Elecciones y Violencia; Colosio, 30 Años después; Mazatlán al Tianguis de Acapulco

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Elecciones y Violencia

No se puede dejar de lado una realidad porque de ello depende, en mucho, el rumbo de un país y sus gobiernos, como es el caso de Sinaloa en donde ya hay violencia electoral por más que se niegue. Incluso, el “levantón” de varias familias, -cerca de 70 personas- en Culiacán que en su mayoría ya fueron dejadas en libertad, tiene sus “mensajes” y el primero es que fueron “secuestradas” con mucha facilidad y ninguna autoridad pudo evitarlo. Segundo mensaje: no hay nadie detenido y tercero: las autoridades no han dado a conocer los aparentes motivos de esos masivos “levantones”. Es parte de la investigación?

Lo cierto es que mientras no se expliquen las razones de esos “secuestros”, hay miedo, temor y preocupación de lo que pasa en Sinaloa porque se advierte que no hay plena seguridad y los grupos delincuenciales siguen actuando a sus anchas en la capital del estado y en los otros ayuntamientos hay zozobra.

Tal fue la situación de excepción que se vive en Culiacán, como hace un par de años el “culiacanazo”, que de nuevo el Presidente de la República intervino para decir esta mañana que los “levantones” fue un pleito entre cárteles rivales y se equivocó al decir que la mayoría de los secuestrados ya habían sido rescatados, pero que en realidad fueron liberados sin daños físicos. Sólo quedan 8 por saber su paradero.

En el clima enrarecido de la violencia electoral que se vive en el estado ya mataron a un secretario panista en el norte del estado y en el sur, concretamente en El Rosario, el doctor Manuel Antonio Pineda mejor se “bajó del caballo” de candidato a la alcaldía, que ya había ganado hace unos años. El argumento fue por razones familiares, pero gente cercana dijo también que por seguridad personal.

Lo que pasa en otros estados y ciudades del país, sin duda que afecta el proceso electoral sinaloense como pasó en las elecciones del 2018 y 2021, incluso con fuertes señalamientos del candidato perdedor de la gubernatura Mario Zamora.

De noviembre a fecha, los reportes es que van 28 precandidatos y candidatos asesinados que buscaba un cargo de elección popular en sus municipios. El último crimen fue el sábado pasado en Acatzingo, Puebla, donde el candidato de Morena a la alcaldía Jaime González, fue asesinado a balazos por cuatro pistoleros a plena luz del día.

De acuerdo con información del diario nacional El Financiero, al menos 28 políticos han sido asesinados en el citado proceso electoral que inició a fines del año pasado. Los crímenes han sido en estados violentos como Veracruz, Michoacán, Zacatecas, Estado de México, Chiapas y Colima.

Como se ve la lucha política pasó de los discursos a las agresiones y como sucede en Sinaloa, nada se sabe del por qué de esos asesinatos; se mantiene el silencio de las autoridades.

Según la lista de víctimas, en Morena van 9 candidatos asesinados; en el PAN 6; Movimiento Ciudadano 3; PRI 4; PRD 2; Partido del Trabajo 2; Partido Verde 1; y Partido Encuentro Social 1.

Las autoridades sólo informan de los hechos; de las investigaciones y capturas de los criminales nada se sabe. En algunas entidades se culpa de los homicidios a los cárteles del narcotráfico. La realidad refleja la ambición por el poder, en una de sus formas más violentas.

 

Colosio, 30 Años Después

Hace 30 años, el 23 de marzo de 1994, Luis Donaldo Colosio Murrieta, sonorense nacido en Magdalena de Kino, fue arteramente asesinado y hasta el momento no hay mucha luz sobre las verdaderas causas y en ese entonces se tejieron muchas hipótesis desde el “asesino solitario” con Mario Aburto hasta el “magnicidio” y las sospechas de un crimen de Estado que recayeron en el entonces presidente Carlos Salinas de Gortari. Hasta la fecha sigue esa duda y, 30 años después, el país sigue igual o peor.

La sed de justicia no llega y el pueblo de México sigue con hambre, frases que externó Luis Donaldo en su toma de protesta oficial como candidato del PRI a la Presidencia de la República.

Lo que ha cambiado es que ese PRI, todopoderoso que lo fue por más de 70 años, perdió el poder y con ello el país ha dado bandazos entre el panismo y ahora el morenismo, pues México sigue con los mismos problemas de pobreza y peor envilecimiento de la política y las formas de llegar al poder.

Luis Donaldo estaba destinado a ganar las elecciones, pese que al interior del gobierno federal, que encabezaba Carlos Salinas de Gortari, había grupos que estaban opositores a su proyecto, pero en especial del salinismo; eran salinistas de dientes para afuera, pero estaban en contra del salinismo, en la realidad.

A 30 años de asesinato de Luis Donaldo aún hay dudas en el colectivo nacional. Esas dudas ahora son estimuladas por el mismo Presidente de la República, quien cuestiona aquella realidad que se dio a conocer en el gobierno de Ernesto Zedillo.

Las consecuencias, buenas o malas, de ese crimen se reflejan en la vida democrática del país y que afectan a todos los mexicanos en lo económico y en lo social. Las cosas no han cambiado en los últimos 30 años de cuando Luis Donaldo vio un pueblo con hambre y justicia. Hoy, lo peor de todo, la injusticia se ha incrementado, pese el discurso político.

Hay más pobres; no existe posibilidades para que el país abra más oportunidades para los que menos tienen. La corrupción se mantiene y se incrementa y, al final de cuentas, el Estado de Derecho ha sido abandonado por el gobierno y sus instituciones.

Con Luis Donaldo en la Presidencia las cosas no hubieran cambiado mucho por la existencia de muchos grupos de poder, desde la Iglesia, las Fuerzas Armadas, los empresarios y dueños del dinero, la vecindad con los EU y ahora hasta los cárteles de las drogas que mantienen controlado un 60 por ciento del territorio mexicano, según las autoridades gringas.

Los problemas son los mismos 30 años después, pero con otro partido y un Presidente de la República autoritario que quiere imponer un legado a futuro través de un “Maximato”. Seguimos pendientes.

 

Mazatlán al Tianguis de Acapulco

Pasada la Semana Santa, hacia finales de abril, Mazatlán y Sinaloa se preparan para asistir a Acapulco, a la celebración del Tianguis Turístico de México, a donde el estado llevará como bandera los “pueblos mágicos” y un Mazatlán renovado con un auge en la construcción de una gran infraestructura turística que ya alcanza casi los 15 mil cuartos de hotel.

Miguel Torruco, titular de la Sectur, indicó que se tiene confirmada la participación de los 32 estados del país para el Tianguis Turístico, así como la presencia de mil 79 compradores de 634 empresas y la exposición de 39 naciones.

Al hacer un recuento sobre las expectativas que tiene la dependencia para el ingreso de divisas y las inversiones que han realizado diversos grupos hoteleros en México para mejorar el mercado, Torruco calificó como una serie de “cuentos chinos” la afirmación de gobiernos anteriores que indicaban que para ser más competitivos se debía devaluar la moneda mexicana. Dijo, por el contrario, que “en captación de divisas estamos en el décimo lugar”.

Extraoficialmente se sabe que Ricardo “Pity” Velarde, secretario estatal de Turismo en Sinaloa será quien encabece la delegación sinaloense con la representación del gobernador Rubén Rocha Moya.