EN LA GRILLA

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*Carlos Felton busca un primer golpe de efecto

*A Higuera se le olvidó uno de los expresidentes

*Hasta dónde llega el problema de la inseguridad

FRANCISCO CHIQUETE

Carlos Felton ha estudiado hasta el cansancio la manera de dar un giro a la forma en que se ha hecho política desde el municipio. Buscó y encontró el símbolo que le diga a la gente, sin agredir verbalmente a Alejandro Higuera, que las cosas han cambiado y que sus propósitos son incluyentes, pacificadores.

La mañana del 31 de diciembre, espera el hoy alcalde electo, estarán en el Teatro Ángela Peralta todos los exalcaldes mazatlecos. Desde Antonio Toledo Corro, que será el más antiguo de quienes aún viven, hasta el propio Higuera, quien entregará el poder por tercera ocasión, aunque la segunda lo hizo a un interino seleccionado por él, antes que terminara el periodo constitucional.

Felton ha buscado personalmente a cada uno de los exalcaldes, y quienes de entrada le han dado explicaciones de asuntos particulares, de proyectos de viaje, o de ausencias preventivas, han tenido su largo rato de convencimiento. Hasta el momento, que se sepa, a todos ha convencido, aunque ha habido casos en que no ha batallado mucho.

Así, tenga usted por cierto que ahí estarán el citado Toledo Corro, Mario Arturo Huerta Sánchez, aunque no sabemos qué respuesta hubo de Rafael Tirado Canizales, después de aquel twit grosero, desinformado y costoso, que llegó a poner en riesgo las posibilidades de victoria de Felton. Han sido convocados ya Don Raúl Ledón Márquez, José Ángel Pescador Osuna, José Luis Tostado Sánchez, Humberto Rice García, quien no sólo asistirá por cortesía, sino con un gusto inocultable, quizá más porque acaba lo que acaba, que por el inicio al que se le invita; Martín Gavica Garduño, Alejandro Camacho Mendoza; el innombrable, quien de todos modos tiene que estar porque el PT lo metió con calzador en la lista de regidores, aunque Felton lo adoptó con gran gusto y entusiasmo; Gerardo Rosete Ramírez, Ricardo Ramírez González, quien completó aquel trienio cuya mención todavía genera escándalos por aquellos infaustos arranques de los petistas.

Además, ha sido invitado de manera particular el exalcalde Jorge Abel López Sánchez, cuyo simbolismo particular es el de haber sido el villano favorito del trienio que termina. Para López Sánchez han sido hasta los más recientes señalamientos de Alejandro Higuera Osuna, no sólo por la deuda heredada, sino hasta por los programas y proyectos de la delegación que encabeza, incluyendo el famoso basurón, contrapuesto como una maravilla, contra la casi casi maléfica propuesta de desarrollar un relleno sanitario.

Si Felton consigue esas presencias, se estará anotando todo un éxito, tanto en contrapunto con su antecesor en el cargo que va a asumir, como por la imagen inmadura que tomó en aquel referido episodio de la campaña electoral. Fueron tiempos de campaña, en efecto, pero la capacidad de reacción adecuada en momentos como ese, es uno de los elementos que se toman en cuenta cada vez con más frecuencia.

También por supuesto, constituye un reto. Si la asistencia no es suficientemente representativa, será una mala marca inicial, aunque en contrapartida, la iniciativa privada estará toda presente, no sólo aquella fracción que hace negocios al amparo de los contratos gubernamentales, sino la que está en el entorno social del propio alcalde.

¿CON QUÉ CONTRAPONEN

A LOS INVITADOS?

Apenas en la ceremonia del tercer informe de gobierno, en la primera mitad de este mes, los asistentes notaron una ausencia llamativa: la del diputado local Fernando Pucheta Sánchez. Es costumbre que en los informes, los dos diputados que representan al municipio sean invitados especiales, y si los hay de carácter plurinominal, se les llama también.

No fue el caso de Pucheta, quien no sólo tiene el defecto de ser de otro partido político, sino que además es responsable del pecado capital de haber ganado la elección en el Distrito XIX, precisamente frente al alcalde Higuera Osuna. El detalle no pasó inadvertido para el gobernador Mario López Valdez, quien tomó nota de la situación.

Hubo la semana pasada otra situación, menos evidente, en la que no es posible determinar si se trató de un descuido, o de una afirmación jerárquica:

Se inauguraban las aulas construidas en la Unidad Deportiva Benito Juárez, en una ceremonia a la que la presidenta del patronato, doña Esperanza Kazuga, tenía entre los invitados especiales a los exalcaldes Mario Arturo Huerta Sánchez y Martín Gavica Garduño. Era el segundo encuentro en menos de una semana. En los días previos, Higuera había acompañado al ingeniero Huerta en la imposición de su nombre a la que fue la carretera Habal-Cerritos. Estuvieron ahí otros expresidentes municipales, como Raúl Ledón Márquez, Humberto Rice García y Ricardo Ramírez González, además de Gavica y el propio Huerta, por supuesto.

Entusiasmado por esas cercanías, Higuera quiso que en la inauguración de las aulas, a la hora del corte de listón lo acompañaran los exalcaldes, así que pidió que se levantaran Gavica y Huerta, quienes en efecto, lo acompañaron.  Olvidó Higuera que ahí estaba otro exalcalde, y más reciente: Carlos Francisco Angulo Márquez, quien estuvo al frente de la comuna por varios meses, con todas las formalidades de la ley, pero como ahora es de nuevo síndico procurador, no se le consideró con ese nivel.

OTRO ÁNGULO GRAVE

DE LA INSEGURIDAD

Con todo y las cuentas alegres de las autoridades, con todo y la reducción sustancial en el número de asesinatos, el problema de la inseguridad sigue siendo muy grave, lo sabemos todos. Pero a veces hay casos que nos hacen pensar que la situación es todavía más delicada de lo que de por sí aparece ante cualquier observador despistado.

En la noche de navidad y la jornada navideña hubo en Sinaloa once crímenes dolosos: seis en Culiacán, cuatro en Badiraguato y uno en Choix.

Todos son condenables y lamentables, pero hay dos que reflejan el colmo de la imbecilidad humana. Uno, que por fortuna no generó consecuencias graves, el de un hombre que para festejar la navidad sacó su pistola y, precavido, disparó al piso y no al aire, de modo que no fuese a haber una víctima al caer la bala. El idiota no se percató de que cerca había un niño, a quien hirió con una esquirla.

El otro es el del dependiente de un Oxxo que ya no pudo vender cerveza a los clientes que llegaron fuera de horario. La respuesta fue muy sencilla: uno de ellos sacó la pistola y lo mató.

Por supuesto, no hay operativo policial que pueda prever una insensatez de este tamaño. En cambio hay que insistir en que sigue habiendo tal proliferación de armas y tal impunidad en los crímenes, que cualquier imbécil se siente con derecho y con autoridad para arrebatar la vida de otro. Al cabo no va a pasar nada.

Si la impunidad sigue siendo el sello prevaleciente en cada crimen,. Éstos se multiplicarán hasta volver a los tiempos lamentables de las ejecuciones masivas. Que no nos tome por sorpresa.