Derek Chauvin, el expolicía de Minneapolis que se arrodilló fatalmente sobre el cuello de George Floyd durante un controversial arresto en mayo del año pasado, fue hallado culpable de todos los cargos este martes. Chauvin enfrenta hasta 75 años de prisión.
Los cargos eran asesinato en segundo grado, penado con hasta 40 años de cárcel; asesinato en tercer grado, con una condena máxima de 25 años, y homicidio en segundo grado, que acarrea hasta 10 años de privación de libertad.
El veredicto para el exveterano blanco de 45 años pone fin al juicio de tres semanas en su contra y da cierre a un caso que desató la furia colectiva en Estados Unidos y protestas multitudinarias contra la violencia policial y racial.
Durante la lectura de la sentencia, el rostro de Chauvin fue visto a medias debido a la mascarilla por el COVID-19 que le cubría la cara. Se pudo ver poco de su reacción, más allá de sus ojos, que se movían rápidamente por la sala del tribunal.
Su fianza fue revocada y se le vio siendo escoltado fuera del edificio con las manos esposadas a la espalda, rumbo a la prisión.
Chauvin se arrodilló por más de nueve minutos sobre el cuello de Floyd el 25 de mayo de 2020 tras un arresto que resultó fatal. El policía y otros tres agentes habían asistido a una tienda de comestibles en la que un empleado reportó que Floyd había tratado de pagar con un billete de 20 dólares falso.
Miles de policías y soldados de la Guardia Nacional vigilaban desde la mañana de este martes las calles de Minneapolis para evitar incidentes violentos, mientras el jurado seguía deliberando.
Los fiscales argumentaron durante el juicio que las acciones de Chauvin causaron que Floyd muriera por falta de oxígeno o asfixia. Mientras tanto, la defensa afirmó que el uso de drogas ilegales por parte de Floyd y una afección cardíaca preexistente fueron los causantes de su muerte e instó al jurado a no descartar otras teorías, incluida la exposición al monóxido de carbono.
Durante sus alegatos finales, los fiscales buscaron centrar la atención del jurado en los 9 minutos y 29 segundos que Chauvin se arrodilló sobre el cuello de Floyd, mientras que el abogado defensor de Chauvin les dijo que «los 9 minutos y 29 segundos ignoran los 16 minutos y 59 segundos anteriores» en que ambos interactuaron durante el arresto.
Los fiscales llamaron a 38 testigos, incluida la adolescente que grabó el video viral que atrajo la atención mundial sobre la muerte de Floyd. Ella y otros transeúntes que testificaron dijeron que les cuesta trabajo dormir por la muerte de Floyd y que desearían haber hecho más para tratar de salvar su vida. La defensa llamó a siete testigos, dos de los cuales eran peritos.
Horas antes de conocerse que el veredicto estaba listo, el presidente, Joe Biden, calificó el caso de la muerte de Floyd como «abrumador». Biden dijo que había hablado con la familia de Floyd el lunes.
«Solo puedo imaginar la presión y la ansiedad que están sintiendo», expresó. «Son una buena familia y piden paz y tranquilidad sin importar cuál sea ese veredicto».
“Rezo para que el veredicto sea el correcto. Creo que es abrumador, en mi opinión».
El presidente ha denunciado en repetidas ocasiones la muerte de Floyd, pero anteriormente no había comentado sobre el juicio en sí.
Las identidades de los miembros del jurado se mantuvieron en secreto y no se darán a conocer hasta que el juez decida que es seguro hacerlo. Los otros tres expolicías de Minneapolis acusados de ayudar e incitar a la muerte de Floyd serán juzgados en agosto.
El veredicto llega aproximadamente 11 meses después de que se hiciera viral el video de una transeúnte que impactó al mundo y en el que se aprecia a Chauvin arrodillado sobre el cuello y la espalda de Floyd, mientras este se encontraba esposado y tendido boca abajo en la calle. En el video se escucha a Floyd jadear por la falta de aire y exclamar repetidamente ‘No puedo respirar’, hasta quedar completamente inmóvil.
Minneapolis vive una jornada de alarma por posibles disturbios no solo por el caso de Floyd, sino por el tiroteo mortal de un policía contra un joven negro llamado Daunte Wright el 11 de abril. Kim Potter, una veterana blanca de 26 años del Departamento de Policía de Brooklyn Center, será acusada de homicidio en segundo grado en relación con la muerte de Wright.
A raíz de la muerte de Floyd, estallaron manifestaciones en ocasiones violentas en Minneapolis y en resto de Estdados Unidos, pero también en disímiles países del mundo. El furor por el racismo sitémico llevó a la eliminación de estatuas confederadas y otros símbolos considerados racistas. En los meses siguientes, numerosos estados y ciudades restringieron el uso de la fuerza por parte de la policía, renovaron los sistemas disciplinarios o sometieron a los departamentos de policía a una supervisión más estrecha.
Al anunciarse el veredicto contra Chauvin, la ciudad de Minneapolis reaccionó con júbilo: sonidos de cláxon, gritos de “justicia” y aplausos fueron capturados por decenas de medios de comunicación reunidos en el lugar.
Las más de 600 personas congregadas frente a la sede del juzgado, que siguieron la retransmisión en directo en sus teléfonos móviles, se abrazaron y saltaron de alegría con cada cargo anunciado.
“Esto no es una celebración; es solo el primer paso. ¡Esto es una revolución!”, gritó uno de los manifestantes con un megáfono, con el puño levantado.