la noticia. Las investigaciones dieron como presunto culpable a José Jiménez, alias el “Wicked”. Sin embargo, el hermano de Marisela declaró que fue el propio Berraza quien orquestó el ataque.
En 2012, las autoridades aseguraron que el feminicida de Rubí había sido abatido en un enfrentamiento militar con los Zetas, informó Proceso.
Así siguió la lucha de su familia en la búsqueda de justicia por las dos mujeres. Sin embargo, el gobernador de Chihuahua de aquel entonces, César Duarte, cerró el caso que ha permanecido en impunidad desde entonces.
Información por INFOBAE