*Unos pidieron y otros recibieron
*Podría armarse en unos días el Tucof
*Malova da un banderazo en Mazatlán
FRANCISCO CHIQUETE
En estos mismos espacios nos relató el compañero Alfredo Ramírez que en los últimos días de diciembre –los últimos de los últimos- un grupo de regidores del PAN y del PRI, encabezados por la regidora perredista María del Carmen Mendiola, ejercieron presión casi chantajista para conseguir un bono de retiro.
El punto llegó a negarse a asistir a reuniones, amenazas de no aprobar el dictamen de la última cuenta pública y situaciones por el estilo, si a cambio no les aparecía por ahí el bono que a las alturas de octubre era optimistamente cuantificado en unos doscientos mil pesitos, modestamente, nomás para no irse con las manos vacías.
Así se fueron por supuesto, y no sólo en el cierre del gobierno de Alejandro Higuera, sino en el arranque del de Carlos Felton, pues la propia señora Mendiola condenó el hecho de que el nuevo alcalde no le hubiese dado nada a su corriente, “olvidándose de que si ganó fue gracias a los votos del PRD”.
No fueron los únicos ediles rebeldes, por supuesto. En Guamúchil los salientes le boicotearon una sesión –la última al presidente municipal, precisamente porque no les daba una respuesta positiva a las exigencias de un bono de retiro. Fueron escenas que se vivieron en muchos puntos del estado.
Sólo Escuinapa, entre nuestros cercanos, puede presumir de que no fue así. Como lo documentó Ramón Eduardo Guevara, ahí el final fue distinto: con lpos regidores embolsándose el bono, a pesar de que la administración del doctor Juan Manuel Lerma Cruz había pedido prestado incluso a particulares para poder solventar los compromisos finales.
En el caso de Alejandro Higuera Osuna, la relación con sus regidores se agrió porque los exigentes sabían que había dinero, que complacerlos no habría sido un sacrificio de ningún tipo, y que si no lo hizo fue “porque no quiso”.
Mayor habría sido el enojo, si los peticionarios hubiesen sabido de los acuerdos finales de Alejandro con sus colaboradores más cercanos. Los locatarios del Mercado Flores Magón denuncian que en el nuevo edificio del centro de abastos aparecieron personajes como un hermano del expresidente, su secretario particular, su director del Imju, como nuevos miembros de esa comunidad de comerciantes.
El relevo en los puestos de diferente nivel del gobierno municipal, especialmente entre los organismos satélites, ha hecho aflorar otras cosas, como la presencia de miembros de las que fueron las dos principales familias del ayuntamiento en el trienio anterior, como concesionarios de dulcerías, refresquerías y otros locales comerciales, a quienes poco a poco se ha ido retirando, sin escándalos, sin denuncias y sin procedimientos judiciales ni mucho menos.
Son lugres a los que no entran la Contraloría ni la Auditoría Superior del Estado y que permiten ayudar consistentemente a personas allegadas, a familiares y amigos, sin que haya una situación de escándalo como consecuencia.
A pesar de la respuesta negativa de Higuera a la exigencia de bono, los regidores terminaron por aprobar los estados financieros del ayuntamiento para el último trimestre del año, lo que en teoría dejaba a Higuera sin depender de los humores, amores o desamores del siguiente Cabildo. Pero sólo en teoría.
El regidor Guillermo Quintana Pucheta se echó a cuestas la tarea de derrumbar el acuerdo aprobatorio alegando que era una mala decisión, que incurría en irregularidades que lo hacían inválido. Presentó su moción ante el pleno del Cabildo y consiguió un respaldo unánime para hacer una revisión, establecer un dictamen y determinar si hay razón o no para revertir la aprobación del ayuntamiento anterior.
En eso están, pero lo más revelador del caso es que cuando le preguntaron al alcalde Felton cómo creía que debía procederse en este caso, con toda indiferencia sentenció: “que se haga lo que se tenga que hacer”.
¿POR CONCRETARSE EL
NACIMIENTO DEL TUCOF?
En unos días más habrá de definirse si aparece o no el Tucof.
Varios de los grupos y corrientes que operan dentro del PAN, los que quedaron en condición de opositores, por supuesto, ensayan una especie de “Todos Unidos Contra Felton, cuyo propósito es mantener control sobre el comité directivo municipal del PAN, que será sometido a elección en la última semana de este mes.
Apenas están los escarceos, pero de concretarse el asunto, se dará un espectáculo con toda la barba, en que se romperán hasta las reglas de cortesía y los miramientos tradicionales de la política. No deje de estar al pendiente.
EMPIEZAN A APARECER LOS
ALCALDES CHICHARRONEROS
El presidente municipal de Navolato, Miguel Calderón Quevedo se ha revelado como el primer alcalde chicharronero de esta horneada. Si ha habido alguno otro con actitudes de ese tipo, al menos han tenido la virtud de permanecer ocultos.
Calderón Quevedo no. Él designó a su síndico procurador como presidente de la Comisión de Hacienda en el Cabildo. Aunque el síndico procurador en efecto, es electo junto con los regidores, hasta el momento la práctica había sido que las comisiones fuesen encabezadas e integradas por regidores.
Cuando se lo empezaron a recriminar, el alcalde fue terco defendiendo su posición. Retó incluso a que los inconformes presenten un recurso legal y con toda la generosidad del mundo ofreció que si le demuestran que no tiene razón, corrige su error. Sus chicharrones truenan tan fuerte, que le hacen olvidar que una resolución judicial no es opcional. La atiendes o la atiendes.
Pero lo más importante en este chicharronerismo es la justificación que da como base “legal”. Dice el munícipe que hay una polémica sobre esa capacidad de los síndicos procuradores y que cuando él fue secretario del ayuntamiento navolatense, hace diez años, detectó lagunas en la ley y propuso cambios en el reglamento. Propuso. Y como él lo propuso, ya es ley, al margen de que el asunto hubiese quedado en propuesta. Por lo demás, una propuesta de reforma al reglamento es hoy, por venir de Calderón Quevedo, más poderosa que el propio reglamento y que la ley misma.
OBRAS PARA TODOS, SIN
DISTINGOS: MALOVA
El gobernador Mario López Valdez inició el año con un recorrido por el rumbo de Ahome, donde apuntaló a Arturo Duarte, el controvertido alcalde que llegó apenitas y todavía se metió en camisa de once varas con un gabinete que no gustó a la población en general, ni a la clase política en particular.
Cuando las vacaciones terminaron oficialmente, se fue a recorrer zonas de Culiacán donde el nuevo alcalde, Sergio Torres, tenía ya preparado el arranque de obras modestas pero tempraneras. También fue a Navolato y después programó visitas a Guasave y El Fuerte para regresar ayer por ese rumbo, a Salvador Alvarado y Angostura.
Hoy estará en Mazatlán y Elota, cumpliendo con el compromiso que lanzó ayer de estar en todos los municipios, entregando obras sin distingos de ningún tipo, refiriéndose obviamente a los de carácter político.
En todos los casos ha sido una buena señal, excepto que en Mazatlán no acude a una obra municipal, sino a una que puede ser privada o federal, pero no local. Es la ampliación del aeropuerto, que no sabemos si corra por cuenta de la SCT o de la empresa concesionaria pero que definitivamente, aunque benéfica, no es una obra para Mazatlán en el sentido estricto. ¿No tiene Felton nada programado, concretado aún? ¿Es cosa decidida en el estado? Cualquiera de las respuestas sería muy reveladora.