EL REGIDOR QUINTANA PUCHETA, NOS DIJO.

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¿Tiburonario es igual que elefantario? En sentido estricto no son lo mismo. Un tiburonario es una construcción que contiene, ay, tiburones y no sé si se llame elefantario a las “reservas” donde protegen los elefantes, para que sobrevivan de los inclementes cazadores que les arrebatan la vida para quitarles el marfil de sus colmillos.

Vayamos a lo nuestro. El cambio de nombre de nuestro abortado tiburonario no es precisamente porque se haya convertido en una reserva de paquidermos; sino porque esa prometida reserva de escualos se ha convertido en un elefante blanco; sí, en un fiasco, en una tomadura de pelo que nos costó 60 millones de pesos.

Esto fue lo que resumí de la primera parte de la entrevista que el regidor Guillermo Quintana Pucheta le ofreció a Sinaloa en Línea. A pregunta expresa nos contestó que, hasta ahora, los responsables de este fraude se encontraban gozando en el limbo de la impunidad; porque la Auditoría Superior del Estado, como siempre, no había movido un dedo al respecto.

Regidor –le preguntamos- qué se va hacer con este promontorio de errores. Algunos regidores afirmaron que se concesionaría y el concesionario le pusieron nombre y apellido. Con la calma que le distingue, nos señaló: “Primero se tiene que hacer un estudio muy riguroso sobre las posibilidades reales de que este “elefantario” pueda ser rehabilitado y, después, ver si se puede concesionar o no, pero esto sin tener algún nombre prescrito de antemano.

Amigos lectores, la entrevista esta buena. Quintana Pucheta es esta charla habla con mucha claridad sobre este elefante blanco. Vea y oiga el video que Sinaloa en Línea le ha preparado para ustedes.