Este 21 de marzo se celebra el Día Mundial del Síndrome Down, la existencia de estos días internacionales nos da la oportunidad de sensibilizarnos y crear conciencia sobre estos temas, pero también de implementar acciones, cada uno desde su ámbito.
En Gran Acuario Mazatlán nos gusta hacer equipo y abrir las puertas a todas las personas. Estamos muy contentos de tener a personas con síndrome de Down como parte del equipo de colaboradores y también trabajar para generar las condiciones para que la visita de personas con cualquier condición y discapacidad sea una gran experiencia.
«Hoy, recibimos con mucho gusto a Irma Lizette Michel, Anabel Núñez y a Laura Elena Arias, quienes encabezaron un grupo especial de exploradores, todos ellos miembros de Casa Down de Mazatlán, IAP».
Estos niños y jóvenes, con su gran capacidad de asombro, fueron descubriendo los más de 30 hábitats con los que cuenta el Gran Acuario, se entusiasmaron con la exhibición de Lobos Marinos, escucharon con atención las características de las guacamayas, el halcón caracara, y buscaron la mirada hechicera de Hércules, el tecolote, durante la exhibición de aves. Nos encantó recibirlos y reafirmar que las personas con trisomía 21 tienen las mismas necesidades de cualquier persona: respeto, justicia, amistad, pero con una mayor sensibilidad.
La maestra Laura Elena Arias nos comentó lo que significa para ellos esta convivencia: “La alegría de salir, de hacer algo diferente, de que se les tome en cuenta, de decir, vamos solos y no van nuestros papás, pues se sienten felices al salir principalmente pues aquí al nuevo Acuario y ahorita pues que estamos festejando el Día Mundial del Síndrome Down felices porque traen las calcetas diferentes, ven a las personas y se levantan el pantalón para que los vean diferentes, lo entienden muy bien esa parte los que salen con ese entusiasmo».
En diciembre de 2011, la ONU designó el 21 de marzo como Día Mundial del Síndrome de Down con la intención de generar conciencia, promover la inclusión y promover el respeto a todos los miembros de esta comunidad, así como reconocer las valiosas contribuciones de las personas con discapacidad intelectual como promotores del bienestar y de la diversidad de sus comunidades.
Utilizar calcetas disparejas, es solo un símbolo de solidaridad, es demostrar la aceptación de lo distinto, la lucha contra la discriminación y los prejuicios y sobre todo, la celebración de la diversidad en el mundo.