Gobierno en el ojo del huracán ¿La violencia es pura fake new? ¿A los amigos justicia y gracia?
El gobierno sinaloense suele acumular enfrentamientos sin analizar hasta dónde puede solventar la carga. Los dos principales de este periodo, el caso del ex alcalde culiche Jesús Estrada Ferreiro y el de Héctor Melesio Cuén Ojeda empiezan a generar costos políticos.
Como se advirtió desde la noche del martes, el asunto de Estrada Ferreiro fue bajado del orden del día en la sala superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, sin que haya una nueva fecha. Algunos consideran que es un triunfo del gobernador, a quien Estrada Ferreiro había acusado de enviar gente a cabildear en la Ciudad de México. Pero aún cuando el caso no se toque pronto, o se toque y se deseche, los alcances obtenidos por Estrada Ferreiro y sus abogados son de alta magnitud.
No cualquier acusado consigue que en esa Sala Superior se construya un dictamen favorable a la demanda del promoverte, que en este caso es el ex alcalde y su deseo de regresar a la Presidencia Municipal. Conseguir que algunos de los magistrados consideren ilegales las acciones del gobierno sinaloense a través de la Fiscalía y del Congreso del Estado, también de Morena, es toda una hazaña a la que por supuesto, faltará, coronar con una votación favorable.
Aunque todo mundo dentro del gobierno ha dicho que no pasa nada, sí pasa. Tanto, que el propio gobernador, cuyo pecho no es bodega, soltó el lunes su Plan B, que consiste en someter el caso bajo un juez instructor que dicte como medida cautelar, la inhabilitación de Estrada Ferreiro, suponiendo que el Tribunal lo reinstale.
A partir de esta posibilidad, el tercer piso ha movido todos sus resortes para generar una opinión negativa al posible regreso de Estrada. Hasta la dirigente del PAN en el estado se incorporó a los rechazos de este regreso.
¿CHIVO EXPIATORIO?
Uno de los grandes escándalos de esta semana fue la clausura de dos restaurantes propiedad de la familia Cuén. Estas acciones tuvieron el efecto de “confirmar” la persecución política contra el verdadero jefe de la UAS. Por eso, este jueves el director de la Coepris, Randy Ross Álvarez, fue despedido de su cargo.
El hoy ex funcionario fue el responsable de las clausuras y él mismo dijo que fue el gobernador quien le pidió presentar la renuncia. ¿Fue una salida al serio problema político que esas clausuras le generaron al gobernador?
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¿O fue en todo caso el castigo a un funcionario que quizás creyó que así quedaría bien con su jefe? En todo caso, suponiendo que así hubiese sido, esto demuestra lo riesgoso del discurso violento o beligerante que endereza el gobernador contra aquellos con los que tiene diferencias. Nunca falta un aprontado.
UNA FAMILIA PRIVILEGIADA
En Los Mochis, un funcionario estatal se puso hasta las chanclas, se peleó con un juez y dos elementos policíacos y sin embargo no le pasó nada, o casi nada.
El joven Ascensión Zepeda, director de Trabajo y Previsión Social del gobierno del estado, protagonizó esa riña cuando el operativo del alcoholímetro lo sorprendió conduciendo bajo los efectos del alcohol. Hasta el alcalde Gerardo Vargas Landeros condenó de entrada la actitud del funcionario, pero ya ayer le bajó dos rayitas, se lavó las manos y dijo que sí pero no y que no, pero quizás.
A este señor lo sancionaron con el pétalo de un oficio. El secretario general de gobierno, Enrique Inzunza Cázares, le lanzó una amonestación y la advertencia de que no se le permitirá una reincidencia. Como dicen en el fútbol, “tarjeta amarilla”.
A un ciudadano común y corriente el incidente le había costado para empezar, de 24 a 36 horas de cárcel y una multa en dinero. Además, debería enfrentar un proceso judicial por las agresiones a los funcionarios públicos, pero al funcionario sólo le dijeron “no lo vuelva a hacer, mi’jito”, en una reedición de aquella máxima juarista de “a los enemigos justicia a secas; a los amigos, justicia y gracia”.
Pero hay otro dato que resulta sumamente revelador en esta Cuarta Transformación: a los amigos, justicia y gracia… y empleo.
¿Cómo no iba a ser prepotente el joven Zepeda? Él es director del Trabajo en el gobierno del Estado; su papá, Ascención Zepeda Perea es coordinador ejecutivo de la zona 01 de Cobaes, y su mamá Magdalena Rocha Peña está al frente de la Secretaría de la Mujer en el municipio de Ahome. Cuando llega uno, llegan todos.
¿NO HAN HALLADO NADA?
En El Rosario se han sucedido los enfrentamientos armados en la sierra, sin una respuesta efectiva. Ayer hubo sicosis también en la cabecera municipal, donde algunas escuelas encerraron a sus alumnos por supuestas persecuciones entre gente armada. ¿Otra vez la respuesta será que no hallan nada?