La noche del 31 de mayo 1996, 34 personas perdieron la vida
La imprudencia de un conductor del camión urbano de la ruta Jabalíes, que conducía a exceso de velocidad y con el estéreo con volumen alto, provocó la muerte de 34 personas y dejando 14 heridos; estudiantes, amas de casas, padres y madres que regresaban de su labores diarios.
Esa noche al abordar la unidad, los pasajeros lo hacían como cualquier otro día, pero al llegar el camión a ese cruce ferroviario, sus gritos de que venía el tren, no fueron suficientes para que el chofer parara, y se atravesó, impactándolo el tren y arrastrándolo por casi 200 metros.
De esta tragedia, que hoy se cumplen 26 años, las cruces que hay a los costados de la vía, hacen imposible de olvidar este hecho que ha marcado a Mazatlán.
Y más cuando es el aniversario, familiares y amigos acuden a poner flores y prender veladoras.
Este hecho, también ha generado un sinfín de leyendas, que van desde la aparición de personas que esa noche perdieron la vida y que de repente, algunos transportistas, aseguran que les salen al paso y piden servicio y cuando llegan al destino, la persona se baja y al no regresar a pagar, el conductor se baja y toca la puerta del domicilio, donde entró la pasajera; pero sale alguien y al describirle a quien busca, se le informa que ya no vive, que murió en el trenazo.
Juan Carlos Ramírez, era el conductor de ese camión, de los llamados “colosios”, quien en su declaración, dijo que era la última vuelta de la noche y que nunca vio el tren, que por eso cruzó.
Fue condenado a varios años de prisión, pero por buena conducta, solo purgó la mitad.