*Empieza la pelotera por la dirigencia del PAN
*Temor de los que se van y ansias para repetir
*Fuertes cambios políticos en el Teodoro Mariscal
FRANCISCO CHIQUETE
Aunque Carlos Felton espera un acuerdo que permita un relevo civilizado en el comité directivo municipal del PAN, hay muchos militantes que ven lejana esa posibilidad porque en el proceso están involucrados muchos rencores en los que el alcalde Alejandro Higuera Osuna aparece como eje central.
El munícipe está prácticamente a dos meses y medio de entregar las riendas y sin embargo, sus amigos y sus enemigos lo pintan obsesionado por mantener la presencia y el control en la dirigencia local blanquiazul, donde mantuvo la situación bajo control durante muchos años, aunque no ininterrumpidamente.
Dos ocasiones han sido las que no ha logrado contener a los rivales, y en las dos ha sido precisamente Carlos Felton el protagonista central de los casos. La primera ocurrió en el 2001, cuando se eligió candidato a la Presidencia Municipal. Higuera impulsó las aspiraciones de su tesorero en esa primera administración, Isaac López Arregui, pero perdió la careada con Felton, quien alcanzó la postulación, aunque sólo fuera para ir a perder ante el innombrable, Jorge Rodríguez Pasos, quien casualmente es ahora su regidor y presume de haberle aportado por lo menos los cinco mil votos en que se basó la diferencia que le permitió ganar. Este asunto por cierto indigna a muchos panistas que ven cómo Felton le compró la versión.
La siguiente vez que Higuera perdió el control fue en la reciente elección. Felton se le impuso y aunque en principio aceptó una negociación que le permitiría controlar una mayoría en la lista de regidores azules, la tesorería municipal y la tercera posición en la lista pluri de diputados, no ocurrió ninguna de las tres cosas, con el agravante de que él mismo perdió la elección y por décimas quedó fuera de una plurinominal, desde el décimo sitio al que fue relegado.
El hecho es que ahora sus enemigos empi3zan a brotar de todos los rincones del panismo. Personajes que estuvieron en las sombras durante los últimos veinticinco años, o que fueron derrotados cada vez que intentaron volver a la palestra, vuelven ahora manifestando rencores que se les conocían, pero no parecían tener manera de concretarse en alguna acción.
Lo más grave es que a estos se han sumado ahora muchos, pero muchos que en otros tiempos fueron amigos y que por una o por otra razón fueron saliendo del grupo higuerista, en muchos casos de mala manera.
Dícese que Higuera ya intentó asegurar una transición con el regidor Samuel Sánchez, pero que no le dio para tanto. Que ha insistido en la actual delegada, Martha Cecilia Sánchez Celis, pero que a ella le afecta precisamente ese apoyo.
Del otro lado tienen a Jorge Gómezllanos, quien ha hecho trabajo hormiga y parece tener la posibilidad de conformar un frente amplio que reconciliaría, estiman algunas cabezas de grupo, el tejido que se fue perdiendo durante los últimos años en que los acuerdos fueron sustituidos con el verticalismo del estilo de Higuera. Por cierto que Gómezllanos busca no pelear ni siquiera con el alcalde, aunque ese parece ser ya un tiro muy cantado.
Lo que no tiene vuelta de hoja es la preocupación que existe entre todos los panistas. Aunque ganaron la Presidencia Municipal y el Distrito XX, que sólo habían obtenido una vez, la derrota en el distrito XIX es muy significativa, pues ahí está la mayor parte de la clientela electoral tradicional del panismo.
Es frecuente la explicación de que en realidad se trató de un voto contra Higuera, que cualquiera otro candidato pudo haber tenido, indican, un mejor desempeño, incluso dentro de la posibilidad de la derrota, pero no con un margen tan amplio, pero el hecho es que colonias y fraccionamientos que en otros tiempos fueron impenetrables, hoy tuvieron un comportamiento distinto, por cierto también en la elección de la Presidencia Municipal, de modo que el problema es más profundo de lo que parece.
LAS ANSIAS DE NOVILLERO
Y LAS BRONCAS INTERNAS
En las filas del equipo de Alejandro Higuera Osuna hay gran preocupación por el futuro laboral. Se sabe que si bien Higuera da instrucciones para que todo aquello que venga del alcalde electo o del diputado Heredia sea atendido sin dilación, no es viable esperar a que se produzca un relevo terso, sobre todo con permanencia de personajes que han sido claves o visibles en esta administración.
A pesar de ello, el gerente de Jumapam, Carlos Venegas Arreola, considera que puede quedarse a cargo de la paramunicipal y para ello hace algunos sondeos que, curiosamente, incluyen al personal a su cargo, más que a quienes están cerca del alcalde electo. Vengas fue el tercer gerente de la actual administración, y le ha tocado que le explote la situación financiera, la falta de pagos de los deudores importantes, los tubos y la bronca política.
Lo peor para él es que sus aspiraciones son comidilla entre quienes teóricamente están a su servicio, corrillos entre los que se botanean hasta de las aspiraciones de acomodar a su cónyuge en un espacio administrativo destacado.
Por supuesto, son muchos los funcionarios que quisieran tener la libertad para ir a buscar un acercamiento con el alcalde electo, pero saben que eso sería la muerte inmediata, pues estarían arriesgando las cinco quincenas restantes por una aventura incierta.
EL TEODORO MARISCAL
YA NO ES LO MISMO
No nos referimos al riesgo de que el viejo coso beisbolero de Mazatlán deje de ser el escenario de las guerras entre Venados y Tomateros, o las que se desarrollan contra los otros seis equipos de la liga. Tampoco a que el equipo está muy lejos de aquellos tiempos en que la afición podía dar por descontado que llegaba a la final y en una de esas hasta lograba el campeonato.
Nos referimos a aquellos tiempos en que el Teodoro Mariscal era la prueba máxima para los políticos.
En ese lugar empezó Humberto Rice a proyectar su fuerte presencia política entre los mazatlecos. Un paseo por el estadio cuando peleaba por la Presidencia Municipal en 1983, demostró que estaba en posibilidades reales de alcanzarla, aunque al gobernador de entonces, Antonio Toledo Corro, le hayan valido esa y todas las pruebas.
Alejandro Higuera Osuna se paseaba por el estadio con la tranquilidad de quien llega a territorio propio. A Jorge Abel López Sánchez le fue mal en una inauguración, pues cuando ya había pasado su presentación sin broncas, lo volvieron a mencionar y le llovió, como les llovió en un tiempo a muchos priístas. Jesús Aguilar Padilla salió a tirar la primera bola en la última serie del Caribe, la del 2005, bajo una estrategia que le permitió entrar al campo, lanzar la bola y salir mientras el público trataba de identificar a los personajes. Mario López Valdez celebró su victoria electoral precisamente con un partido de beisbol que llenó el estadio casi de bote en bote.
Pero este sábado no hubo nada. Ni los gobernantes salieron a hacer lanzamientos o alguna otra cosa que los pusiera en la tablita.
El gobernador no ha hecho lanzamientos de primeras bolas, de modo que el turno le tocó al secretario de Turismo, Frank Córdova Montoya, quien para efectos de la raza, como dicen en la calle, “ni huele ni jiede”. El alcalde Alejandro Higuera se fue la misma tarde del sábado a internar en un hospital a practicarse unos exámenes que había pospuesto desde el mes pasado, al intensificársele las migrañas que padece. Eso sí: antes de irse hizo público su propósito o por lo menos aspiración de volver a ser diputado federal a partir del 2015. Fue después de haberle dado vuelo al machete en las tareas de limpieza del llamado parque ecológico que está en la intersección de las carreteras libre y de cuota a Culiacán. Desde las seis y media ya estaba el personal del ayuntamiento haciendo esas labores de limpieza en las que Higuera demostró que todavía se acuerda de sus tiempos de jovencillo en La Noria, con mucho del vigor de aquellos tiempos.
Pero como siempre ha de pasar algo que le compense al populacho por lo que no se le concretó en algún lugar, en Guasave, donde el gobernador y varios de sus principales colaboradores estaban viendo la jornada inaugural de la Liga Mexicana del Pacífico, el propio Malova y quienes le acompañaron tuvieron que salir corriendo del llamado palco premiere, no porque la raza les hubiese ido a reclamar alguna obra no terminada u otro compromiso incumplido, sino porque accidentalmente la pelota en juego fue y golpeó un enjambre de abejas africanizadas y los insectos se lanzaron a cobrar venganza. Dicen que si el grupo corre así el Maratón Pacífico, seguro se llevan alguno de los premios.
LUTO EN LA FAMILIA GALINDO
Apenas unas cuantas semanas atrás, el diputado Heriberto Galindo Quiñonez comentaba con satisfacción la situación de su hermano Héctor, designado subdelegado m+édico del Issste, luego de haber hecho una carrera de diecisiete años en esa institución.
Ayer trascendió la noticia de que el doctor Galindo había fallecido, luego de una enfermedad que se lo llevó con una velocidad asombrosa.
Las horas fúnebres fueron ayer, en la ciudad natal de la familia Galindo Quiñones, donde el diputado y sus demás familiares recibieron muestras de afecto provenientes de todo el estado y todo el país. Sumamos nuestra expresión de solidaridad ante esta dolorosa pérdida.