*Amenazan con alzas de impuestos y tarifas
*Sacará el Congreso la nueve Ley Electoral
*Nuevas condiciones por las redistritación
FRANCISCO CHIQUETE
Ya pasaron las elecciones. Es el tiempo propicio para que los gobiernos asesten los golpes que han quedado pendientes precisamente para no irritar a un electorado de por sí bastante golpeado y sumamente indignado por todo lo que ha ocurrido y todo lo que se ha dicho acerca de la inseguridad, la corrupción y las medidas arbitrarias de gobernantes que todavía no aprenden a leer las realidades de la nación.
En las limitaciones del columnista, parecía claro que sólo la Cámara de Diputados podría modificar las condiciones fiscales del país. A eso hay que sumar el compromiso gubernamental de no incrementar los cobros ni inventar otros nuevos, sino por el contrario, se buscaría generar mejores condiciones para incentivar fiscalmente la inversión y el crecimiento.
A pesar de esto, corren varias versiones sobre una aplicación del IVA –dieciséis por ciento- a los productos considerados como comida rápida, que hasta ahora han estado exentos. Usted podrá argumentar cuestiones sanitarias, o incluso de poder adquisitivo, pero el hecho es que hoy son muchas las personas que se alimentan de sandwiches infames de sabor, pero que son accesibles a sus bolsillos, y corren el riesgo de que dejen de serlo.
Es cierto que se trata de versiones extraoficiales, que no han sido anunciadas oficialmente por las autoridades, pero tampoco se han preocupado por desmentirlo. No es la primera ocasión en que una autoridad filtra una información y luego la deja en el limbo para ver cuál es la reacción que registra la sociedad. Y si ve la posibilidad de encajarla, lo hace.
Ya veremos dentro de una semana si el gobierno federal se atreve a meter esa puntita de la estrategia general que sería aplicarle el IVA a los productos médicos y de alimentos que hasta ahora han permanecido exentos precisamente porque la gente lo ha rechazado de manera tan enfática como para que la escuche hasta por los gobernantes.
No es el único riesgo que se vive a partir de este tiempo.
Hay muchas otras medidas que están en el aire, como la solicitud de aumento a las tarifas de agua potable que solicitó el ayuntamiento mazatleco, aspirando nada menos que a un treinta y seis por ciento. Como en esto de aumentar precios y tarifas los partidos o las fracciones partidistas son sumamente solidarias, todos prefirieron congelarla un ratito para que la discusión no les fuese a contaminar la elección.
Pero ahora ya pasaron las elecciones. Al ayuntamiento mazatleco, encabezado por el alcalde Eduardo Felton González y su partido –Acción Nacional- no le importa, de momento, qué va a decir la gente de que le aumenten las tarifas de agua potable, y sobre todo, que se le aumente en un porcentaje tan escandaloso, cuando el salario apenas “mejoró” en un mísero cuatro por ciento.
Así como estos casos hay varios más. Los hay en otros congresos estatales, hay en otras instancias donde se puede incrementar los cobros y aplicaciones de impuestos y derechos, al cabo que la elección todavía tiene un año para volver a detenerles las manos para que no los vayan a castigar con el voto en contra.
¿POR FIN SALDRÁ LA LEY
ELECTORAL DE SINALOA?
Los diputados deberán ver hoy el resultado de comisiones para homologar las leyes electorales de Sinaloa con las de la República. Además de eso, hay que ver si le ´pusieron o no de su ronco pecho a aspectos tan sensibles en estos momentos como el funcionamiento de las candidaturas independientes.
Lo que hoy aprueben los diputados será fundamental para ver si se mantiene intocado el sistema de partidos tan criticado o si se abren espacios para que haya mejores condiciones.
Como dijo algún analista, los paridos ya se protegieron. Las propuestas que llevaron al Congreso fueron acordadas previamente en la mesa de concertación en que eliminaron todas aquellas posibilidades de legislación que fuesen en contra de los intereses de esta partidocracia que se ha despachado con la cuchara grande.
En realidad los asuntos de normatividad van por dos vías: la legislativa, que seguramente avalará lo que le llevaron del tercer piso con el aval de todas las dirigencias partidistas de la entidad; y la administrativa, que se concentra sobre todo en a redistritación de Sinaloa, en la que hay una gran cantidad de asegunes y que terminará por provocar enojos y desilusiones.
A pesar de que en teoría el personal del INE que vino a presentar un primer modelo de redistritación, sujeto a comentarios, análisis y cambios que lo mejoten, de parte de las autoridades locales y los partidos políticos, terminará exactamente igual que como vino, a causa de la cerrazón de los procónsules que vinieron.
Es cierto que los partidos pretendían agandallarse y construirse distritos a modo de sus respectivos intereses, pero ello no implicaba que debiera descalificarse automáticamente todo lo que aquí se les planteara. Así, todo indica que en Mazatlán habrá un distrito que comprenda lo mismo a las zonas de más exclusivas residencias, que a poblados marginales de la margen izquierda del Río Presidio.
UN EFECTO COLATRAL
Hasta el 2013, los partidos políticos disponían en Sinaloa de espacios alternativos para disminuir la presión generada por la competencia interna, de modo que un grupo ganaba la candidatura a Presidente Municipal, pero otro podía obtener la postulación para diputado local, generando algún equilibrio que evitara deserciones y enfrentamientos.
A partir de la nueva distritación electoral de Sinaloa, los municipios pequeños quedan sin ese espacio de negociación. En el sur de Sinaloa, por ejemplo, Concordia, Rosario y Escuinapa podrían quedar encerrados en un solo distrito. Dos de los tres municipios carecerán de alternativa para ofrecer a los aspirantes derrotados y sus grupos de seguidores. Lo mismo pasaría un poco más al norte, con Elota, Cosalá y San Ignacio, y con El Fuere y Choix, por citar algunos de los casos..
Por el contrario, los centros de gran concentración urbana se verán beneficiados con alternativas adicionales. Mazatlán por ejemplo, pasaría de dos a cuatro diputaciones, de modo que habrá hasta dos grupos adicionales que obtendrán algo a cambio de la posible alcaldía no obtenida. Y así ocurriría también en Los Mochis, y algo parecido en Guasave. Imagínese Culiacán, con hasta ocho diputados locales.
Seguramente que el criterio poblacional con que se dividen los nuevos distritos, es más equilibrado en cuanto a ciudadanos representados por candidato en las nuevas demarcaciones territoriales, pero en el fondo es una nueva expresión de centralizaciones que no toma en cuenta a sectores que se verán perjudicados. Ya veremos el desencanto de esos electorales cuando se les retire una representación que ahora sienten absolutamente suya, y que en lo sucesivo estará en manos de políticos ajenos, provenientes de sitios con los que frecuentemente se tienen fuertes rivalidades históricas y culturales.
Ahora que también deben reconocerse posibles efectos positivos: si Angostura es absorbido por Salvador Alvarado, será poco posible que veamos a un José Manuel, El Chenel Valenzuela, arribando nuevamente a una candidaturas. Eso creemos, por lo menos.
UN VIEJO PLEITO QUE NADIE
QUIERE SOLUCIONAR
Uno de los trabajos de Sinaloaenlínea expone las marcadas divisiones de criterios en la sociedad mazatleca. Se trata de la Casa del Marino, cuya destrucción demandan tres de los exalcaldes de Mazatlán, como la han demandado muchos otros personajes o ciudadanos de a pie, que consideran positivo limpiar el paisaje marino.
Por el contrario, hay también muchos que están a favor de su permanencia, pos mera simnpatía, por costumbre, por considerar que el edificio tiene algún valor histórico o artístico, y que reaccionan con tanta vehemencia como lo hacen quienes están del otro lado en esta polémica.
Antes que fueran a visitarlo Antonio Toledo Corro, Mario Arturo Huerta Sánchez y Martín Gavica Garduño para hacer este planteamiento, el alcalde Carlos Felton González había hablado con otras personalidades de ese nivel, a quienes condesó su verdadera posición en torno al tema.
-Yo no me voy a meter en eso, les dijo. Si me pongo del lado de los que quieren tirarla, los otros se me van a echar encima, y si me voy por conservarla, también me va a ir mal con los demás. No hay ninguna necesidad de pasar por esos apuros
La polémica sobre tirarla o dejarla se acerca ya a los treinta años. Y por lo visto vamos a seguir así durante otros tantos.