EN LA GRILLA

0
78
zeuz2.jpg

*Felton ¿y aquello de ponerse en los zapatos del ciudadano?

*No habrá fast track para autorizar obras en el municipio

*Un festejo muy revelador. Eso sí: fuera de las horas laborales

FRANCISCO CHIQUETE

Durante su campaña política, Carlos Felton González tuvo una expresión que constituyó uno de sus grandes aciertos: hay que ponerse en los zapatos del ciudadano. Implicaba un gran cambio de actitud: dejar la actitud prepotente del gobierno y entender lo que siente la gente común y corriente.

Ayer sin embargo, mientras defendía su derecho a seguir cobrando el impuesto predial, a pesar de las grandes erratas cometidas en los recibos que se le hacen llegar a la gente, Felton se fue diametralmente al otro lado. Una postura más que arrogante, equívoca que no llegó a asumir ni siquiera el Alejandro Higuera que se regodeaba rechazando las solicitudes de audiencia que se le hacían, a las que condicionaba a que el solicitante a hacer cola a las cinco de la mañana, y después de eso, a alcanzar turno.

Ante la propuesta de un Colegio de Abogados, que sugiere suspender el cobro del predial mientras se corrigen los errores que afectan a miles de personas, Felton reaccionó diciendo en primer lugar que no, que suspender el cobro del predial paralizaría al municipio, y luego justificó la negativa diciendo que su solución es la mejor: “dar la oportunidad a la gente de que venga a aclarar”.

En primer lugar el error es del municipio, por más que Felton diga que no, que fue Catastro el que se equivocó. Aunque la dependencia estatal estableció el valor de los predios y fincas, es el ayuntamiento el que emite los recibos. Insisto lo dicho en otra entrega: si ya se determinó que hay unas treinta y tres mil claves catastrales con error, es porque ellos mismos, en el municipio, encontraron una constante, que puede ser un porcentaje mal aplicado, un factor de cálculo equivocado, en fin, algo que se puede ubicar y cuantificar, lo que no ocurre con las lonas y jabas que la fotogrametría aérea o satelital confundieron con lozas y cuartos recién construidos.

El hecho es que Felton presume una especie de generosidad dándole la oportunidad a la gente de que acuda a aclarar.

Un causante tiene la obligación de acudir a hacer el pago correspondiente, pero no a hacer trámites para que la autoridad –la que sea- corrija el error en que incurrió. Creer que es una buena actitud “dar chance”, no es ponerse en los zapatos del ciudadano, sino asumir una posición de superioridad, de prevalencia sobre los demás.

Por otra parte, cuando el alcalde dice que no se puede suspender el cobro del predial porque paralizar al municipio, contradice una aseveración propia: cuando pospuso por segunda ocasión el inicio del cobro, bajo el pretexto de que estaba buscando acuerdos para que los Oxxo también recibieran el dinero de los causantes, dijo que con esa suspensión no pasaba nada. Por el contrario, sostuvo, es mejor para el causante pagar después de lo que estaba programado.

Mientras tanto, el ciudadano que recibe la oportunidad de ir a aclarar, protesta por todo lo que está pasando. Una señora de la colonia 20 de Noviembre, que pagaba 250 pesos, tendría que pagar ahora más de mil pesos que no tiene. Va a hacer la aclaración y le dicen que regrese con una foto de la fachada, otra del patio y una más del techo, para comprobar que no construyó nada. Ni para las fotos tengo, señor ¿cómo voy a hacer eso?

Ahí por cierto, es la Oficina de Catastro la que debe hacer las visitas e inspecciones necesarias, pero lo más cómodo es hacer que el ciudadano cumpla con esa tarea.

Hay más quejas: una señora del Infonavit que vive en los famosos módulos de cuatro casas, a la que le cobraban 250 pesos y ahora le vienen tres mil. Ni por las cuatro viviendas juntas tendría que pagar tanto dinero. A Radio Fórmula nos llamó otro causante que por razones obvias se guardó su nombre, informando que a él, curiosamente, le llegó un cobro menor al del año pasado, a pesar de que él sí construyó durante 2013 “y mucho”, por lo que lógicamente tendría que haberle llegado mucho más dinero. “Nomás pa’que se den cuenta que sí hay errores y graves”, nos comentó.

UNA DE CAL

Como nada queda oculto en esta vida –pregunte a los alcaldes que se autoliquidaron antes de entregar el gobierno-, en Mazatlán se empezó a hablar de la empresa que oportunamente viene a tender sus redes de distribución de gas natural, conectando con grandes instalaciones, como la CFE y con clientes privados relativamente grandes, quizá algunos hoteles, previendo que dentro de dos años o poco más, llegue para acá el gasoducto que traerá el gas natural desde Texas.

El problema es que en la dirección de Planeación del municipio no hay una sola solicitud de permiso de construcción, ni mucho menos de instalación de redes del tamaño del que se plantean. Es cierto que se trata de un gran proyecto que requiere del apoyo absoluto de las autoridades y por ello es necesario abrirle todas las puertas.

Sin embargo de eso a la anarquía aparentemente pretendida, hay mucha distancia.

Por eso es bueno que el alcalde hubiese advertido ayer que no habrá más obras ni acciones basadas en urgencias, aunque en este caso se refería a un puente peatonal que está causando más problemas que beneficios por la avenida Luis Donaldo Colosio, y también la advertencia, esa sí dirigida a la empresa de los tubos, en el sentido de que si no hay información, no habrá permiso para construcción.

Con mucha frecuencia, las obras que tienen qué ver con “el interés superior del estado”, se realizan sin tomar en cuenta a las autoridades locales y por supuesto, sin cumplir con las disposiciones legales y reglamentarias, lo que a la larga termina por convertirse en una serie de problemas para la sociedad.

Ahí está el famosísimo Corredor del Centro Histórico, que a alguien se le ocurrió hacer sin tomar en cuentas a las autoridades municipales, a pesar de que se trataba de remodelar y modificar el uso de calles. Cuando Francisco Angulo Márquez estuvo en la presidencia municipal interina, se enteró por los reporteros de que atrás del palacio municipal estaban cerrando la calle Ángel Flores –nada menos- y de que las obras abarcaban un circuito amplio. Por supuesto que no supo decir en qué consistían las obras, ni dar detalles sobre su financiamiento, su impacto y su duración.

UNA JUSTIFICACIÓN

INCREÍBLE DE ZENÉN

Considerado por el gobernador del estado como uno de los cuatro fantásticos, es decir, uno de los cuatro mejores alcaldes de Sinaloa por el orden con que manejaron sus finanzas, Zenén Zochihua Enciso está en medio del huracán a causa de los finiquitos que se hicieron en su administración, y que lo incluyeron, con un pago de 320 mil pesos.

Imagínese usted si Xochihua hubiese dicho durante su campaña electoral que pensaba indemnizarse cuando terminara el periodo para el que fue electo.

Probablemente a un trabajador de confianza se le deba hacer una liquidación, pero a un funcionario de alto nivel, y menos aún a uno de elección popular. No creo que haya una base legal para que se concrete. Por eso extraña que el actual alcalde Arturo Duarte esté llamando a sus colaboradores a firmar un documento en que él y los demás renuncian a la liquidación. No se puede renunciar a lo que no se tiene, aunque siempre es bueno ganarle el jalón a las tentaciones.

Pero lo verdaderamente llamativo de este episodio es la declaración que ayer hizo el mismo Zenén Xochihua, aquel político radical, congruente, que se complacía haciendo lo que recomendaba Don Jesús Martínez, Palillo: “fustigar a los inverecundos”.

Hoy simple y sencillamente se llama a extrañado del escándalo que se ha hecho por esas liquidaciones, cuando “otros lo han hecho”. Total, parece concluir, no soy el primer en abusar.

ALEGRE FESTEJO

DOMINICAL AZUL

Todavía era temprano cuando empezaron a llegar los panistas al festejo, que no estaba organizado, pero sí acordado.

Al ritmo de “ganamos”, funcionarios municipales y miembros de la planilla que encabezó Arturo García Canizales prácticamente invadieron el restaurante Rocamar, esperando a que terminara la asamblea, donde todavía seguían las buenas noticias con la elección de consejeros y delegados.

Poco después los aplausos indicaron que había llegado el presidente municipal Carlos Eduardo Felton González, quien durante el día sólo apareció para ir a ejercer el voto y luego desapareció. Estuvo, explicaban, en el prolongado festejo de día de reyes, que ese día tocó en la iglesia de la Colonia Juárez.

Cuando sonaron los nuevos aplausos el local estaba prácticamente lleno. Llegaba el ganador, Arturo García Canizales. Para entonces las chelas ya pesaban y los ánimos también. “Sacaremos a ese buey de la barranca/ ya sacamos a ese buey de la barranca… era coreada alegremente por todos.

Después fue la banda regional la que ejecutó esas notas. Felton estaba feliz, incluso cuando algún ocurrente paró a la banda para que cambiara de canción.

Fue entonces que empezó a sonar El Corrido de La Noria, que no fue solicitada como homenaje, precisamente.