*La semana del presupuesto y del Congreso
*Carlos Felton G: un extraño bajo perfil
*¿De veras no sale nadie del gabinete estatal?
FRANCISCO CHIQUETE
Esta semana, en que el mundo cristiano celebra la navidad y el mundo se llena de buenos deseos, los diputados locales concretarán la responsabilidad de definir los presupuestos que ejercerán el año próximo el gobierno del estado, los organismos autónomos y los otros dos poderes –legislativo y judicial- amén de los correspondientes a cada uno de los ayuntamientos.
Al parecer, quienes elaboraron el proyecto presupuestal no estaban imbuidos de ningún espíritu positivo, pues hicieron un recortadero de padre y muy señor nuestro, que afectó a todo mundo, recortes que incluso se advirtieron políticamente incorrectos, como los casos de la Comisión Estatal de Derechos Humanos y la Comisión Estatal de Acceso a la Información Pública del Estado de Sinaloa. Incluso el Consejo Estatal Electoral, que efectivamente este año no tiene elección qué organizar, se vio sumamente afectado por el ejercicio de la tijera.
Más aún: los propios diputados fueron recortados inmisericordemente, aunque para ese caso no hubo rubores: tan pronto como se enteraron, pusieron el grito en el cielo, si bien las dos bancadas principales prefirieron abstenerse de comentarios para no ver comprometida su relación con el poder ejecutivo.
Hoy sin embargo, deberán empezar a tomar decisiones. Decidir si se mantiene el recorte a tareas políticamente importantes como la transparencia o como la defensa de los derechos humanos. Si se atienden los reclamos de la Universidad Autónoma de Sinaloa para que la solidaridad vaya más allá de las gestiones ante el gobierno federal y aterrice en la asignación de recursos adicionales que den mayor certeza presupuestal. Después de todo, no se puede pedir a la federación que sea más generosa, si en el ámbito local no se produce una expresión efectiva y decidida en ese mismo sentido.
Los ayuntamientos, por supuesto, saben cómo les irá. Sus ingresos están completamente decididos por una estructura fiscal que los mantiene como menores de edad (e incluso como incapaces de llegar más lejos). Cuando uno ha vivido en un municipio, sabe que se trata de una injusticia absoluta, aunque siempre cabe la posibilidad de que no sea sólo perversidad o gandallismo, sino fatalidad,. Quizá algún día en efecto e hizo algún estudio sobre la forma en que se manejan los recursos de los ayuntamientos, y por mala suerte, el análisis se hizo con alcaldes como el innombrable, o el Chenel Valenzuela, o los primos Rubio, de Sinaloa de Leyva y El Fuerte.
El hecho es que ha llegado el momento de la responsabilidad. La actual legislatura tiene la necesidad de demostrar que tiene capacidad para hacer un reparto equilibrado de los recursos, más allá de las indicaciones que haga el tercer piso. Por cierto que un buen principio de independencia sería develar el misterio que se generó con esos días perdidos en que nadie supo de la iniciativa, sino hasta que apareció, muchos días después, ya recompuesta de las fallas que se le atribuyen al original y que nadie ha comentado ni desmentido.
De julio para acá, se ha insistido en que el PRI está alineado con el poder ejecutivo del estado, y a juzgar por los primeros indicios, así es. Pero no se trata del único caso. El PAN, con todo y la ruptura anunciada y sostenida verbalmente por Edgardo Burgos Marentes, se mantiene en muy buenos términos con el gobierno de Mario López Valdez, y el PRD, no se diga. Sólo el PAS parece estar dispuesto a cargar con el peso de la oposición, aunque en el caso de la reforma energética, se haya generado iun frente de siete votos en contra de la línea oficial.
FELTON: IN EXTRAÑO
CASO DE BAJO PERFIL
Prácticamente todos los alcaldes electos han tenido de su lado el protagonismo y la atención de la opinión pública. Las grandes expectativas que generan el cambio de régimen, los proyectos enarbolados y la personalidad del nuevo mandatario los ponen al frente de todo tipo de temas y debates.
No ha sido el caso de Carlos Felton. Es entendible que prefiera no enfrentarse a Alejandro Higuera Osuna, un rival temible incluso cuando se va bajo condiciones de derrota, como es el caso actual. Pero más allá de eso, algo ha pasado con Felton. No ha sido precisamente un hombre callado. Cuando Higuera dijo dos o tres cosas pretendiendo recuperar su sitio en la historia, Felton le respondió de manera contundente, como cuando AHO declaró que dejaba al municipio prácticamente sin deuda, Felton aclaró que hay una deuda contingente que deriva de las demandas laborales perdidas por la actual administración, y que deberán ser enfrentadas por la siguiente. A pesar de eso, no hubo mucho impacto, como tampoco produjo grandes reacciones cuando dio a conocer los resultados de su consulta popular y los principales proyectos que tyrtae en cartera. Ni siquiera la aspiración a un nuevo palacio municipal desató las furias que suelen desatar ideas de ese tipo. Tampoco avales, por supuesto.
Algo pasa con este hombre que llegó a la Presidencia Municipal a base de perseverancia, que insistió una y otra vez hasta superar los escollos internos, después de haber perdido una elección inusitada contra quien, curiosamente, es hoy su regidor electo.
Falta una semana exactamente para que el próximo alcalde dé a conocer la integración de su gabinete, que ha sido un secreto bien guardado, a pesar del adelanto que debió significar la presentación el equipo de transición. Los nombres dejan ver una parte de la columna vertebral, pero no hay puestos definidos.
Lo curioso es que a pesar de eso, no hay grandes especulaciones. Sí se manejan nombres, sobre todo para la Junta Municipal de Agua potable y Alcantarillado de Mazatlán, para la que suenan Rigoberto Félix, pero también, aunque parezca increíble, Adalberto Arias, quien así cobraría los favores que se habría ganado en la campaña de 2012, aunque haya sido fallida, y los que se contabilizan a favor de Martín Heredia y el famoso pacto del Ernies.
Por cierto que la tradicional conferencia de prensa para destapar a los colaboradores de primer nivel en la Presidencia Municipal, tendrá una fuerte competencia si se mantiene, como siempre ha sido, para el 30 de diciembre. Ese día viene el gobernador a acompañar a Alejandro Higuera Osuna a la gira del adiós, la de a de veras. Como decía Raúl Astor en su programa televisivo, el “final-final”.
¿EN SERIO, NO SE VA?
El viernes, después de inaugurar obras importantes en Culiacán, el gobernador Mario López Valdez sostuvo que no habrá cambios en su gabinete durante el año próximo.
Se entiende que rechace cualquier posibilidad de que Armando Villarreal deje la secretaría de Administración y Finanzas,. Es uno de los hombres más cercanos al mandatario, aunque en los últimos días se haya especulado acerca de una posible incorporación de Oscar Lara Aréchiga a la dependencia que encabezó durante diez años, entre los gobiernos de Juan Sigfrido Millán Lizárraga y Jesús Alberto Aguilar Padilla.
En cambio lo que resulta difícil de entender es que se insista en la ratificación de José Luis Sevilla, secretario de Desarrollo Urbano y Obras Públicas, cuya labora ha sido más que discreta.an triste que en estos momentos la mayor parte de las carreteras locales se encuentran en mala situación, aun cuando se han destinado muchos millones de pesos para su mantenimiento.
Pero además, Mario López Valdez se ha esmerado en lanzar flores y más flores al alcalde saliente de Culiacán, Aarón Rivas Loaiza, quien se supone se encuentra ya amarrado para subirse de lleno al carro del malovismo. Si Rivas nose incorpora al gabinete, será muy difícil que consiga otra plataforma para lanzarse a la diputación del 2015.