EN LA GRILLA

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*Los trasplantes multiorgásmicos del gobernador

*No hubo pasarela de aspirantes; sólo dos acudieron

*Otra vez, no tuvo contacto privado con sinaloenses

 

FRANCISCO CHIQUETE

 

Mario López Valdez y Enrique Peña Nieto se fueron a fondo sobre un tema que es candente en el país: el desprestigio de la política, la importancia de participar conjuntamente y las perspectivas de resultados positivos. Pero todo quedó borrado por un dislate que inunda las redes sociales: la confusión de Malova a la hora de hablar de los trasplantes multiorgánicos, que él anunció como multiorgásmicos.

El gobernador sinaloense presumía los logros del estado en producción de granos, camarón, atún y hasta música, en el avance en materia de salud, donde Sinaloa tiene cobertura total, hasta llegar al malhadado momento en que presumió que vamos a la cabeza en trasplantes multioergásmicos.

Muchos nos quedamos con el juat en la cara, pero el público en general no pareció darse cuenta, sino hasta que el propio Malova corrigió: “multiorgánicos”. Entonces se desgranó la carcajada, lo mismo entre el público en general, entre los invitados de los ejidos vecinos, los empresarios locales, los funcionarios públicos, los miembros del presídium, el propio presidente de la República, quien dejó la actitud formal para reír abiertamente, manoteando incluso. La risa contagió hasta al adusto Carlos Slim Helú, segundo hombre más rico del mundo, quien estaba en la ceremonia de entrega del libramiento carretero que construyó y administra una de las muchas empresas de su propiedad.

El caso es que Malova necesitaba reponerse del tropiezo y lo hizo con una prevención que finalmente resultó equívoca: “para las mangas del chaleco”, dijo pensando en los tiempos y plazos de la comunicación tradicional. Por supuesto que no. Minutos después esa fracción del discurso corría por las redes sociales.

A Carlos Berdegué y los demás hoteleros presentes les brillaron los ojos. Imagínese usted los torrentes de visitantes que traería el turismo médico especializado en trasplantes multiorgásmicos anunciados, aunque luego, por desgracia, aclarados.

No acabó ahí por supuesto. El presidente., que ha mostrado disposición para el cotorreo y a veces hasta para le bullyng, empezó por justificar diciendo que el gobernador, como todos, es humano, y que los seres humanos se equivocan. Pero tras la defensa vino el golpe: ahora que “el que tiene hambre, en pan piensa, estableció, para luego tratar de cambiar el tema y el tono: pero dejemos de hablar del PAN… de la comida, pues, no del…

Pero mediáticamente el daño estaba hecho. Ni las reflexiones sobre la política, ni las buenas cuentas que el presidente atribuyó a la economía, ni los compromisos ni las perspectivas que le generan las reformas estructurales, ni los más de trescientos mil empleos que según el Inegi se han generado, nada de eso alcanzó espacios.

Los portales, incluidos los de periódicos nacionales, subieron el video de los trasplantes multiorgásmicos, que luego reprodujeron con absoluta liberalidad y profusión los usuarios de las redes. Lo mismo los neutros que los amistosos, y no se diga los hipercríticos o enemigos.

RESCATAR LA POLÍTICA

Lo que Malova quiso centrar en su intervención, como mensaje principal del discurso, fue el apoyo de Sinaloa a las políticas del presidente. En su estilo beisbolero, regresó al dicho de que las individualidades ganan partidos, los equipos ganan campeonatos.  Nos queda claro que todos debemos remar parejo, pero también que hay quienes no reman, y otros que reman para atrás, insistió en sus metáforas deportivas.

Destacó las expectativas que han generado las reformas estructurales y la mala impresión que se tenía al ver que los políticos no eran capaces de ponerse de acuerdo para resolver los problemas del país, y con Peña Nieto, recordó se alcanzaron los acuerdos necesarios para hacer esas transformaciones.

El presidente también hizo recuento de las cosas que han pasado, a partir de la apertura a la pluralidad en los años setenta (la reforma política de Reyes Heroles), la apertura a la competencia económica en los ochentas, hasta llegar a las reformas. En cada etapa, recordó, hubo resistencias, hubo intereses afectados que se opusieron. A pesar de ello, pronosticó resultados muy importantes, adelantando el hecho de que México es uno de los primeros diez países seleccionables para la inversoión.

Al final retomó el tema de la política planteado por Malova. La importancia de que se reconsidere a la actividad como algo de singular importancia para poder sacar adelante las tareas que se encuentran pendientes, para poder mantener una expectativa de avance.

PRESENCIAS Y AUSENCIAS

Hablar de resistencias a las reformas, de intereses afectados es significativo, sobre todo cuando a cuatro sillas está Carlos Slim, el hombre a quien extraoficialmente se ha señalado como respaldo de algunos movimientos políticos opositores al gobierno o a las políticas desarrolladas por Peña Nieto a lo largo de estos dos años y tercio.

Es evidente que Slim tiene interés en disminuir al menos esa imagen de opositor, pues aunque es suya la constructora Ideal, que ejecutó las obras del libramiento, tampoco es una obra tan importante como para que este personaje se desplace para atestiguar su entrega. Al gobierno por supuesto, también le interesa que se le vea en diálogo con un Carlos Slim.

Los que no estuvieron fueron los diputados federales y los senadores. En el Senado, efectivamente, se ponía a votación la reforma sobre el status político del Distrito Federal, una reforma ambiciosa que salió incompleta, pero salió, de la Cámara Alta, aunque de manera casi inmediata la Cámara de Diputados le dio un portazo tal, que lo mandó para la siguiente legislatura.

Con ello, sólo estuvieron dos de los aspirantes a la gubernatura sinaloense que se renueva el año próximo. El Secretario general de gobierno, Gerardo Vargas Landeros, y el diputado Héctor Melesio Cuen Ojeda, presidente del Partido Sinaloense. Ambos fueron en realidad convidados de piedra, parte del público que vio y se dejó ver en el evento, en lugares privilegiados, pero sin oportunidad de hacer por la causa de sus aspiraciones.

Otros ausentes fueron los diputados locales. Por supuesto que estuvo el presidente de la Junta de Coordinación Política del Congreso, Jesús Enrique Hernández Chávez, quien junto con los representantes de los otros poderes del estado, recibió al presidente a su arribo a la entidad.  Pero sólo hubo un miembro más de su bancada: la diputada rosarense Claudia Liliana Valdez Aguilar. Los otros veinte tricolores se quedaron en sus casas o en Culiacán. Tampoco fueron los panistas, como no fueron los perredistas, los solitarios ni los otros dos miembros del PAS. El que se vio fue, como ya dijimos, Héctor Melesio Cuen Ojeda.

Se entiende que los panistas no quieran ver a Peña Nieto y que los perredistas tampoco, o los solos del PT y del Movimiento Ciudadano. Pero que los priístas no acudan, puede hablar de alguna actitud concertada, contra el propio Chuquique o directamente contra el tercer piso.

EL SOLITARIO DE LA VILLA

El año pasado la visita del Presidente generó un escándalo colateral. Como ayer, llegó en la víspera de su evento, se encerró en la villa y ya no recibió a nadie sino hasta el día siguiente, cuando llegó a visitarlo su compañero e escuela, Eustaquio de Nicolás. Mientras el gobernador Mario López Valdez gastó el tiempo yendo a desayunar al Shrimp Bucket, a su favorito marlín de carreta.

Ayer fue lo mismo: llegó en la víspera, se metió a la villa y ahí, se supone, trabajó en asuntos administrativos a su alcance gracias al impresionante equipo de comunicación digital. Su equipo le preparó la cena y seguramente que también el desayuno, mientras que el gobernador y Hernández Chávez desayunaban en uno de los restaurantes del hotel, donde también estaban hospedados.

Al evento Hernández Chávez llegó por su lado, con adelanto, mientras que el gobernador llegó en la comitiva presidencial, encabezada por tres súupersuburbans oscuras que recuerdan a “la bestia” en que se transporta Barack Obama.

CONTACTO CON MAICEROS

En la última sección de sillas, Juan Nicasio Guerra Ochoa estaba sentado en primera fila. Primera, pero del último pasillo. La devaluación está canija, pensamos. Pero no era eso: con Guerra estaban tres representantes de los maiceros, quienes a la pasada del presidente (por ahí entró a la carpa del evento), tuvieron la oportunidad de plantearles su situación.

Queremos que nos ayude a conseguir un mejor precio, nuestros costos de operación hacen inviable vender a como se fijó el precio base, dijeron al mandatario, quien les pidió mantener la confianza. Lo vamos a solucionar, estamos buscando una respuesta, les dijo y ofreció abordar el asunto con el secretario de agricultura, que estaba en el presídium como coordinador de la zona quinta del país, en que está Sinaloa.