*Ingratitud de amargados y acelerados
*Somos servidores, pero al fin humanos
A partir del jueves de Semana Santa el tráfico se pone intenso, insufrible, nos dice un agente de Tránsito en la glorieta del Valentinos, pero hay que trabajar y a veces hasta nos dan ganas de quitarnos la camisa e irnos a divertir como todos los turistas; aunque la responsabilidad es primero y la necesidad del empleo.
El oficial aceptó la entrevista aunque prefirió no dar su nombre aunque los tenemos en las imágenes y nos dijo que le gusta su trabajo, aunque a veces es ingrato por las mentadas de madre de muchos automovilistas cuando manipulamos el semáforo y le damos preferencia por segundos a la avenida de mayor circulación.
Dijo que ya está acostumbrado al tráfico, a la gente y a las agresiones verbales. Agrega que trabajan de 8 a 12 horas dependiendo el intenso tránsito vehicular o en días especiales como los de Semana Santa.
Admite que, como cualquier persona, le da envidia de la buena y ganas de irse a la playa cuando ve que todo mundo va para allá y jalando la hielera o la bolsa y las charolas con el ceviche de sierra y camarón.
No reconoce estar bien pagado como elemento de tránsito, pero tampoco se queja del trabajo y de la paga. Es la breve crónica de una agente de policía y tránsito en Mazatlán.
https://youtu.be/O34pctaqeBA