*El problema es la impunidad
*Respeto a los derechos humanos
El problema no es la profesión de abogado o de periodista, sino la impunidad que existe en todo el país y que los órganos de justicia no actúan como debieran; en concreto, “sí es riesgosa la profesión de un abogado porque representa la parte del ofendido o el acusado y el que pierde se ve lastimado y a veces se va en contra del abogado”, dice en la entrevista José Trinidad Olvera, ex ministerio público y ex director de la Policía de Mazatlán.
La muerte de la abogada el fin de semana fue, seguramente, por “defender la ley, una ley que hizo valer y esto si preocupa a todos los abogados porque están atentando contra la profesión; a veces dice la gente que el abogado sabe en qué se mete, así es y eso es parte de los licenciados defender a una persona inocente hasta que no se compruebe lo contrario y aun así seguir hasta el final”.
Todos los abogados atienden a lo que la ley mandata, no puede inventar hechos. Dijo que como abogado siempre ha reconocido la buena actuación de la Procuraduría y de los cuerpos policiacos, pero en ocasiones se han cometido errores y han enjuiciado a “chivos expiatorios”.
Hay miedo entre los abogados por esta muerte y por la desaparición de otros dos abogados? Y José Trinidad Olvera, responde. “Más que miedo, hay preocupación, porque dicen los abogados bueno qué asunto litigo y qué no, porque habrá asuntos riesgosos en los que se puede presumir peligrosidad y que atenten contra la vida de uno”.
El egresado de la UAS, dijo que hay preocupación en todas las profesiones porque estamos viendo la inseguridad en muchos órdenes de la vida; los resultados que presentan las Procuradurías “o dejan dudas o son muy lentos”.
Sobre los problemas de corrupción en la abogacía, Olvera dijo que respeta mucho al Poder Judicial, pero por desgracia a veces aplica la ley con lo que le mandan y a veces los expedientes no están bien integrados, las averiguaciones llegan muy endebles.
Finalmente hizo un llamado a la Procuraduría para no violentar los derechos humanos de las personas, derecho consagrado en la Constitución, y que no hagan investigaciones desesperadas donde se cometen errores y agarran “chivos expiatorios”.
