*El síndrome de la derrota campea por todos lados
*La esperanza murió al último en el octavo distrito
*El enojo de los colonos del Arroyo de Jabalines
FRANCISCO CHIQUETE
Todos los partidos que enfrentan una derrota mantienen hasta el final la esperanza de un elemento que los ayude a recuperarse. Un milagro.
El domingo por la tarde el tricolor más bien fue ciego con el quinto distrito. Desde el primero que llegó, todos los paquetes electorales les eran adversos, pero considerando que siempre llegan primero las casillas de zonas urbanas y especialmente las residenciales, quisieron creer que todo cambiaría con el arribo de las colonias populares.
Pero no fue así. Y cuando llegaban algunas con números positivos, sus ventajas eran tan pequeñas, que no podían contrarrestar las palizas ocurridas en Las Quintas, por señalar un punto notorio. Mucho menos San Miguel o la mismísima Primavera.
Con todos esos indicios encima, Martha Tamayo salió a cantar la obtención del ochito, e incluso expusieron al candidato Ricardo Hernández Guerrero a la terrible situación de salir a proclamarse ganador sin bases para aseverarlo. Situación distinta de la vivida por Rosa Elena Millán, quien llegó a las oficinas del PRI estatal con cifras absolutamente favorables. Los dos levantaron los brazos ante el público.
En Guasave las cosas tampoco marchaban bien, pero se esperaba un repunte en la tendencia, Al final no les alcanzó y el marrazo los inmovilizó por tres días. Anteayer sin embargo los priístas guasavenses reaccionaron y no sólo denunciaron irregularidades, sino que ayer la dirigencia estatal terminó por asumir la decisión de impugnar la elección. El alcalde Kory Leyson vació las arcas municipales comprando votos para el PAN, dijo.
Por cierto que el Kory Leyson, engolosinado por el triunfo, o desconcertado por la reacción del PRI, cometió el error de subirse al ring y recomendarles que acepten la derrota, cuando él no es autoridad electoral. Lo más que tenía que haber hecho, era declarar públicamente su inocencia, pero parece que eso no le importa mucho. O da por descontado que todos lo saben, o mejor aún: sabe que nadie le va a creer que estuvo ajeno.
CREÍAN QUE TODAVÍA
PODÍAN GANAR EL 8
En Mazatlán el PREP siempre fue favorable al candidato Quirino Ordaz Coppel, pero la dirigencia panista sacaba mal las cuentas, emocionada porque la columna del PAN llevó siempre más votos que la del PRI (nunca pudo alcanzarlo. Pero se olvidaban que debían sumar los votos del Partido Verde. Cuando lo hicieron pensaron que la diferencia era pequeña y se podía revertir, pero al final se encontraron con que todavía había que sumar los votos que se emitieron a favor de la coalición PRI-Verde, que aunque sólo fueron dos mil 305, sirvieron para consolidar la diferencia de tres mil novecientos sesenta y ocho votos.
Con todo y eso, en el PAN había esperanzas generalizadas de que la revisión de casillas les permitiría bajar la desventaja y eventualmente subirse a un resultado positivo Que lo hubiesen creído es un verdadero misterio, a menos que en esta ocasión hubiese fallado el disciplinado ejército panista, cuyos representantes de casilla, supervisores y representantes generales siempre han sido efectivos para proveer al comité municipal de los datos más confiables de la elección, antes que el Instituto Electoral empiece a dar los suyos.
Por eso es que Martín Pérez, el candidato perdedor, admitió su derrota hasta ayer por la mañana, pero todavía dejó una salvedad: dependiendo del cómputo, se decidiría si judicializar o no el proceso. La realidad es que el cómputo no dejó espacios para protestar, de modo que la constancia de mayoría que ayer recibió Quirino Ordaz Coppel tiene tintes de definitiva.
Martín adelantó que en quince días regresará a la Cámara de Diputados, lo que implica que también para él terminó la historia de esta elección, aunque, mucho ojo, precisó que no significa que hayan terminado para él las aventuras electorales, pues si bien perdió una batalla, no perdió la guerra, como suelen decir los políticos en estos casos. Esto en buen cristiano, significa que sigue aspirando a ser candidato a presidente municipal, como señalaba el cronograma que lo llevaba de la diputación local a la diputación federal y el año próximo a la presidencia municipal.
Por lo pronto la diputación federal no se le dio.
HEREDIA Y YO SOMOS
CUATES, DICE FELTON
Uno de los puntos conflictivos de este periodo es el pleito de Martín Heredia con el gobernador Mario López Valdez y con el alcalde Carlos Felton González, y no se ve cómo pueda encontrarse una solución, pues los caminos se siguen torciendo, conforme se acerca la formalización del proceso de sucesión en el gobierno sinaloense.
El alcalde aclara que no está peleado con Martín Heredia, que cree que siguen siendo amigos y que también lo es el gobernador, aunque su conclusión del asunto es que para un pleito se necesitan dos, lo que indica que el asunto no ha terminado de aquella parte. Es sólo que no le quieren hacer caso.
No es un pueril pleito de vecindad. Es un enfrentamiento de proyectos políticos. Ayer Adolfo Rojo Montoya el secretario general del CDE panista e inminente sucesor del presidente Edgardo Burgos, tomó partido por la posición de Martín Heredia y Felipe Parada, a quienes les dio la razón, no sólo por la versión del secuestro y de la falta de denuncia formal, sino por la forma en que el asunto fue manejado por el gobernador.
El caso va convirtiéndose en una bola de nieve que crece confirme cada quien va pensando en sus expectativas para la sucesión.
Por cierto Martín Heredia tiene un nuevo motivo de preocupación con la inclusión formal del Kory Leyson en la carrera presidencial. Leyson no tiene mucha estatura, sobre todo fuera del municipio guasavense, pero los egos suelen crecer y empujar a sus dueños.
LAS INUNDACIONES CONSTITUYEN
UNA PREOCUPACIÓN IMBORRABLE
Vecinos del Arroyo de Jabalines y el Estero del Infiernillo insisten en que hasta el momento no han sido atendidos sus reclamos para que haya una buena prevención de inundaciones.
Tienen razón: esta temporada de ciclones va empezando y ya van dos huracanes que alcanzan a llegar a esta parte del litoral. Ayer incluso fue declarada la tercera, de nombre Carlos.
Dos temas se relacionan aquí: la incapacidad de las autoridades para enfrentar uno de los problemas más serios que ha enfrentado la ciudad en su historia. Nadie ha dado pie con bola y sólo se anuncian proyectos o se concretan “mejoralitos” que no resisten la siguiente inundación, que es cada vez peor que la anterior.
Encima está el rencor por la burla que los afectados sienten con el tema del dragado. Que haya más de cien millones de pesos desaparecidos cuando se pudieron haber aplicado en una tarea tan sensible, agrava el temor de volver perderlo todo cuando se vengan las aguas.
Los vecinos no están dispuestos a dejar que el asunto se olvide: ni el trabajo que debe hacerse, ni el castigo a quienes defraudaron a la sociedad sin detenerse a pensar que mantenían el riesgo de muerte para miles de familias.